¿Te ayudo en algo? [Alelí]

La miré, enserio estaba asustada por reprobar. En realidad porque fuera mi hermana no significaba que la fuera ayudar así que simplemente cerré el libro que tenia y mirándola me reí. ¿De ella? Por supuesto que sí, me parecía extremadamente tierno el hecho de que estuviera tan ataviada. Si Ali lo estaba, no me imagino como estarían los demás alumnos. Igual de torturados.

Me sentí feliz.

Es que el placer más grande en la vida de alguien — Específicamente en la mía— iba a depender directamente con la cantidad de sufrimiento y confusión que hubiera en el exterior. Desde siempre había sido así, y aunque yo no me sintiera bien porque mi hermana estuviera preocupada, admito que me causaba un poco de satisfacción que por medio de ella me enterara que los demás estaban igual y hasta más torturados con mi clase.

Integrales, integrales dobles, triples, ecuaciones múltiples y derivación eran los temas para el primer examen ¿De qué se quejaban? Yo tuve dos temas más en el primer examen que presente. Estoy siendo hasta “Bueno”. Nah, no es cierto. No sería bueno. No con extraños. ¿Con Ali? Ella iba a tener que estudiar igual que los demás.

— Si estudias muy bien, como dije en clases entonces sacaras el examen. Si no estudias entonces reprobaras — Le dije dando palmadas en su espalda — Comienza con los ejercicios de la clase Al. Sera más sencillo cuando entiendas esos, luego ve al libro e intenta unos de mayor dificultad. No pretendas llegar a los más difíciles sin pasar por los escalones más bajos — Me miró con un poco de esperanza. Pero entendí a que se refería y negué — Yo no tuve que empezar así, pero bueno no todos son como yo — Me jacte de mi inteligencia.

Ali tomo el libro y me lo planto en la cabeza.

Llevé mi mano a donde me había golpeado y puse cara de dolor. Pero luego le sonreí y comencé a hacerle cosquillas. Sus carcajadas se hicieron sonar en todo el jardín. Hacía mucho tiempo que no jugaba con ella como solíamos hacerlo en el castillo.

Mi hermana para mí era como una hija, en realidad mi protección completa iba para Ali, Astaroth podía cuidarse solo porque ya era grande pero ella, era joven, llena de inseguridades y con muchos cuervos cerca de sí. Mi trabajo era cuidarla.

Me levante y ella detrás de mí, comenzamos a correr por todo el jardín persiguiéndonos el uno al otro sin parar por un buen rato. Era la primera vez en bastante tiempo que me divertía así. Mi traje se ensucio un poco pero no importaba, Ali estaba riendo y eso era lo más importante.

Luego de un rato de estar jugando con Derek como cuando éramos niños, terminamos sentados en el césped comiendo unas galletas que no tengo idea de donde saco — Mi hermano siempre tenía trucos bajo la manga — ¿Trucos? Recordé en ese momento lo infinitamente feliz que era cuando tenía seis años y Derek hacia un truco de magia, el cual consistía en hacer volar una pequeña hoja de cualquier árbol en la palma de su mano.

Nunca aprendí el truco detrás de eso, recuerdo que él me decía que era un mago, siempre me había gustado. Por eso, tome una hoja verde que había caído en ese momento del gran árbol debajo del cual estábamos sentados y se la mostré

—¿Recuerdas lo que hacías? — Sonreí — Me hacía muy feliz ese truco tuyo ¿Puedes hacerlo? Por favor hermano hazlo.
Él dudo un poco, hacía mucho tiempo que no le veía dudar sobre alguna cosa. Iba a tomar la hoja cuando sentí un llamado.

Alelí, ven…estoy en la capilla

Me levante en ese instante, el libro cayó al suelo
Era un llamado tenue, pero a la vez firme. Una voz dulce que me decía que fuera con ella. Una calidez me invadió desde el cabello a la punta de los pies, una ternura y un deseo de ir, de descubrir lo que pasaba.

—¿Escuchaste eso? — Derek no se levanto y la voz continuo llamando. Tuve deseos de correr. ¿Qué era? ¿Por qué?

Mis piernas se movieron solas…el libro quedo en el suelo y di pasos en dirección a donde la voz me llamaba…Escuche a Derek levantarse detrás de mí y decirme algunas palabras pero mientras más pasos — Por cortos que fueran — Mis oídos menos escuchaban a Derek.

Alelí y yo jugamos largo rato en el jardín, corrimos como niños de un lado a otro durante largo tiempo en el que nos olvidamos de clases, problemas y demás tipos de situaciones que pudieran aquejar nuestra diversión. Simplemente jugamos. Un juego que desde hacía mucho tiempo yo no tenía huecos en mi agenda para poder ejecutarlo con mi pequeña y adorada hermana.

Nos sentamos luego del arduo juego a la sombra de un árbol para compartir un bocadillo que tenía guardado, galletas de chocolate y algunas de vainilla. Nuestras favoritas. Si tan solo tuviéramos te en realidad seria perfecto. Pero había que adaptarse a lo que se tenía y a lo que no se tenía. De eso se trata la vida, de adaptarse a los cambios. Evolucionar y fusionarse con el medio que te rodea.

Estábamos charlando amenamente cuando ella tomo una hoja del suelo y me pidió que realizara aquel acto de magia con el que la entretenía de niña…Yo había descubierto mis poderes a muy temprana edad por motivos que ahora mismo no recordaba. Siempre sentí un vinculo muy especial con mi hermano mellizo llegando incluso a compartir muchas de sus emociones. Esto por supuesto fue algo que tarde varios años en darme cuenta pues mis cambios de humor repentinos eran cada vez más serios y fue entonces cuando me di cuenta de que no eran mis emociones sino las de Astaroth ligadas a las mías.

En fin, había pasado mucho tiempo y aquello me sorprendió, en realidad no esperaba que Al recordara aquello…Iba a tomar la hoja cuando algo paso por mi cabeza en ese instante.
Alelí yacía tirada en el medio de una capilla muerta…Su cuerpo morado en pleno estado de descomposición olvidado de todo…Ella se levanto, me hizo unas preguntas pero su rostro parecía ido. Estaba como en un trance. Dio pasos en dirección opuesta a mí.

Me levante en ese momento.

— Al — La llamé tranquilamente pero ella seguía hablando de la voz, que tenía que ir con la voz ¿Qué voz? Yo no podía escuchar nada —Alelí — Llame un poco más fuerte. Totalmente en vano. Ella seguía caminando y alejándose de mi protección.

No lo notó, no notó cuando mi cuerpo se fragmento y apareció frente a ella. La tomé por los hombros con más fuerza de la que la debí haber tomado. Pero su mirada seguía perdida
—¡ Alelí Danae Esmeralda Prideux Marie! — Le grite sacudiéndola y fue en ese instante que ella volvió en sí. Me miro y luego me abrazo con fuerza —¿!Que paso?! — Cuando se trataba de ella, mi desesperación aumentaba. Ella estaba en peligro…

En mi cabeza las cosas pasaron con bastante lentitud y en realidad no supe distinguir ni prever lo que mi cuerpo hacia. Simplemente se movió como si fuera un pequeño pez detrás de un anzuelo. Cuando sentí que me estremecían y volví a abrir mis ojos, la mirada gris de mi hermano mayor estaba allí. Le abrace con fuerza cuando un extraño sentimiento de tristeza atravesó mi garganta e hizo un nudo en mi estomago.

¿Qué me está ocurriendo?

Me pregunte a mi misma mientras mis ojos empapaban la camisa de Derek con lágrimas. Levante mi rostro y le miré confundida. El se confundió más, al mirarle pero no le deje hablar.

Tome su mano y recogiendo el libro del suelo le obligue a correr dentro del edificio.

— ¡Hay que entrar no quiero estar afuera! — le dije sin parar de correr. El me detuvo en medio del pasillo a medio entrar y me encaro.

— Alelí, explícame que sucedió afuera —

¿Cómo explicarle algo que ni siquiera yo sabía cómo explicármelo a mí misma? No podía, en realidad no sabía, estaba muy confundida como para hablar con él. Simplemente negué con la cabeza y subí corriendo las escaleras y no pare hasta encerrarme en mi habitación. Me tire en la cama sin siquiera quitarme los zapatos y cubriéndome con la sabana me quede allí.
El miedo aun corría por mis venas