Historia de St. Edward's College

El mundo que pisamos esconde secretos en rincones misteriosos, los ojos mundanos son ignorantes, pero en el fondo de sus almas siempre han sabido que hay cosas misteriosas más allá de su entendimiento, temen y su temor a aquel mundo de sombras les han llevado a cometer errores garrafales, cerrar su mente a las verdades que les rodean…

Muchos momentos de la historia narran las hazañas de los hombres contra las criaturas oscuras, contra las prácticas inmorales y pactos con el diablo, pero la cuestión es… ¿Qué es verdad y qué no? Pues bien… es difícil rescatar las verdades entre la maraña de mentiras y las justificaciones humanas para cometer pecados en nombre de Dios; no obstante, una historia que no está escrita no significa que no sea real. Yo les contaré una… la historia de un hombre.

Hace muchos años, un hombre tenaz, justo aunque soberbio y orgulloso, habitó en las tierras inglesas; desde temprana edad juró proteger a las personas de todo mal, su nombre era Edward Wickford. Por supuesto antes de él hubieron muchos más que lucharon por la causa, siglos y siglos, tal vez desde mucho antes que la historia empezara a escribirse… y seguramente de entre ellos provenía la sangre que corría por las venas de Edward. Lo Wickford eran una familia muy antigua que se había dedicado a la caza de brujas, no a aquella cacería falsa dónde miles de mujeres inocentes perecieron, si no de brujos y demonios reales. Edward recibió en su niñez armas en lugar de bonitos juguetes, recibió lecciones que lo instruirían en convertirse en un gran cazador, leyó libros antiquísimos y sus manos se mancharon de sangre maldita cuando apenas tenía trece años. Creció odiando a las criaturas que lo dejaron sin padre a la edad de cinco años, su odio solía cegarlo cuando estaba delante de esos monstruos y la piedad no cabía en su vocabulario. Con el tiempo maduró y comprendió algunas cosas, supo que no todos eran malos, adoptó algo que se llamaba sentido común y criterio, para entonces la adultez ya caía sobre sus hombros y muchas vidas robadas en su mente…

Y, ¿Qué tiene que ver ese loco con nuestro colegio?

En estos mismos muros donde tú estudias o pierdes tu tiempo, nació y creció Edward, incluso fue enterrado. Él fue quien fundó el colegio antiguamente llamado Saint Marie’s School en honor a su difunta esposa.

A algunos graciosos les gusta contar leyendas sobre el antiguo lugar, dicen que fue en sus jardines donde torturó y mató a cientos de brujas, en sus sótanos y mazmorras las encarceló y las dejó perecer hasta su muerte. Chicos y chicas aseguran que han llegado a escuchar los aullidos dolorosos de las criaturas asesinadas… probablemente sus cerebros se consumieron por tanto estudio.

Claro… siempre puedes ir a la capilla de St. Edward y preguntarle… aunque, es poco probable que te responda.