¿Necesita algo? (Derek)

Días después de que conociera a mi maestro de clases de matemáticas en un primer encuentro no muy agradable para mi pues había tenido la real impresión de que me quería humillar a como de lugar en frente a todo el resto de mis compañeros, cosa que no permitiría que sucediera pues pasaba de pasar vergüenzas, ahí estaba yo, caminando en dirección a la sala de Profesores. Por alguna razón que yo desconocía Derek me había citado en el salón de profesores.

Al llegar al segundo piso paso por la dirección y un par de pasillos mas aya, ahí se encontraba la sala de profesores. Me detuve antes de entrar a esta pues no tenia ni idea de lo que pasaba, no tenía malas calificaciones

En ese momento la idea de que quizás fuera una especie de castigo tardío por lo que había pasado en su primera clase, el hecho de que saliera sin avisar y ni siquiera haber cerrado la puerta podía ser uno de los causantes para mi misteriosa cita con ese sujeto.

Tome la manecilla de la fuerte y entre en el salón. Un lugar que no conocía, muchas veces me habían citado a la dirección por motivos claramente diferentes a los que normalmente se usaban para citar a un alumno en ese lugar, yo no tenia problemas ni de conducta ni de notas así que jamás me llamaban por eso. Siempre para permisos especiales de salida o para llamar a mi madre cuando su firma era necesaria. Mire a mi alrededor notando un piso muy brillante, la limpieza era muy notoria en ese lugar y eso me agradaba.

En cuanto mi mirada se dirigió al frente pude ver una mesa redonda de una brillante madera y rodeada por sillas de madera con forro aterciopelado

¿Mando a llamar?

Pregunte con un tono de voz firme, sabia que así era, pero quería que el lo dijera. Fue en ese momento cuando me quede en silencio, de pie junto a la silla esperando que aquel hombre me respondiera. Me quede un tanto intranquilo, por alguna razón el aura de ese sujeto me hacia sentir incomodo, era oscura, todo lo contrario a lo que normalmente eran las auras humanas. Negué con la cabeza. Debían ser imaginaciones mías solo por que no me agradaba

¿Que es lo que necesita?

Allí estaba yo, sentado tomando mi taza de café preparando el dichoso examen que les haría a mis estudiantes en unos días, resolví el último ejercicio unas dos veces más de lo normal de varias formas — Mas formas de reprobar el examen para ellos — para colocarlo y rehacer todo el examen. Luego destruirlo claramente porque con estos estudiantes uno nunca sabe, mejor quemarlo y lanzarlo a algún rio donde no puedan descubrirlo.

Supongo que al final del año cuando sepan de matemáticas y de estudiar, me lo agradecerán y si no, pues tampoco me importa.

En realidad lo que pase o deje de pasar con esos estudiantes poco me importa. Lo único importante aquí es la misión que llevo de por medio y lo que me trajo a este lugar alejado.
En fin, las cosas van bien, o al menos la biblioteca me ha dotado de nuevos conocimientos y mi “padre” igual, aunque las amenazas siguen siendo las mismas.

Saqué en ese momento mi diario y anote un nombre en él, iba a releerlo cuando escuche pasos. Sentí una presencia y el dueño de dicha presencia hablo.

—¿Mando a llamar?— Dijo con un tono fuerte ¿Qué demonios hacia el chico este en mi oficina? ¿Yo lo había mandado a llamar? Quizás sí, quizás no. Estaba pensando cuando continuo su charla —¿Que es lo que necesita?— ¿Necesitar? ¿Yo de él? Obviamente nada. Pero luego después de unos segundos recordé, sacando mi lista.

Solo dos nombres

Annabelle y Natlian McGowan

En ese instante recordé todo…El teléfono, la salida inesperada por problemas familiares. Claro, el castigo.

—Joven McGowan, adelante. Tome asiento por favor — Le dije cruzando los dedos de mi manos y apoyando los codos en la fina mesa — Estoy en la penosa obligación de regañarle — Di una vuelta en la silla y volví a ponerme cara a cara — No lo vea como regaño ni como un castigo sino como en un — Medite un poco la palabra — En un aprendizaje. En una experiencia de su vida adolecente y paso a la adultez pronta

Me levante de la silla y comencé a caminar por la oficina.

—Yo se que todos tenemos problemas, obviamente yo también los tengo. Pero aún así manejo prioridades ¿Cuál es mi prioridad? Guiarlos en el camino del aprendizaje. Ese dichoso y mágico mundo del que son las matemáticas — Guardé silencio un segundo para retomar — El punto es, que usted salió de mi clase de una manera poco convencional — Estaba a espaldas de él — Una forma en la que no me gusta, pues vera joven. Mi trabajo es encaminar a mis “polluelos” uno tras otro a la sabiduría, y cuando uno de mis polluelos rompe filas, entonces tengo que encaminarlo nuevamente — Di otra vuelta para volver a sentarme — No de mala forma, y entiendo que usted tenga sus problemas y créame, yo no actuare de psicoterapeuta porque no soy nadie para solucionarle los problemas a los demás, pero tengo que solucionar los míos y que usted se halla marchado de mi clase, es un serio problema para mí — Volví a sentarme y tome una hoja y un papel — Por eso, de hoy en adelante usted. Tendrá un papel sumamente importante en la materia. Es hora de que se interese un poco e interese a sus compañeros. Entonces será mi asistente en la materia claro está — Genial, ahora tenía un esclavo — Un joven responsable, como usted se encargara de avisar a sus compañeros sobre las cosas que hay que hacer y ayudarme a mí en la tarea de enseñarle a ustedes, mírelo como un mediador. Esa persona, ese canal entre mi persona y los estudiantes — Vi otra vez la hoja — Pero no estará solo y su primera tarea será informarle a la joven Annabelle Van Baumgärter que será su compañera en esta misión emblemática. Si tiene alguna duda, no tenga miedo de preguntar, estoy aquí para resolver todas y cada una de esas interrogantes que puedan surgir en el camino

Fruncí el seño en cuanto escuche cada una de las palabras de la extensa Perorata que mi “adorado y querido maestro” me estaba dando, de verdad tenia que ser de esa manera , ahora me llamaba polluelo , yo no era ningún ave , suspire cansinamente mientras a mis oídos seguían llegando sin parar sus palabras. Después de un rato de escuchar dicho discurso por parte del profesor fruncí la boca algo molesto. ¿su ayudante?, ¿en serio?, claro que no, eso no pasaría ni en sueños, tenia demasiadas tareas para que el me pusiera otra simplemente por capricho , yo no era su esclavo y si era tan ineficiente como para no poder dar una clase por si mismo que buscara otro trabajo , el resto no era en absoluto problema mío, no me importaba que otro castigo me quisiera poner , pero ese no lo aceptaría de ninguna manera.

Me temo que no podré complacer su orden mas bien capricho, pensé para mi mismoEsto se debe a que soy una persona muy ocupada y mi tiempo es limitado, como usted lo ha dicho , todos tenemos problemas y uno de los míos tiene que ver con el tiempo. Como sabrá ya por sus años como docente, si es que los tiene y de verdad creo que tiene experiencia ,Matemáticas no es la única materia impartida en este o cualquier otro establecimiento y por ende necesito tiempo para estudiar, estoy en diversos talleres “debo practicar hechieria y artes marciales” pensé y también tengo una muy limitada vida social que debe ser vivida por lo que no puedo aceptar un castigo que requiera de tanto tiempo , así que lo lamento mucho pero Annabelle tendrá que buscar otro compañero para realizar esa hermosa tarea como usted la llama

En ese momento me crucé de brazos algo pensativo, sabia que el maestro estaba molesto con migo por lo que había pasado en la clase y a pesar de que si, había sido mi rebeldía, el no podía ponerme de esclavo cuando se le dieran ganas. Por lo que antes de que siquiera dijera una palabra me adelante a el y continúe con mi respuesta

Así que usted dirá que Clase de castigo me pone por mi acto de delincuencia dije con una obvia ironía Pues no aceptaré esto, espero que entienda mis motivos o no me quedara mas remedio que hablar con mi madre para que venga y ella arregle los problemas

Odiaba acudir a esos métodos, pero era obvio que ese profesor me detestaba y si no le mostraba quien mandaba desde un comienzo no me dejaría en paz en todo lo que restaba del año escolar. Guarde silencio esperando que me dijera algo.

¿Su madre? ¿De verdad está amenazando con traer a su madre? No, no, no. Esto tiene que ser una broma, una de muy mal gusto. Me dije para mi mismo en ese momento. Intente no reírme, por respeto. Tengo frente a mí a un joven que me habla de que no tiene tiempo por una vida social muy agitada y luego me dice que si no desisto traerá a su madre. Sin duda era sorprendente su nivel de divague. Obviamente no estoy dispuesto a titubear y menos ante semejante patraña de niñerías.
Sonreí cerrando mis ojos para luego volver a verle.

—Joven McGowan usted no ha entendido bien la situación que manejamos —Siempre mi tono calmado— No le llame aquí para preguntarle si puede hacer tiempo en su complicada agenda para el castigo — Comencé y di otro sorbo a mi café —Le llame aquí para hacerle conocedor de su castigo, y su castigo es este. Un castigo que compartirá con la señorita Van Baumgärter por haber faltado a mi clase — Le miré seriamente — Seria irónico. No, ridículo es la palabra que yo le hubiera llamado para reunirnos y decidir bajo sus condiciones el castigo ¿no cree? Usted es un joven bastante inteligente y sé que entiende la situación. El castigo es ese así que tendrá que hacer un hueco en su apretada vida social para esta misión — Pensé un momento — Es más, la idea de hacer el trabajo en equipo es minimizar las cargas y así mismo reforzar el trabajo en equipo —

Noté como el joven me miraba de mala forma. Su enojo se podía tocar en el aire, de seguro estaba a punto de ponerse a llorar y llamaría a su madre. Su madre, aun aquello me causaba una gracia tremenda.

No me malentiendan, mi trabajo me gusta hacerlo solo ya que no confío demasiado en los demás como para entregarles la responsabilidad que conlleva mi trabajo.

—este castigo es necesario y una recomendación directa del director. Su única tarea es pasar una hoja en blanco cada mañana y que todos los estudiantes firmen con su nombre, apellido y firma y entregármelo cuando culmine la clase. La joven annabelle se encargara de mantener en orden el salón cuando yo llegue ¿Es muy difícil la tarea? ¿Acaso usted no puede pasar una simple hoja de papel por el salón? — Le cuestione, sin duda no iba a dejar en manos de dos mocosos una responsabilidad tan grande como llevar mi trabajo ¿Qué pensaba? Lo único que quería era orden en el aula cuando llegara. Eso implicaba una lista con los estudiantes presentes y los pupitres acomodados. Nada más. ¿Tan inútiles estaban los estudiantes de ahora que ni siquiera eso podían hacer? En mis tiempos, me ponían junto a mi mellizo de rodillas sobre tapas de refresco al sol para aprendernos la tabla de multiplicar. Ahora lo llaman “Tortura”. Eso es lo que estos mocosos necesitan.

—No quiero estar en la penosa posición de decirle a su respetable madre que su hijo no está en la capacidad de llevar a cabo esta simple tarea, y hablando de madres ¿De verdad es usted ese tipo de personas que cuando tienen un problema corren a esconderse detrás de la falda de sus madres sin siquiera preguntar qué es lo que tiene que hacer? Vamos joven su madre no le durara toda la vida. Aprenda desde joven a tomar responsabilidad de sus acciones y a acatar órdenes, ya es su culpa que está usted aquí — Pensé un momento — Aunque, hablar con su madre también sería una oportunidad grata para conversar sobre ese problema familiar suyo que le aquejo a mitad de mi clase. Quizá, la charla sirva para brindar mi apoyo a su familia. Soy un profesor dado a los estudiantes joven — Le sonreí ampliamente —En cualquiera de los casos, el castigo ya está dado y no hay derecho a cambiarlo.

En serio al tipo no le importaba nada de lo que le dijera el estaba empeñado en que yo cumpliera su castigo sin importarle como lograrlo, era uno de esos maestros caprichosos que usaban palabras ofensivas disfrazándolas de amabilidad, ya había tenido un percance en mi adolescencia con uno de esos maestros a quien sin querer había dejado en coma por dos largos meses debido a un ataque mágico , no quería que se volviera a repetir, estuve a punto de aceptar el castigo en cuanto el cometió un error, mencionó a mi madre . Me decía que ella no estaría para mi por la eternidad

Usted no tiene derecho a mencionar a mi madre, mucho menos decirme que ella no estará con migo para siempre , ¿Qué es lo que usted sabe de mi?, yo se lo diré, usted no sabe nada, de mi, no tiene idea de quien soy o lo que soy, ¿sabe si me gustan las chicas o los chicos?, ¿sabe si soy diestro o zurdo?. ¿sabe cuales son mis peores miedo?, ¡¡No!!, usted no sabe nada de nada, no tiene idea de si mi madre ha estado con migo o no, lo que acaba de decir era una estupidez y perdóneme la mala palabra, pero es que en realidad lo es , mi madre en ningún momento importante estuvo aquí, cree que la veo los fines de semana?, nunca pasa, siempre estoy con mi padre o un mayordomo, nadie mas, mi madre todo lo que hace es dar ordenes y actuar como su yo fuera un objeto al cual pulir para que en el futuro sea de gran uso para la sociedad , pero no la tengo apoyándome y defendiéndome como usted lo piensa, si le dije que hablaría con mi madre es por que es ella la que paga una gran cantidad de dinero por mis estudios en este lugar y todo lo que le diría a ella era que me cambiara de colegio, no tengo por que sopórtate tus impulsos de maestro mandón, así que hazme un favor Derek y no la vuelvas a mencionar mucho menos a hablar como si lo supieras todo acerca de mi

Me cruce de brazos, estaba que echaba humo por las orejas de lo irritado y molesto que me había puesto su comentario, me había tocado uno de los puntos que mas me dolían, el no tener a mi madre para que me apoyara en lo que necesitaba era realmente molesto y dolía mucho, sin embargo no quise darle en el gusto al maestro Derek y aun irritado volví a hablar

Bueno, como sea, acepto su castigo dije volviendo a tratarlo de usted ya que hacia solo unos segundos atrás lo estaba tuteando furioso, mis latidos cardiacos se regularizaban síntoma de que mi enojo comenzaba a disminuir, no sabia si había puesto fecha de inicio o no, pues mi enojo me había cegado así que pregunte con un tono que cada vez se calmaba mas

Bueno usted dirá cuando comienza mi castigo

Escuché el parloteo sin sentido —Una vez más— del adolecente reprimido. Siempre me he hecho una pregunta, si los padres no van a enseñarle nada a sus hijos de valor ¿Por qué lo tienen? Es decir, podrían follar con protección, abortar o hacerse una vasectomía ¿Para qué llenar el mundo de vástagos buenos para nada? Y que quieren buscar un terapeuta en cualquier parte.
Aquí estaba Natlian, diciéndome que llamaría a su madre y luego sale que su madre nunca ha estado con el ¿Bipolaridad? ¿Dónde? Es como hablar para atrás y para delante. Un chico perturbado y con ganas de perturbar a los demás ¿Qué culpa tengo yo de que tenga un autoestima tan bajo?

—En fin, joven McGowan. De todo lo que me ha dicho en realidad solo me quedan claras dos cosas y es de su falta total de autoestima y además de su bipolaridad extrema. En realidad me importa poco si madre estuvo con usted o su padre. Esa es su vida y no se la este contando a todos pues solo deja a relucir lo poco profesional y extremadamente infantil que es usted. No se dé ínfulas de gran “hombre” como se las da al tratarme como su igual, recuerde que nisiquiera es mayor de edad. Soy el profesor Saxe para ti y para todos tus compañeros ¿Ha quedado claro?— Acerque a él unas hoja con unos ejercicios — Entréguele una cada estudiante y recuerde que usted y la señorita Annabelle son un grupo y si no entregan los ejercicios al inicio de la clase no van a presentar. Es algo que se dijo en clase y que usted ni ella escucharon porque o no llegaron o se fueron. Pero eso no es mi problema— Me levanté de la silla — Su trabajo empieza —Levanté la manga de mi traje y mirando a mi reloj espere que la manecilla grande se moviera una vez más, a la hora adecuada — En este instante. Suerte. Puede retirarse — Me volví a sentar no si antes decir algo más —Por cierto, le recomiendo ayuda profesional para sus problemas personales. Contarle esas cosas a todo el mundo sin que le pregunten es un indicio de que algo no está nada bien. Ahora, retírese que estoy bastante ocupado— Terminé y sin prestarle más atención simplemente me puse a revisar algunos documentos que estaban en mi escritorio para luego firmarlos y sellarlos.

¿De verdad tenía que ir tras los malnacidos para castigarlos? Si todos eran como este, iba a terminar ahorcándolos uno a uno.

En ese instante, me quede bastante pensativo, habían algunas cosas que me habían estado perturbando, obviamente Natlian y su drama pero…Había algo más. Quizás mi padre tenía un nuevo mensaje para mí. O solo era mi presión arterial por los cielos de tanto aguantar estupideces en un momento. En fin, fuera lo que fuera. Me estaba fastidiando.

Escuche lo que el maestro ,sonreí un poco cuando lo escuche darme toda su aburrida y falsa charla a cerca de buscar ayuda profesional por que contaba mi vida sin que los demás me la preguntaran, no era como si yo fuera contando mi vida a medio mundo, pero a el se la había aclarado exclusivamente por que había comenzado a hablarme como si me conocieran. Solté una carcajada que decidí callar cubriéndome la boca con una de mis manos cuando me llamo poco profesional , en realidad lo era, ¿como ser profesional sin haber salido de secundaria aun?, Derek decía cosas sin sentido cuando no se daban las cosas como el quería y me agradaba verlo así de ofuscado.

Claro profesor, lo que usted diga dije con un tono sarcástico mientras tomaba las hojas que Derek me había dado, en ese momento me dijo que mi trabajo comenzaba en ese mismo instante. sonreí , el tipo de verdad me odiaba y no planeaba dejarme tranquilo, pero en fin, si quería guerra, eso le daría, no por que fuera un profesor le pondría las cosas fáciles.

En ese caso será mejor que me marche ahora mismo camine hacia la puerta dándole la espalda sin embargo no me podía ir de ahí sin hacer algo en su contra, no podía permitir que me venciera tan fácil mente . Me voltee mirando la taza de café de mi maestro y dije Por cierto… en ese momento con el poder de mi mente acelere las moléculas de la taza en un efecto de telekinesis avanzada mejor conocida como Havokinesis provocando que esta explotara. Rápidamente dirigí sin que fuera evidente uno de los vidrios de la taza, el mas pequeño para ser exacto hacia la cara de Derek sin embargo algo lo desvio. No pude cortarle el rostro. Pero el liquido que la traza habia derramado habia provocado que derek se quemara las piernas .esboce una sonrisa satisfactoria lo veo en clases de matemáticas

Acto seguido a esto Salí de su oficina para caminar por el pasillo pensando en lo que había hecho, seguramente Derek encontraría un motivo lógico para la explosión de su taza de café tales como eran los cambios bruscos de temperatura en el, bueno la verdad no me preocupaba, no podía echarme la culpa de algo inexplicable y si lo hiciera todos lo tomarían por un demente. Reí satisfecho y camine en busca de los alumnos a los cuales les debía entregar las hojas que Derek me había dado

La taza exploto repentinamente cuando el malcriado McGowan hacia su retirada heroica. Las esquirlas de porcelana saltaron por todas partes y una iba directamente a mi rostro. Lo vi claramente y utilice mis poderes para desviarla ligeramente su curso evitando así un corte innecesario en mi rostro y que me tuviera que manchar las manos con la sangre de un ser tan poca cosa como lo era Natlian.

Se despidió, mientras el caliente café caía en mi fino pantalón beige — La mancha no saldría nunca — Lo caliente no me quemo demasiado, Adam acostumbraba a quemarnos con cera. Así que esto era como un paseo. Pero igual eso no quitaba la insolencia del muchacho aunque en realidad lo vi de otra forma.

Es decir, ya pasaba de lo ridículo a lo ignorante. Se supone que esta institución es la cuna de los cazadores de brujos y él se ponía a hacer alarde de sus poderes en público y frente a un profesor ¿Y si yo hubiera sido cazador? Ahora entendía porque los brujos se estaban extinguiendo. Si todos son tan ignorantes como este muchacho en realidad los cazadores se iba a volver flojos pues los brujos se estaban delatando ellos mismos. Pero gracias a su indiscreción ya tenía uno al cual vigilar y si este era el que nosotros necesitábamos sería demasiado fácil. Por eso de alguna manera lo descarte, no creo que nos hallan traído aquí pistas tan complejas para que todo terminara con un brujo adolescente inepto.

Me levante del escritorio, ahora tenía un problema ¿Cómo llegaría a mi habitación sin que nadie viera la molesta mancha? Oh, maldito McGowan. Jugando como un niño en un preescolar.

Desvié mi atención del chico. No había tiempo para estar haciéndole la vida imposible a los estudiantes, aunque — Sonreí— Seria divertido seguir molestándolo. Por diversión y hasta por placer de ver sufrir a alguien. Natlian y Anna, serian los encargados de satisfacer mis mórbidos gustos de dolor y sufrimiento ajeno.