Una pelea de improvisto y una victima herida (Aleli Saxe )

por **Razvan A. Fournier** Miér Ene 30, 2013 11:18 pm

Nuevamente era libre de caminar entre los vivos, un hechizo me libero de las ataduras mas oscuras para dejarme dormir en el cuerpo de un jóvenes mago, un hechizo que me dio la oportunidad de vivir si algún día moría, ahora estaba en el cuerpo que le correspondería a mi tataranieto, aunque sabia que con los días se iba muriendo lo único que podía hacer para que este cuerpo seria totalmente era matar a los 4 miembros vivos que aun quedaban de esta familia. Camine desde el bosque hasta la abadía en ruinas, nadie venia aquí por que estaba plagado de cosas que podían no ser bien vistas, sinceramente la simbología pagana en las paredes de este edificio totalmente oscuro, lleno de plantas donde los arqueólogos no desean escavar pensando que el diablo vendrá por ellos.

Cuando pise los suelos de aquel sitio delante de mi había un hombre de traje con una túnica larga de color carmín, tenia en su mano un cuchillo del ritual con el que Razvan me trajo a este lado. Me quede en silencio mirandole y corrí a este al igual que el otro empezando una pelea mortal donde por casi soy atravesado por aquel cuchillo, sabia que los cazadores me buscaban por la muerte de mi madre, aun ciegos de que el joven Razvan era inocente.-No puedes matarme, soy mas antiguo que tu.-le grite expulsándolo dentro del edificio, su cuerpo choco una de las ventanas destrozándolas, entre caminando mientras el tiempo se torno gris.-Eres y siempre serás un mortal.-camine frenando cuando se levanto pegándome una patada que me tiro contra el viejo altar, la sangre corrió por mi cara, mi cuerpo era mortal y si sufría daños las consecuencias serian mortales.-

Me levante para verlo a los ojos creando una esfera de magia negra que envolvió mi cuerpo nublándose mis ojos en un tono negro, el hombre se lanzo contra mi alzando la daga de ritual para la separación de almas pero al mismo tiempo alce mi mano creándose una explosión que se trago al cazador enviándolo a otra parte del mundo. El techo de la abadía se desmorono use un campo de fuerza para alejar los escombros, me puse contra la pared respirando agitadamente mientras tocaba mi cara con la sangre. Escuche pasos a lo lejos lo mejor seria hacerme la victima.-Auxilio por favor!, alguien que me ayude.-dije mientras usaba mi mano para poner una piedra pesado cerca de mi pie, alce la mirada rompiendo una de las cadenas del techo para que quede como evidencia que fue un derrumbe repentino. Mire la daga del ritual en el suelo y la expulse bajo unas piedras donde se quedaría por varios años si no quería salirme de este cuerpo.-¿Alguien afuera?.-pregunte adolorido.-

por **Alelì Saxe** Jue Ene 31, 2013 9:59 am

No entendía la razón por la cual me encontraba caminando por aquel sitio ¿explorando? ¿Desde cuándo yo tenía espíritu de exploradora? Negué con la cabeza observando todo. Cada día el internado me sorprendía con un nuevo y totalmente distinto ambiente. Ya no era el lago, ya no eran los fríos y extraños pasillos del edificio antiguo con sus pisos de madera crujiendo y el viento haciendo ruidos de “fantasmas” cuando pasaba por los pequeños espacios de las ventanas. Ahora me encontraba cerca de una construcción en ruinas bastante particular.

Abrí un libro de fotografías que había encontrado en la biblioteca y comencé a pasar sus páginas. Me encontré en una a la antigua abadía, obviamente el tiempo no había tenido consideración con ella pues se encontraba en un grave estado de ruina. Había escuchado que no se podía tocar pues era un legado histórico y debía mantenerse tal como estaba.

Saque de mi bolso un pequeño pastelillo de chocolate, Londres era el paraíso de los dulces, habían de todos los colores y en todas sus presentaciones, especialmente por las gomitas que eran mi fascinación. Comí a grandes bocados degustando el fino sabor de aquel maravilloso chocolate.

Hasta que escuche un ruido proveniente del interior de las ruinas. Mis ojos se pusieron casi en blanco, de seguro era uno de esos fantasmas que se la pasaba merodeando según mis compañeros de clase, pensé en dar media vuelta y emprender la retirada pero una voz masculina comenzó a implorar ayuda.

—Al, no puedes dejarlo allí — Me dije a mi misma cuestionándome si entrar o no —Y ¿Si es un fantasma? —Ahora parecía a un particular personaje de la tierra media que hablaba solo.

Escuché una vez más la voz, preguntando esta vez si había alguien afuera. Termine de comerme el pastelillo y corrí al interior. Cuando me aproxime, me di cuenta de que había un derrumbe y a lo lejos un hombre ¡Sangrando! Corrí con más velocidad en su ayuda, cuando llegue le mire. Lo había visto en alguna parte, en este instante no recordaba donde pero lo había visto.

—¿!Se encuentra bien?!— Pregunté sacando la cadena que estaba sobre su cuerpo —Déjeme ayudarle — Exclame mirando al techo, no quería que hubiera otro derrumbe conmigo dentro.

por **Razvan A. Fournier** Jue Ene 31, 2013 11:54 am

-Si, bueno mas o menos. Señorita andar por estos lados sola a esta hora es contra las reglas.-comente dejando ver la insignia de prefecto del St Edward sobre mi pecho del lado izquierdo, me deje ayudar por ella como pude para al final lograr soltarme de aquella maldita cadena, mire el techo soltar arenilla eso no se veía bien.-Salgamos no es seguro.-comente para caminar con su ayuda hasta salir por fin sentándome en las escaleras de la abadía donde sabia que nada malo me pasaría.-

-Estaba siguiendo a lo que mi parecer era un chico, pero cuando llegue algo se soltó del techo, el chico estaba parado delante de mi pero desapareció, estos malditos fantasmas me van a terminar matando un día de estos.-dije tocándome la cara, tenia sangre, bueno ya no sangraba al menos pero sabia que eso dejaría una marca, claro que luego la borraría con mi magia. Mire a la chica para luego pasar la mirada a mi pierna, me dolía la patada que ese cazador me dio me dolió bastante, nunca antes había sentido un dolor como este, cada día sentía como mi alma no se adaptaba del todo al cuerpo de Razvan, era como si peleara internamente dentro de mi por liberarse.-

-De todas formas, estoy bien solo advertiré de esto al director, podría ser peligroso para los alumnos. La seguridad de usted y los demás son importantes para mi.-le comente con una pequeña sonrisa, ahí es el momento donde el diablo puede manifestarse con la inocencia mas pura. Podía ganarme amigos muchos de ellos o podía hacer que me odies tanto que el poder de tus emociones me hacia mas fuerte, como un fantasma negro que se alimentaba del terror de los demás para ser mas poderoso. Me levante pero me caí sentado de nuevo aunque no estaba en mal estado tenia que fingir, golpee el suelo para sentirme mal por estar en este estado aunque solo fingía.-Demonios..mi cabeza..-dije actuando como si estuviera mareado.-

-Disculpe mi mala educación, me llamo Razvan Fournier, soy el nuevo prefecto. Aunque con esta pinta parezco el nuevo fantasma.-se ríe divertido aunque deja de hacerlo al tocarse la cabeza donde tenia la herida.-Menuda suerte la mía.-comente para ver dentro de aquel edificio, fruncí un poco la mirada para que el resto del techo se desplomara así no abría mas accidentes.-Menudo lió..-comente mirando el piso.-

por **Alelì Saxe** Jue Ene 31, 2013 1:44 pm

Cuando hizo ademan de mostrarme su camisa, mi sorpresa fue grande pues estaba en presencia del prefecto del internado, se estaba haciendo tarde y yo no estaba en mi habitación “Genial Alelí, más problemas” me dije a mi misma caminando hacia la salida con el prefecto, estaba bastante herido. Esas ruinas eran un peligro muy grande aunque…

Miré detenidamente la estructura y comencé a dudar de que se hubiera caído de la nada, es decir, aunque eran muy viejas esas bases eran totalmente solidas y el techo se había roto al caer. El viento no lo pudo haber tirado. Si alguien hubiera saltado en el techo pudiera ser que cediera un poco, pero ¿Quién estaría trepando en el techo? Comenzó a comentarme que seguía a un estudiante pero había desaparecido y luego menciono a los fantasmas. No me agradaba la idea de estar cerca de ellos. Si derrumbaban edificaciones entonces mejor estar lo más lejano posible.

—Soy Alelí Saxe — Me presente sonriéndole ligeramente, su herida aun estaba sangrando. En aquél momento el resto del techo se termino de caer, me asuste haciéndome un poco hacia atrás cuando los pedazos de escombro cayeron y la arenilla se levanto.

—Si, un gran lio — Dije sin dejar de observar las ruinas. Algo no me terminaba de convencer. Pero todas esas dudas se fueron cuando me di cuenta que de seguro estaba metida en problemas, este hombre era el prefecto y de seguro conocía a mis hermanos. No debí decirle mi apellido —Está sangrando mucho — Le dije agachándome y sacando un pañito blanco que tenía mis iníciales bordadas en uno de sus extremos. Me agache con cuidado de no mostrar nada pues tenía aun la falda del uniforme y con suavidad comencé a limpiar la sangre.

Cuando la mayoría de la sangre estuvo en el paño y no en su cabeza. Le hice señas de que sostuviera el pedazo de tela contra la herida, así dejaría de sangrar. No dije el motivo de mi presencia en aquel lugar, en realidad no tenía un motivo por eso lo omití.

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