¿¡Me puedes ver!? [Natlian]

Normalmente la habitación quedaba vacía después de que Di Giovanni y su compañero se iban a clases, bueno eso pensaban ellos porque no tenían idea de que yo siempre andaba por aquí, o al menos la mayoría del tiempo; a veces me metía a alguna que otra clase a aprender cosas nuevas, era muy interesante la forma en que impartían clases aquí, los ingleses eran muy diferentes a nosotros los franceses, aunque eso ya lo sabía por Charles… pero ver a muchos de ellos en un solo lugar eso si era wow.

La verdad no me quejaba de nuestro nuevo hogar, y decía nuestro porque a donde Di Giovanni iba yo también, era un tanto confuso tener que revolotear a su alrededor, a veces me hacía preguntarme si me había convertido en una especie de “ángel de la guarda” del sujeto que me envió al otro mundo… pero no, era un fantasma eso ya me lo habían confirmado otros como yo, por cierto… aquí había bastantes. St. Edward’s tenía un ambiente parecido a Lakanal, excepto porque este tenía una especie de aura oscura y tétrica, me recordaba mucho a Hogwarts y sabía que si Cedric pudiera verlo también lo diría… él era Slytherin mientras yo era un Hufflepuff.

Sonreí lacónicamente… a veces me fastidiaba no poder hablar con nadie, quería hablar con él, tener otra vez nuestras larguísimas charlas frikis, o las divertidas batallas con sables láser, la última la había ganado yo… era frustrante incluso después de haberme acostumbrado y ver a mi mejor amigo con ese pedante dramático era enfermizo, no es que tuviera celos, es sólo que… bueno quizá un poco pero no lo odiaba, sólo quería lo que él tenía, quería volver a estar con mi amigo, ya lo había perdonado por su estupidez de todas formas.

—Es en serio, si lo odiara todavía lo habría matado hace mucho—dije en voz alta para mí mismo… ¿a quién se lo podría decir? —Y fue un accidente ¿no? Ya ni siquiera vale la pena pensar en eso, aunque sería bueno poder preguntarle si él tiene una idea de qué hago aquí aunque lo dudo, él no tiene ni idea de muchas cosas, es como un niño. Di Giovanni es inteligente pero todavía no sé como no se cuestionó por qué era el único pelirrojo de la familia, no más bien ¿por qué se conformó con lo que le dijeron?…

Escuché que la puerta se abría y volví la mirada del techo hacia la puerta para ver quien entraba, era McGowan, volví la mirada al techo y acomodé mis brazos detrás de mi nuca, no era que necesitara descansar pero se “sentía” bien quedarse allí tirado en el sofá sin correr peligro de que alguien se sentara sobre mí… cada vez que me atravesaban era raro.

—Si pudiera leer le escribiría en un pedazo de papel para preguntarle por qué me mintió sobre su tatuaje… y yo que me había ofendido por no decirme nada…

Después de una guitada mañana en clases de matemáticas y luego lengua decidí pasar a comprar un jugo al quiosco a comprarme un delicioso helado de chocolate , me sentía muy contento ese día pues mi relación con Ced estaba mejor y me había encontrado con una muy amigable muchacha que se hacia cada vez mas importante en mi vida, al parecer mi época de desgracias había culminado.

Reí al encontrarme dramático a mi mismo. Y continúe mi camino hasta llegar al quiosco, fue entonces cuando por fin compre mi helado de Chocolate y luego me dirigí con calma hacia mi habitación mientras saboreaba mi helado, su textura era exquisita.

Camine a través del pasillo sintiendo mis pasos resonar el frío lugar, estaba algo oscuro pues los rayos de sol no alcanzaban a llegar asta ese lugar del establecimiento. Después de un rato entre en la habitación y escuche una voz antes de abrí la puerta cosa que me pareció extraña pues yo había salido antes que Ced y el pocas veces volvía a la habitación enseguida después de clases

Al abrir la puerta me tope con un muchacho ,estaba muy pálido tanto que cualquiera pensaría que era un cadáver, tenia unos ojos muy azules en contraste con su piel blanca , pero a quien le importaba eso, ¿Qué hacia en mi habitación?, me quede ahí parado esperando que me diera una explicación , sin embargo me ignoro por completo , solo se puso a mirar el techo y comenzó a decir que si pudiera alguien que yo no sabia quien era pudiera leer el le escribiría por que le había mentido sobre su tatuaje.

Fruncí el seño algo molesto y mordí el helado tragándomelo entero ………” ¡¡mi cabeza!!” pensé luego de sentir el frío en mi cerebro, pero no le tome demasiada importancia a ese agudo dolor que estaba sintiendo en ese momento

Hola…., Oye ,¿se puede saber que haces en mi habitación? pregunte con un tono calmado, no quería mostrarme agresivo por dos razones, no lo era, nunca lo era y no conocía los motivos del chico para estar ahí .

Después de que preguntara eso me senté en mi cama y me quede mirándolo fijamente esperando que tuviera una buena explicación para permanecer ahí, mis ojos instantáneamente rodearon toda la habitación percatándome de que todo seguía en su lugar y así era, el chico no estaba ahí para robar nada, nada en absoluto así que ¿Qué podría ser?, quizás era familiar de Ced, esos ojos tan bonitos quizá era por eso …

Me callé súbitamente cuando él habló… yo no había visto a nadie más en la habitación ni nadie más entró con él… volví a mirar a todos lados un poco desconcertado pero sólo éramos McGowan y yo. Por un momento sentí una curiosa emoción, algo que me imaginaba haría que si mi corazón pudiera latir lo haría desenfrenadamente, pero no quería digamos “hacerme ilusiones” porque eso nunca había pasado y no creí que fuera a suceder jamás. Me paré de un saltó del sofá y fui apresuradamente hasta ponerme a lado de su cama, mirándolo con los ojos abiertos como platos.

—T…Tu… ¿Me puedes ver…? —pregunté sin poder ocultar mi sonrisa o la emoción en mis palabras— ¡Dime que sí! ¿Me escuchas? Por favor, McGowan… tiene que ser real.

Y… y si me había vuelto real ¿Cómo Pinocho? Levanté mis manos para mirarlas pero seguían teniendo ese color pálido, a veces mi apariencia me hacía sentir como uno de esos vampiros gays de Crepúsculo, aunque afortunadamente yo no brillaba, si hubiera sido el caso… me habría suicidado, o había encontrado la manera en que un fantasma pudiera morir, en realidad sabía la manera, pero no era agradable, y en todo caso era un tema que no importaba ahora.

—Si tú me puedes ver—empecé a decir seriamente aunque mas para mí que para el chico que estaba allí—significa que Di Giovanni también podrá… bueno Ced no, él ni siquiera ve su propio reflejo, no sé como puede sobrevivir así siendo tan vanidoso… ¡Pero podrá escucharme!

Empecé a pensar, a recordar las cosas que me habían dicho y que había leído para tratar de encontrar una explicación a eso… ¿Cuál era la diferencia entre el antes y el después? ¿Había sido algo que dije? Tal vez había subido de nivel fantasmagórico, como en los videojuegos, de alguna manera había juntado todas mis monedas o mis rupias.

Alce una ceja en cuanto el chico muy emocionado llego hasta mi rápidamente preguntándome si lo podía ver, estaba algo confuso ¿por que no lo podría ver?, ¿es que acaso era una especie de celebridad a la que no se le podía ver? . En fin , eso daba exactamente lo mismo, había ignorado por completo mi pregunta y eso me molestaba un poco , sin embargo decidí responderle al chico con toda la educación posible.

Claro , puedo verte, lo que no entiendo , es que estas haciendo aquí, ¿Buscas a alguien?

Mi pregunta fue respondida aun que no parecía que hablara con migo sino mas bien con sigo mismo , el parecía estar feliz por el echo de que Cedric lo podría escuchar , pero que diablos le pasaba a ese sujeto,¿ por que no podría escucharlo Ced y verlo yo.?.

Me levante de mi cama y quede frente a el mirándolo.

¿Por que no podríamos hacerlo?, por que no te podría ver o el escuchar, se supone que para eso tenemos esos sentidos ¿o no? no despegue mi mirada del chico con aspecto fantasmagórico. Un momento, el chico tenia aspecto fantasmagórico y estaba emocionado por que al fin alguien lo veía.

Sentí como mi corazón se aceleraba en cuanto múltiples ideas vinieron a mi mente, a ese chico jamás lo había visto en mi vida, y ya llevaba mucho tiempo en ese lugar, en ninguna parte me lo había topado, ni en clases, ni en el patio ni siquiera en los actos que hacían de vez en cuando en el internado. Y buscaba a Ced. ¿Por que buscaba a Ced?

En ese momento después de que mis dudas incrementaran de sobremanera cerré mis ojos canalizando mi energía, intente sentir su energía vital, o mas bien la energía vital de todos los seres que habían en la habitación, en ese caso solo éramos el y yo, pero aun así solo sentía mi energía, lo que me llevaba a …. El chico no estaba vivo. Pero que era, ¿un fantasma? , ¿un vampiro?, ¿un zombie?, tenia muchas dudas sin embargo me había quedado en blanco ¿y si quería hacerle algo malo a Ced?, no podía permitir que eso pasara Ced no usaba la magia, no a menos que en realidad lo necesitara, pero habían miles de sujetos que no se pondrían a esperar que al chico le entrara el animo por usar sus poderes y simplemente lo matarían con un golpe certero.

Quien eres en realidad. No, en realidad mi pregunta debió ser, que eres y que buscas aquí. mi tono de voz se había puesto mas rígido, no sonaba agresivo , pero yo necesitaba respuestas, no podía estar con un ser desconocido en mi habitación y no saber el por que de su visita

Estaba caminando de un lado a otro, buscando mentalmente mi respuesta, aunque sabía que por más preguntas que me hiciera a mí mismo no sabría más ahora de lo que ya sabría antes, pero era una especie de manía que tenían los seres humanos o los que fuimos humanos alguna vez… es que yo de verdad quería saberlo estaba muy confundido aunque tal vez debía conformarme con ser visto y escuchado, sí, mejor así porque si tenía que llegar llegaría solo, lo que fuera que fuese.

Me detuve en mi paseo recordando que ahí estaba Natlian y que podía verme… lo miré con curiosidad, tenía un humor muy desagradable para mi gusto, no tenía que ponerse así, aunque caí en la cuenta de que estaba en todo su derecho, él había escuchado mucho de mí pero jamás me había visto, no sabía que yo era el “legendario Louis”, para él era un extraño intruso que se había metido a su habitación…

— ¡Je suis desolé! —exclamé golpeándome la frente con la palma de mi mano—No quise ser grosero pero es que ha pasado tanto tiempo desde la última vez que hablé con alguien… digamos vivo y no esperaba que me vieras. Ya, ya… me presento. —Sonreí abiertamente—Soy Louis.

Extendí mi mano pero luego recordé que no podría tocarme y la guardé dentro del bolsillo de mi pantalón… esto era tan emocionante, ya no podía esperar a que Di Giovanni viniera… tendría que ir pensando en una buena bromita que hacerle.

—Ya nos conocemos, bueno, no… es decir, yo te conozco, tu nada más has escuchado hablar de mí, soy el amigo que Di Giovanni asesinó—me reí del asunto, sonaba tan dramático y creepy—Y soy un fantasma, no me preguntes que hago aquí porque no sé; en realidad aquí he estado todo el tiempo pero nadie podía verme y escucharme.

Torcí el gesto cruzándome de brazos y me alejé un poco porque la cara que McGowan tenía no era nada agradable, nada más faltaba que al chico se le ocurriera jugar al brujito y volverme una masa deforme de hectoplasma.

Abrí la boca tanto que podrían haber entrado mil abejas y formar su nido ahí dentro, esto paso debido a que el chico con toda naturalidad me dijo que era un fantasma, claro que esto no me hubiera asombrado tanto si fuera cualquier otro fantasma, pero el era el mejor amigo de Ced, el Louis del que Ced tanto me hablaba o que forzosamente conseguí que me hablara de su viejo mejor amigo.

De pronto mirándolo caí en cuenta de que Ced tenia a su mejor amigo de vuelta, eso a mi me dejaba en nada….sentí un ligero retorcijón de estomago, claramente tenia celos de el, sabia que jamás podría igualarlo ni siquiera acercarme, pude sentir como mi semblante del rostro se tornaba algo triste, sabia que podia hacerlo desaparecer si me apeteciera pero no seria tan idiota como para privar a mi mejor amigo de ver de nuevo a su mejor amigo, en ese momento r respondí.

Tranquilo, supongo que tu estas tan sorprendido como yo de que podamos comunicarnos como si ambos estuviéramos vivos. Es un gusto conocerte al fin Louis, Soy Natlian Blaine McGowan (Rosewell)

Dije a pesar de que había dicho que ya me conocía, el se estaba presentando y por lógica yo hice lo mismo después de eso lo mire de pies a cabeza, no podía creer que era el, Moria de ganas de saber que quería ahí, pero ni siquiera el lo sabia, o al menos eso decía, decidí creerle al chico, después de todo según lo que tenia entendido el era el bueno y Ced el malo.

A pesar de no haberlo mencionado no me gustaba nada que se presentara como el amigo que Ced había matado, mucho había intentado ya de hacer entender a Ced de que el no era el culpable y de que Louis no lo culparía por eso pues solo había sido un accidente de transito , pero me había equivocado el también lo culpaba, yo solo esperaba que no le dijera nada a Ced a cerca de eso pues no quería verlo mal

Se que lo que diré no te agradara nada y que posiblemente acabes odiándome por esto, pero podrías hacerme un favor y no recordarle a Ced que el causo el accidente, se que el lo recuerda por si mismo todos los días de su vida y no me apetece verlo mal, aun que conociéndolo siempre aparenta estar bien … se que a veces no es así

Vi la reacción del chico cuando le dije quien era yo, definitivamente parecía que nunca hubiera esperado conocer Louis, quiero decir a mí; su cara era como si hubiera visto un fantasma, es decir, como si alguien que no supiera de la existencia de fantasmas hubiera visto un fantasma, de esos que eran aterradores, porque si los había, bueno no eran aterradores sólo tenían una apariencia peculiarmente desagradable, con intestinos de fuera, ojos saltones, pero eran nada más efectos para asustar a los humanos. Era como una ley que a todo fantasma le gustara asustar a los mortales, supongo que era porque cuando no tienes nada mejor que hacer tienes que dedicar tu eternidad en algo.

Me crucé de piernas y me senté sobre su escritorio mirándolo mientras hablaba con seriedad, no pensé que fuera tan malo para él o para cualquiera que yo estuviera de verdad allí, era un poco egoísta de su parte, pues no entendía lo que era estar completamente solo, pero tampoco me iba a poner a reclamárselo, no era su culpa que yo estuviera muerto y él vivo, pensé decirle a modo de broma que era sólo cuestión de tiempo para que terminara como yo por culpa de Di Giovanni, pero era una broma de muy mal gusto y lo comprobé cuando me advirtió que no le recordara a mi amigo lo del accidente.

—Sólo bromeaba… no puedo creer que todavía siga lamentándose por eso—dije despreocupadamente encogiéndome de hombros—yo ya lo olvidé, es decir… ya lo perdoné, no estoy molesto ni nada por eso, él también debería dejarlo ya…

Había pasado mucho tiempo, y sí hubo un momento en que lo odié y pensé que tenía que matarlo, sólo de esa forma podría “descansar en paz”, pero era mi amigo después de todo… y yo… quería a Di Giovanni, a pesar del grandísimo idiota que había sido.

Después de que le pidiera a Louis que no le recordara lo del accidente a Ced tuve una buena respuesta por su parte , según el solo bromeaba y ya lo había perdonado, aun que según yo no había nada que perdonar, había sido un accidente, pero no podía decirle eso a el, después de todo era su vida de la que hablábamos y hacer un comentario de ese tipo, me aria ver egoísta, no mas que egoísta, desalmado y sin sentimientos, cosa que no quería que pasara, no tenia intenciones de llevar una mala relación con Louis aun que técnicamente debía ser mi enemigo por naturaleza. Pero eso era para inmaduros, solo debía aceptar que el mejor amigo de mi mejor amigo estaba ahí y que posiblemente se quedaría ahí por mucho tiempo.

Me agrada que pienses así, yo no se como abras pasado tu experiencia después de lo sucedido en el auto de Ced, pero se que el no lo paso para nada bien, y se que no se tomaría bien un comentario de ese tipo aun que puede merecerlo. Pero me da pena

En ese momento mire el reloj que había en la habitación y me rasque la cabeza pensativo, la hora estaba pasando y Ced no llegaba y yo suponía que Louis moría por verlo, que quería ver a su amigo después de tanto tiempo, o no, no quería verlo, el siempre estaba con el, pero poder mantener una conversación con el era algo que probablemente a Louis le aria ilusión

Supongo que quieres ver a Cedric, y por la hora no debe tardar en llegar, aun que a veces se retrasa un poco, pero en fin, supongo que tienes mucho que hablar con el, y que hablar con tigo ponerse al día y hacer cosas que hacer bueno los amigos

Inconscientemente baje la mirada al escuchar mis ultimas palabras.

Bueno que me dices si vamos a buscarlo, creo que puedes ocultarte, si te puedo ver creo que es por que ya eres un fantasma mediana mente experimentado y puedes materializarte a voluntar.

Me encogi de hombros y espere respuesta de parte de gasparin.

Era tarde me parecía, las clases ya habían terminado, normalmente siempre volvía inmediatamente a mi habitación a quitarme el uniforme escolar que detestaba —más cuando me dijeron que la corbata era morada, el morado no me gustaba—, luego de cambiarme me iba el resto de la tarde; pero ese día precisamente me había quedado platicando con un par de chicas y el tiempo se me había ido volando, aunque había valido la pena. Luego de despedirnos en el pasillo que dividía los dormitorios en diferentes direcciones me fui apresuradamente para dejar mis cosas y ser libre por el resto de la tarde, libre hasta el día siguiente.

Me sorprendía lo rápido y fácil que me había adaptado al colegio, St. Edward’s no era un mal lugar después de todo, me gustaba el ambiente, los alumnos, los profesores, incluso las clases… podría quedarme allí y jamás volver a Italia, al menos podría quedarme hasta que cumpliera los dieciocho, para cual no faltaba mucho… una vez que tuviera la mayoría de edad Fabrizio no tendría ningún poder sobre mí, volvería a Francia y haría de mi vida lo que quisiera, sin nada de la palabra con M.
Cuando entré abrí la puerta y pude escuchar la voz de Nat, sólo faltaba que ahora le diera por hablar solo; lo cual no me importara mientras no lo hiciera cuando tenía que estudiar o dormir.

— ¡Hey, Nat! —lo saludé— ¿Tenemos visitas o hablas…?

En ese momento sentí que alguien me empujaba por la espalda con fuerza y luego se reía como si fuera gracioso mientras yo perdía el equilibrio; solté mi bastón y puse mis manos buscando a tientas un lugar de donde sostenerme para no caer al suelo, una de mis manos encontró lo que parecía la pata de una mesilla, pero antes de que pudiera sostenerme o hacer cualquier cosa mi cabeza chocó contra el filo de la misma. Sentí que los ojos se me bañaban de lágrimas y un fuerte aturdimiento que sacudió mi cerebro y me impidió pensar en cualquier otra cosa que no fuera el dolor y después de haber tirado no sé que cosas llegué finalmente al suelo…

Me llevé la mano derecha a la frente donde sentía aún la punzada del golpe y me di cuenta que estaba sangrando.

— ¿…Qué demonios…? ¡Ah! —exclamé de dolor y aparté la mano de la herida que cada vez empezaba a dolerme más y mas.

No me moví de allí porque tenía miedo de moverme y golpearme de nuevo, no tenía idea de la clase de desorden que había ocasionado, incluso me pareció que había vidrios sobre la alfombra…

Después de que le preguntara a Louis si quería que fuéramos a buscar a Ced ni siquiera tuvo tiempo de responderme pues el entro en la habitación y me saludo en seguida, parecía bastante animado y supuse que lo estaría mas aun cuando supiera que gasparin estaba en la habitación.
HI Cedí respondí para luego ver que Louis lo empujaba y no conforme con esto lo hacia caer al suelo provocando que Ced se rompiera la cabeza al golpearse con el filo de la mesa de la habitación. Mis ojos se abrieron como dos huevos duros al ver las acciones del fantasmagórico chico. Después de eso note que Ced reclamaba y su frente sangraba.

Fruncí el seño y ayude a Ced a levantarse para luego dejarlo en su cama, no me importaba si se enojaba o no poco me importaba no lo dejaría en el piso aun que pataleara e hiciera todo el berrinche que quisiera. Después de eso camine al baño y tome el botiquín de primeros auxilios para volver en seguida a la habitación. Y poner un poco de alcohol en la herida de Ced

Esto te arderá un poco, peor evitara que tu herida se infecte puse el alcohol con sumo cuidado para que no se escurriera el liquido hacia su ojo pues esto infectaría mas la herida, probablemente Ced no estaba contento con que yo lo curara, pero en realidad no me importaba, no me podía quedar ahí de brazos cruzados cuando mi amigo estaba herido. Después de terminar con la limpieza le puse un poco de crema cicatrizarte y acabe el trabajo parchando la herida.

Te lo dejas ahí o me veras enojado de verdad Cedric Di Giovanni le dije con un tono de voz serio pues no quería que se quitara el parche. En cuanto a ti, se te paso la mano Louis

Todavía no entendía que había sucedido o cómo… era muy común en mí estarme golpeando todo el tiempo, incluso las caídas eran comunes y me reía incluso del asunto, sin embargo esta vez había sido diferente y no había sido mi culpa…más bien, no tenía idea de quién demonios me había empujado y porque razón, eso había sucedido, había sentido que alguien me empujaba con mucha fuerza y después se reía, a mí no me parecía gracioso, menos ahora que sentía que la cabeza me explotaría o por esa herida que sangraba y de verdad agradecí la ayuda de Nat pues no habría sabido que hacer por mí mismo, no iba a ponerme de orgulloso en esas circunstancias, tampoco era tan infantil como parecía o como lo era el querido acompañante de mi amigo.

Me quedé quieto mientras dejaba que Natlian curara mi herida aunque tuve que contener los impulsos de lanzarlo lejos cuando aplicó alcohol en mi frente… demonios… ¿No había otra cosa? Otra cosa que no fuera la palabra con M y que no doliera me recalqué. Y cuando terminó me dejé caer hacia atrás en mi cama cerrando los ojos… eso me había quita mi buen ánimo de la tarde, tal vez debería dormir un poco.

—Gracias—le dije a Nat en voz baja—de verdad lamento el desastre que hice… aunque fue culpa de tu amigo.

Recalqué las últimas dos palabras con enojo, sea quien fuera su nuevo amigo no lo quería más en nuestra habitación y le iba a pedir que se largara cuando Natlian le llamó la atención. Sentí un extraño vacío en el estómago cuando pronunció el nombre del susodicho, me sentí como me sentía cada vez que alguien pronunciaba siquiera ese nombre, una situación embarazosa tomando en cuenta que nuestros reyes habían elegido ese nombre…

Soreí ampliamente en cuanto vi a Di Giovanni entrar, ¡allí estaba! Sentí como si lo viera por primera vez, aunque así no me había sentido cuando lo vi por primera vez; el punto es que allí estaba y como una regla general tenía que gastarle un broma, no podías reunirte con tu mejor amigo después de años y decirle sólo “hola”, sin embargo tampoco tuve mucho tiempo para pensar, así que, en cuanto entró a la habitación lo primero que se me ocurrió fue empujarlo; traté de contener la risa aunque no lo logré muy bien.

Mi cara pasó de la euforia a la sorpresa en cuanto vi el desastre que se armaba, traté de detenerlo pero mi mano sólo pasó a través de su cuerpo como era de suponer y él se golpeó en la cabeza armando un gran lío en el camino.

—Ups—mascullé un poco avergonzado.

Se me había pasado la mano, tenía que aprender a medir mi fuerza con los humanos… ojalá que no se enojara tanto, a veces su humor era muy voluble. Y me quedé parado observando como el otro tipo le ayudaba y le curaba la herida, preferí desviar la mirada en otra dirección, de pronto había cosas mucho más interesantes que observar dentro de la habitación; sólo me volví cuando McGowan se refirió a mí.

Me encogí de hombros, como si no supiera que me había pasado con el jueguito.

—Ya lo sé, ya lo sé—le dije apesadumbrado al “amiguito de Ced” —no tienes que decírmelo, no fue tan intencional… no es mi culpa que…

De acuerdo, no quise decir nada, no iba a decir nada, cállate Louis, esa no es la manera correcta de empezar.

—Olvídalo—le saqué la lengua y floté por encima de él para quedar varios centímetros sobre Di Giovanni —Hey ¿Estás bien? De verdad no pensé que fuera a terminar así, sólo quería saludarte, como en los viejos tiempos, aquí tu… amigo, exagera un poco.

Definitivamente Louis resultaba ser mas descarado que el mismo Cedric, ¿en serio había dicho que no era su culpa?, no claro que no la era, si de seguro como Ced es tan flaquito una corriente de aire que entro por las ventanas que en ese momento no estaban abiertas lo había empujado con tal fuerza. Puse mis ojos en blanco y mire a Cedric nuevamente, su actitud me había impresionado, normalmente me quería a metros de distancia de el y no permitía que lo tocara, aun que analizando la situación, no era como que en esta ocasión quisiera que lo tocara, simplemente mi amigo lo necesitaba.

A no, señor a mi no me lo eches al bolsillo, el no es mío, es tuyo, quiero decir que es tu amigo, o el fantasma del que era tu amigo, situación complicada, no tengo ni idea de cómo apareció, pero cuando llegue ahí estaba el señor muy campante tirado en el sofá en espera de que tu llegaras, para hacerte una “broma inocente”

Remarque mis ultimas palabras pues no me parecía para nada una broma inocente , en serio ese tipo le había roto la cabeza, pero aun que así fuera estaba seguro de que Ced estaría feliz de verlo, después de todo por las cosas que me había contado acerca de Louis, había sido un amigo muy especial, en realidad lo había prácticamente obligado a hablarme de el ya que Ced no era de las personas que llegan y hablan de su vida privada con facilidad.


No es que este exagerando dije frunciendo la boca algo cabreado solo me pareció excesivo, pero aya ustedes dos como se saludaban en los “viejos tiempos” por favor el chico hablaba como si se tratase de hace mil años en el pasado, me crucé de brazos y fruncí el seño Bueno, no me entrometo mas en sus asuntos. camine hacia mi cama y tome mi grimorio el cual estaba bajo mi almohada. ahora si gustan puedo dejarlos solos para que hablen de lo que tengan que hablar

Mis ultimas palabras fueron con un tono excesivamente calmado, no quería que Ced notara que estaba molesto aun que claro Louis ya lo sabia, la expresión en mi cara lo decía todo, aun así no quería que mi voz me delatara y aun que todo lo que quería era dormir un poco, ya buscaría que hacer por ahí, si decidían que si querían estar solos.

¿y bien?

Reitere mi pregunta en espera de una respuesta por parte de alguno de los dos chicos.

Era extraño sentir que la cabeza me daba vueltas, era extraño porque no podía ver si las cosas daban vuelta a mi alrededor, pero la sensación de vértigo se sentía de todas maneras y en realidad quería quedarme allí dormido, aunque fue increíblemente imposible pensar en dormir cuando reconocí la voz que habló después… esos tonos desenfadados como si todo estuviera bien, como si todo tuviera un lado bueno, las marcadas “r” en las palabras… sólo lo había escuchado hablar en inglés cuando nos habíamos fugado a la Comic Con de California, Estados Unidos y aunque había pasado tiempo no se podía olvidar.

¿Estaré soñando? Me pregunté cuando mi corazón dio un vuelco. Definitivamente tenía que estar soñando, no era la primera vez que Louis aparecía en mis sueños, aunque normalmente mis sueños tenían imágenes y colores, esta vez todo era oscuridad a pesar de que tenía los ojos abiertos.

—… ¿Mi amigo…? —pregunté con un hilo de voz apenas logrando articular las palabras a través de repentino nudo que se había hecho en mi garganta— ¿Cómo es que…? No… no puede ser…

Me incorporé quedando sentado, en estado de shock… Louis no debería estar allí, no estaba bien, esas cosas no sucedían, no deberían suceder, él se había ido para siempre y no iba a volver, y entonces al idiota se le ocurría aparecer como un fantasma como si fuera la cosa más divertida del mundo, como si hubiera descubierto algún truco nuevo de videojuego y quería mostrármelo pero a la vez me iba a hacer rogarle por que me lo dijera, tal cual era Louis. ¡No, no, no y no! eso sólo hacía que los recuerdos volvieran a mi mente con tal claridad como si aquella noche hubiera ocurrido ayer. Y entonces me levanté y avancé unos pasos en dirección a la cama de Nat.

— ¡Esto es tu culpa! —le grité furioso— ¡Tu y todo asunto de la brujería!

Sentí la humedad en mis ojos y la calidez de las lágrimas resbalando por mis mejillas, algo que no podía evitar a pesar de que trata de empeñarme en no romperme en mi pedazos, pero era todo eso… el tema de Louis siempre me ponía de esa manera, aunque hubiera pasado mucho tiempo, aunque ahora era otra vida, otro lugar, otro momento, escuchar la voz tan clara del que había sido mi mejor amigo… escuchar de Natlian decir que estaba allí como un… fantasma, todo, era demasiado para mí, y, ni siquiera podía verlo.

¿En realidad acababa de pasar eso?, Ced se había molestado con migo sin motivo alguno, yo no había hecho nada , ni siquiera conocía a Louis y mi magia no la desperdiciaría en algo como invocar a alguien a quien para nada me interesaba conocer, el había aparecido ahí sin avisar y ¿ahora yo tenia la culpa de todo eso?, Ced era mi amigo, mi mejor amigo, pero no consentiría que se pusiera a gritarme como si yo fuera su mascota o hijo cuando a el le dieran ganas, eso si que no, ni siquiera Alexia me gritaba, el tampoco tendría ese privilegio . Eche mi mano hacia atrás con la intención de azotarlo telekineticamente contra una pared sin embargo me detuve y mi instinto de violencia se calmo en cuanto vi. las lagrimas que caían de sus ojos. ¿Pero que estabas a punto de hacer Natlian?, me pregunte a mi mismo, yo no era así, yo no era violento.

En ese momento Baje la mirada algo arrepentido aun que quizás el jamás se enteraría de lo que había estado por suceder, a pesar de eso yo lo sabia y me hacia sentir mal, mi mejor amigo pasaba por un mal momento y yo había estado a punto de golpearlo, esa hubiera sido la guinda de la torta.

Ced, se que esto es difícil para ti, pero no me parece justo que la tomes con migo , yo ni siquiera conozco a Louis, y mi magia no tiene por que afectar a tu amigo, sea como sea que llegara hasta aquí, yo no tengo nada que ver en esto, si así fuera lo hubiera echo desaparecer antes de que tu llegaras, para evitarte esto, aun que se que te emociona verlo de nuevo, también se que remueve recuerdos muy dolorosos para ti y por eso motivo si de mi dependiera el no hubiera estado aquí en este momento. Lamento decirte que yo no tengo nada que ver

Me sentía algo Celoso, si esa era la palabra adecuada, el ver a su mejor amigo ahí me tenia con los nervios de punta, solo quería que se marchara, pero decirlo en voz alta hubiera sonado demasiado egoísta por mi parte. Decidí no decir absolutamente nada, y en ese momento mientras esperaba una respuesta por parte de Ced o que Louis interviniera Pensaba seriamente en mi reacción de hacia solo unos segundos atrás, Aun no podía entender por que en varias ocasiones de mi vida mi alma parecía estar gobernada por la maldad y oscuridad, el Natlian de hace solo segundos atrás lo hubiera echo atravesar la pared con un ataque mágico, sin embargo ahora lo miraba y lo veía tan frágil, solo quería abrazarlo para que supiera que me tenia, que estaba ahí para el en las buenas , en las malas y en cualquier punto intermedio entre ambas.

Vi a Di Giovanni derrumbarse de aquella manera en que él nunca dejaba que le vieran, era ese lado que ningún mortal conocía de Cedric Luciano Alexander Di Giovanni, esa parte que siempre solía esconder de los demás y que yo tampoco había conocido en vida, que tuve que esconderme en la invisibilidad de un espectro para saber que estaba allí; siempre había pensado que Cedric era un humano como cualquier otro con sus crisis existenciales, sus problemas, miedos, esos momentos depresivos y tormentosos, pero nunca los mostraba, a nadie; y ahora de un momento a otro la barrera que él mismo formaba se derrumbaba sin importarle quienes estábamos allí… verle llorar era como el acontecimiento del siglo, no me burlaba sólo era increíblemente extraño, aunque no era la primera vez que yo veía eso. Esa escena aunque muy distinta me recordó a aquella tarde en el cementerio y pensé que no era justo que siguiera sintiéndose de esa forma tan miserable.

Mi sonrisa se esfumó del rostro, ya no sentía la misma excitación que antes, no sé en qué estaba pensando, tal vez debió ser un secreto entre su amigo y yo, no sé en qué estaba pensando con darle una sorpresa, tal vez sólo quería a mi mejor amigo, quería estar otra vez con él porque lo extrañaba, añoraba los viejos tiempos aunque el nuevo Ced me agradara más que el anterior.

—Di Giovanni… cálmate… sé que es extraño—dije tratando de calmarlo—yo tampoco podía creerlo, y no es culpa de tu compañero, él no hizo nada, nadie lo hizo… sólo sucedió y ya, he estado contigo desde… bueno hace mucho, pero no podías escucharme ni nada, sin embargo algo cambió, no sé que fue, pero cambió y aquí estoy…

Podría darle la opción de irme de allí, pero no quería irme, no ahora y tampoco sabía como hacerlo, siempre volvía al mismo lugar donde el estaba, siempre llegaba a él como si fuera el centro de mi universo fantasmal, así que no podía prometerle nada.

—Mira, sé que no te gusta hablar de esto, pero si quieres que me vaya, puedes usar la palabra con M y hacerme desaparecer. Tu decides, pero desde que te conozco sabes enfrentar los problemas y… ¡Me vas a enfrentar a mí te guste o no! —le grité en la cara, cambiando mi estado tranquilo y neutral de un segundo a otro, un lindo efecto fantasmal que me encantaba. Luego me volví a mirar a McGowan con seriedad—A mí si me gustaría que salieras de la habitación, tengo algunos asuntos privados que tratar con mi amigo.

Mis ojos siguieron cuidadosamente al fantasma del amigo de Cedric y vieron claramente como el intentaba calmarle sin obtener muchos resultados, jamas habia visto a ced derrumbarse por algo o alguien , debido a eso yo estaba algo choqueado, confundido, ¿Qué tan importante podia haber sido ese chico en la vida de Cedric?, bueno, eso era algo que a mi no incumbia. Solo tenia que guardar silencio y esperar que la catastrofe pasara.

Me dispuse a estirarme en mi cama cuando escuche la voz de Gasparin dirigirse a mi, el chico de palido aspecto me pedia que me fuera de mi habitación pues tenia cosas que arreglar con su amigo, el echo de que me pidiera que me marchara me molesto, si lo habia sugerido esperaba que ced me lo pidiera no que lo hisiera ese recien aparecido, pero no me iva a poner a discutir con el, aun que de verdad deseara volverlo una esfera de ectoplasma .

¿Por qué estaba tan enojado con Louis?, me pregunte a mi mismo, el chico no me habia echo absolutamente nada, no tenia nada que me perteneciera ni habia dañado a nadie que fuera de importancia para mi, bueno le habia roto la cabeza a ced pero eso no era para odiarlo, solo habia sido una broma que se habia salido de control. La respuesta a mi pregunta era facil, Tenia miedo de salir aislado desde ese momento hacia delante, temia que mi amigo dejara de pasar tiempo con migo y se lo dedicara todo a ese chico .

Claro Louis , no tengo problemas dije mirandole de mala manera Me voy, pero no estare lejos, solo estare en este mismo pasillo escuchando musica, es cosa de que la puerta se habra para que me encuentren. me levante y pase mi mano por la cabeza de ced alborotandole el cabello Si me necesitas, que se que no lo haras, solo hasmelo saber estare al lado

En ese momento Sali de la habitación y me puse a escuchar musica en mitad del pasillo

Voces que se dirigían a mí como si hubiera sido yo el que se había vuelto loco, fue lo único que escuchaba en la habitación, ellos decían cosas y lo sólo los oía, mi mente estaba lejos de allí, muy, muy lejos, en otro tiempo, en un tiempo dónde había un Louis, dónde todo estaba bien, y después volvía vertiginosamente a el momento después dónde él ya no estaba y en el presente él y Natlian lo tomaban como si fuera sencillo o lo más natural del mundo. Yo sólo quería huir sin importar cómo, echarme a correr pero al mismo tiempo sabía que no podía.

Asentí a Nat porque ni siquiera pude articular la pequeña palabra de dos letras, aunque lo que en realidad yo quería decir era que no se fuera, que no me dejara a solas con él porque de alguna manera tenía miedo y sabiendo que él estaba allí en la habitación yo no dejaría que la situación me dominara, Louis, o la cosa que decía ser mi amigo tenía razón, yo siempre había sabido superar mis problemas, pero él no sabía que nunca había logrado superar lo que le había hecho.

Cuando escuché que la puerta se cerró dejando a Natlian fuera, mis rodillas se doblaron y caí al suelo, me sentía débil de alguna manera, una debilidad interna que tenía que ver con los asquerosos sentimientos y no con la fortaleza física, me sentía patético como aquella tarde en el cementerio, quería frenar esa vorágine de sensaciones desagradables que me oprimían el pecho y no podía, escuchar su voz… la voz de él después de tanto tiempo…

Me llevé las manos a la cabeza cerrando mis puños sobre mi cabello, me incliné hacia delante y cerré los ojos con fuerza cuando el nudo en mi garganta se rompió en un llanto de verdad, un llanto de pena, de dolor, de culpa, porque era lo único que podía sentir con respecto a Louis.

— ¡Perdóname! Yo no quise… fui el idiota mas grande… —exclamé entre sollozos—soy yo quien debería estar muerto no tú… y juro que estoy pagando por todo lo que hice, mis padres están muertos, soy un maldito ciego que va por el mundo dando lástima, no puedo hacer nada de lo que me gusta… ¡y cada día de mi maldita vida deseo morir!… eras mi mejor amigo, mi hermano… pero no lo supe valorar… Perdóname, por favor…

Cubrí mi rostro con mis manos odiándome a mí mismo, odiando mi vida. Por primera vez en mucho tiempo quería mi vista de regreso, quería poder verlo aunque fuera por última vez, sólo eso quería pero no era justo que alguien como yo tuviera cosas buenas, de la misma manera que pensé hace tiempo (que para alguien como yo la muerte sería muy sencilla) pensé que si pudiera verlo sería darle un regalo a alguien que no merecía absolutamente nada.

Me quedé parado a una distancia prudente como si pensara que en cuanto la puerta se cerrara, Di Giovanni accionara su magia y me hiciera evaporarme, él no era malo, sólo era una persona con un carácter difícil y cambiante, siempre había sido complicado anticipar sus reacciones, siempre era una sorpresa para todos los que lo rodeábamos, si bien podía estar de pronto furioso y después reírse de cualquier cosa, con el tiempo me acostumbre, pero tampoco quería que me volviera una deforme masa de ectoplasma, no quería que me enviara al mundo donde van los que ya están muertos y los matan otra vez. Fue sin embargo algo que no esperaba, como siempre, él se quebró como una copa de cristal delante de mí, el Cedric Di Giovanni fuerte y confiando de siempre desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Le observé desde mi altura escuchándolo hablar de aquella manera. No me gustaba verlo así, era mi mejor amigo, o lo había sido, al menos yo lo seguía queriendo de la misma manera, y lo último que deseaba era que Cedric pensara así de sí mismo, que siguiera culpándose por lo que había pasado aquella noche. Pensé seriamente en sus palabras, que me dejaban sin palabras y pensé que lo que me había sucedido a mí no había sido tan malo como todo lo que a él le estaba pasando; como su mejor amigo conocía cuales eran sus sueños y sus miedos, y sabía que los primeros se habían roto, él habría querido ser como su padre, le gustaba meter las manos entre cables, tornillos y piezas metálicas, también tenía ese lado de su madre con un exquisito tacto por la pintura, él tenía un talento que a mí me había cautivado; y los segundos estaban muy presentes porque su mayor miedo era la soledad y si no fuera por el fanfarrón de McGowan estaría completamente solo…

—Hey, carotte… deja de hablar así—musité con suavidad porque no quería que se alterara más—lo que sucedió fue un accidente, no fue tu culpa… no negaré que al principio te odiaba, pero luego comprendí que tu no tenías la culpa, que son cosas que suceden, no lo entenderías… es cosa de muertos; lo que quiero decir es que mi tiempo terminaba allí… ya sabes como los elfos del Señor de los Anillos—sonreí ligeramente… me gustaban los elfos, eran sexys… Ced parecía un elfo ¡Concéntrate Louis!—Y si aún sigues con el drama y para estar satisfecho tengo que decirlo, está bien, te perdono, aunque no hay nada que perdonar.

Me acerqué agachándome poniéndome a su altura observándolo llorar y realmente se me partía el corazón, porque lo quería y no me gustaba que estuviera así, sabía aunque dijera todo lo que dijera él seguiría pensando que era un monstruo, un bicho raro, un asesino y seguiría odiando su vida, ahora comprendía porque su manía de hacer cosas estúpidas y peligrosas todo el tiempo. Me acerqué más y le rodeé en un abrazo que ninguno de los dos podía sentir.

—No permitiré que nada te pase y moriría todas las veces que fuera necesario por que tú estés bien, moriría de nuevo antes que verte a ti morir y tú sabes que no me importa enfrentar a mi propio hermano para protegerlo de sí mismo.

Tras salir de la habitacion me sente a escuchar musica fuera de la misma , estaba solo a pocos metros de la puerta, la distancia y el sonido del electro-pop en mis oidos impedirían que escuchara la conversación entre ced y su viejo amigo. Me sentia curioso, pero que mas podia hacer yo no era nadie para intervenir en algo privado, no en algo que no tenia que ver con migo. No podia llegar y decirle a Louis , “no me ire, por que es mi mejor amigo y no pienso dejarlo solo”….. No podia hacer eso por mas que lo quisiera. Quería estar ahí para el. Pero la situación no estaba a mi favor, tampoco estaba seguro de que Ced lo quisiera después de todo en cuanto Salí de ahí el no había mencionado ninguna palabra, seguramente el tambien deseaba estar a solas con ese fantasma.

que estara pasando ahí dentro susrre sin quitarme los audifonos de los oidos y sin bajar el volumen de la musica que estaba al maximo, no queria enterarme de nada, no si ced no queria que lo hisiera.

Me quede ahí sentado un rato mas antes de que pasaran al menso unos 30 minutos y me pare para caminar a la puerta. Levante mi mano y me detube, no sabia si tocar o no, y si necesitaban mas tiempo. Ahora estaba en un dilema.

FIN