conociendo un secreto (louis)

siempre decia que las mejores aventuras ocurren rn aquellos lugars en donde una persona normal le teme al entrar de noche, como si alli pasasen cosas inimaginables, como si un muerto les apareciera de la nada y los hiciera correr escaleras abajo.


bey era la tipica niña que lejos de asustarse amaba explorar, subio al atico sin que nadie la viera y se puso a buscar por ahi cosas que fueran raras, ella tenia la loca idea de que un tesoro se escondia por alli y queria encontrarlo, sus ojos miraban en la oscuridad y solo se alumbraba con una pequeña linterna que no daba mucha luz que digamos.


pego un salto cuando algo toco su pie - solo es una asquerosa rata - susurro molesta y prosiguio, se estaba aburriendo teniendo en cuent que no pasaba nada interesante y que no habia nada divertido alli - este secreto sera dificil de hayar - murmuraba mientras se arrodillaba frente a unas cajas y las abria dejando ver su contenido, se puso a revisar a ver si a lo mejor tenia suerte y era alli donde se hayaba su secreto.


no podia leer en paz teniendo en uenta que algo hacia ruido, no le daba impprtancia pero le fastidiaba el ruidito, eran como pasos asi que penso que era la rata, suspiro y abrio un libro, era como un diario y de adentro cayo una foto, aunqie de lo borrosa que estaba no podia ver de quien se trataba, teniendo en cuenta eso supp que la foto era de hace varios años atras y que esa persona probablemente no existiera ya.

Miró por la sucia y estrellada ventanita los jardines oscuros del colegio, era de noche y ya no había nadie por allí, la mayoría estaba durmiendo o tratando de conciliar el sueño y entonces, cuando pensaba de verdad en eso añoraba una cama calentita y despertar a medio día, sólo cuando de verdad los pensamientos traspasaban su mente se sentía como si de verdad estuviera agotado y lo único que quería era descansar. Descanso… ¿Eso era? ¿Por eso estaba allí? Había escuchado el pasado muchas historias de fantasmas y leído libros que se basaban en ello, la mayoría se refería a ellos como almas que no descansaban en paz, aunque él no se sentía precisamente como un alma en pena, sólo como un aburrido adolescente sin mucho que hacer.

Para esa hora Cedric ya se había quedado dormido después de estudiar para un examen y lo suyo no era mirarle mientras dormitaba como un sufrido enamorado de un mortal, no había nada de interesante en las personas que dormían a menos que planeara despertarlas de un buen susto.
En momentos como ese, cuando Cedric no estaba disponible o cuando quería su espacio personal Louis se iba a explorar el edificio antiguo del colegio St. Edward’s, siempre descubría cosas nuevas, todavía no se le ocurría como presentarse ante los demás “Hola soy un fantasma y me quedaré aquí por un rato” “Ola k ase” “Bu, soy Louis el fantasma y he venido a asustarte” “¡Hola, seamos amigos!” No, nada de eso sonaba muy bien, tal vez supiera que decir si se topaba con alguien vivo sin intenciones de asustarlo, alguien vivo que no fueran ni su mejor amigo ni el compañero emo de éste. En realidad, pensó, podría pasar por uno más de los alumnos, hasta que alguien intentara tocarlo y se daría cuenta de que su cuerpo era etéreo, tal vez pegara un grito de muerte o se reiría del asunto, los humanos ya no eran tan ignorantes como en el pasado.

Y, sus divagaciones se vieron interrumpidas cuando escuchó ruiditos y después una voz que le sonó un tanto infantil, genial… gente para asustar antes de dormir, se escondió entre las muchas cajas que había allí y observó a una pequeña caminando. Por dios, Louis, no vas a asustar a una niña ¿o sí? No en realidad no…

—Hey… no deberías estar aquí—le dijo en voz baja saliendo de su escondite— ¿No has escuchado que este lugar está embrujado? Ya sabes… fantasmas y eso. ¿Qué haces aquí, pequeña?

Le sonrió manteniendo la distancia de la niña sin dejar de observarla, era muy tierna, repentinamente le recordó a su pequeña Danielle en quien trató de no pensar mucho.

levanto su via sin saber quien le hablaba y le sonrio al muchacho - shhh que sea un secreto - le dice tierna - mira se parece a vos-le muestra una foto, para ella era el pero con la oscuridad no se distinguiabien - me gusta loembrujado,los fantasmas no dan miedo yo pienso que son personas aburridas que necesitan amigos - rie con esa risita tierna que tenia y se levanta.

-y vos que haces aca? esta prohibido y dicen que se esconden cosas raras pero aun no las encuentro - sonrie, era re charlatana aunque no conociera a la persona en cuestion, en su opinion hacer amigos era importante aun cuando ellos fueran muchomas grandes que ella
-como te llamas chico raro? - pregunta tierna y se queda esperanso la conversacion, no muchos se alegraban al ver que bey les sacaba tema de conversacion hasta con una pelusa
"la pelusa es asquerosa peroes el hogar de muchos bichos" eran las palabras que haciam que hiyeran de ella

Sonrió más aún por el comportamiento de la niña era como un curioso duende travieso y eso le gustaba, parecía que al menos tenían algo en común, era una criatura extraña y demasiado vivaz para ser sólo una niña, pero si algo sabía él era que a los niños no se debía subestimarlos por su corta edad, muchas veces eran más inteligentes, intuitivos e ingeniosos que un adulto.

—Soy Louis y digamos que estoy acá porque no podía dormir. —dije, no era del todo una mentira.

Entonces bajó la mirada ala fotografía que la niña le mostraba y se rió ligeramente cuando lo comparó con la persona fotografiada allí.

—No, no creo que se parezca a mí, además, esa fotografía parece ser muy antigua. —luego apartó nuevamente la mirada de la imagen y la vio a ella— ¿Sabes? Yo tampoco creo que los fantasmas den miedo, creo que tienes razón, deben estar aburrido… no muchos los entienden. En fin ¿Cuál es tu nombre?

Lo mira tierna, le agrado que le siguiera el tema de conversacion por lo menos sabia que podia llegar agradarle a aquel muchacho extraño.
-Mmm si es vieja esta foto, a lo mejor es un familiar tuyo viejo viejo - dice saltando y se rie - me llamo Bey - dice tierna y se pone a caminar por todos lados - sabes? vine a buscar un secreto, yo se que por aca hay algo enterrado, algo raro, algo magico o embrujado - se agacha y se pone a gatear para ver si veia algo - papi dice que esas cosas no existen pero yo se que si, yo se que existen, vos crees en las cosas magicas? - pregunta y gatea hasta donde el estaba, se sienta en el piso y le sonrie tierna, se pone a jugar con su linterna alumbrando todo y lo quiere alumbrar a el a la cara, eso le gustaba hacer con sus hermanos, bueno solo con Bart por que Bau le pegaba por molestarlo, a pesar de estar alumbrandolo no lo miraba, miraba a su alrededor como esperando que detras de las cajas saliera un duende o un hada, que una mano la llamase o se asomara alguien, eran ideas locas que tenia de ves en cuando, a veces le gustaba pensar que mas haya de la realidad habia un pais, un mundo en el que seres magicos y maravillosos existian y vivian felices, se quedaba horas pensando en que cada casa debe haber una puerta para entrar a ese lugar y a cada casa que fuera ella la recorria de arriba abajo y buscaba aquel magico mundo y a pesar de jamas encontrarlo no se le iban las esperanzas, aunque fuera una loca idea.
Fijo su vista en el muchacho sin dejar de alumbrarlo, era re molesta pero para ella era un juego que no a todos les gusta

Cada vez la pequeña le recordaba más a su linda Danielle, con esa mirada inocente y curiosa, una imaginación desenfrenada que él le encantaba alimentar con cuentos que se sacaba de algún lugar de su cabeza, o en ocasiones cuando no tenía cabeza para eso, solía narrarle las historia de los videojuegos, de los animes que veía o los libros manga que leía, también de las películas y otros libros de literatura que le gustaban. Louis siempre había creído en la magia, en cosas diferentes, pero nunca imaginó que tuviera la suerte para verlo con sus propios ojos, aunque lamentablemente no todo era hadas y brillos multicolor, como decía su amigo… la magia dejaba de ser genial cuando sabías que Hogwarts no existía o que no podías jugar Quidditch.

—Oh no creo que sea algún antepasado mío, él parece extremadamente británico y yo soy francés—Se pasó una mano por el cabello, estaba orgulloso de ser francés, no le agradaban del todo los ingleses, sus costumbres raras, al principio su padrastro le había parecido raro, luego se acostumbró a él—La verdad, Bey, la magia está en todos lados, hay gente que no la ve porque no quiere verla, pero si abres bien los ojos, allí está, desde el polvo que flota en esta habitación hasta el momento que sale la luna o el sol.

Entrecerró los ojos por la luz, le molestaba un poco, tuvo el impulso de arrebatarle la linterna pero se contuvo, así eran los niños a veces, molestos, si hubiera podido hacerlo le hubiera hecho cosquillas, de esa forma le gustaba rebatir las maldades de sus hermanitos pequeños. Se dio la vuelta para evitar la luz y miró nuevamente a través de la ventana.

— ¿Quieres que busque secretos contigo?

apago la linterna y sonrio tierna por lo que decia - si yo tambien creo en.la magia pero todos los que conosco me dicen que son puras patrañas - se acerca a el - que hay? no llego a ver me alzas a upa? - pregunta tierna, era re malcriada - sisi busca secretos conmigo, es aburrido encontrar secretos y no compartirlos con amigos, sos mi amigo no? - pregunta tierna, para ella hacer amigos era facil, el ser peque hacia que confiara rapidamente en las personas, para desgracia de ellos si eso pasaba implicaba que bey estuviera detras de ellos como una mosca sin lugar donde ir.

estiro sus brazos a louis para que la levantara, estar arriba de alguien la hacia sentir grande aunque solo fuera por ayuda de los demas, son locas ideas que ella tiene, pero son ideas que si los adultos pudieran verlo de la forma quw bey lo hace el mundo seria menos aburrido o eso pensaba ella.

-vos no pensad que soy una molestia cierto? mi hermano dice que lo soy - se tapa la boca, a veces olvidaba que no a todos le gustaba escuchar la voz molesta de una niña de 9 años que solo piensa y habla de seres inexistentes segun ellos.

Cuando Bey alzó los brazos para que la cargara en brazos se alejó un poco y desvió la mirada de la ventana, no podía hacer lo que la niña quería sin descubrirse a sí mismo y delatarse como un fantasma, quizás la pequeña no tenía miedo de los fantasmas, y seguramente no le temería después de haber conversado y asegurarse de que no era malo.

—No hay nada interesante, en realidad no se puede ver nada porque la ventana está muy sucia y no hay luces en los terrenos, además está muy alto—mintió esbozando una sonrisa algo infantil—claro que somos amigos, además no digas que todos los que conoces no creen en la magia, ahora me conoces a mí y yo sí creo, no creo que seas molesta; Y… cómo qué clase de secretos buscas

Miró alrededor había muchas cajas por todos lados, cosas antiguas cubiertas de polvo, había ido tantas veces a ese ático y nunca se había percatado de lo que había, lo había tomado como la basura de St. Edward’s acumulada por los años, pero ahora que se fijaba bien había cosas de verdad interesantes y antiguas.

lo miro e hizo puchero pensando que no la alzaba por que no la queria.
-algun tesoro, oro - rie mirandolo - en casa hay un nene que no se puede tocar y nadie lo ve, es raro el dijo que vivia alli abtes y quiero saber si aca tambien hay de ellos -sonrie tierna y se queda pensando, se puso a ver las cajas y las fotos - que habra aca? quienes eran ellos? - pregunta mirando las fotos, era re chusma, para ella era todo una aventura y le gustaba creerse tomb raider - sos un nene lindo, tenes amigas especiales? yo no quiero por que me vas a dejar solita - susurra a ella le gustaba ser la unica chica en la vida de cualquiera por que si no dejaban de mimarla es que ¿quien va a preferir estando con una nena cuando pueden estar con alguien que los trata mejor? se acomodo el pelo y siguio buscando, sintio algo en su mano y pego alto grito al ver una cucaracha, le daban asco en extremo y no podia ni matarlas por que pensaba que la familia del bicho vendrian atacarla.

-y si este es nuestro lugar secreto? no le cuentes a nadie de las cajas si? - le sonrie

Se acercó a las cajas mirando las fotografías viejas, reconociendo a algunos de sus ocupantes, los había visto por allí, eran algunos muy agradables, otros bastante gruñones y odiaban que su antiguo hogar estuviera habitado por estudiantes malcriados que no sabían cuidar las antiguas instalaciones. Los más amables le habían enseñado cosas sobre fantasmas y secretos de St. Edward’s, también le ayudaban a buscar la razón de porque él seguía allí en ese mundo, aunque sin ningún éxito.

—Me parece que era gente que vivía aquí hace muchos años, antes de que este lugar fuera un colegio—respondió con una ligera sonrisa, tampoco iba a dar información de más, si algo protegían celosamente los fantasmas eran sus secretos—también me parece que este colegio está lleno de fantasmas de gente que estudió aquí, no sé… he escuchado cosas, nunca he visto nada.

Se sentó en el suelo aún observando todas las cosas viejas que llenaban ese lugar, por primera vez se sintió interesado de saber más sobre el sitio, le interesó el pasado del colegio, después de todo estaría allí por mucho tiempo y no tenía cosas mejores que hacer.

—Oh, no te preocupes, no le diré a nadie ni te dejaré sola… no soy esa clase de persona.

Le guiñó un ojo juguetonamente desviando el tema de si tenía “amigas especiales” no quería tener que explicarle a la pequeña que a él no le gustaban la chicas, vivas o muertas.m

Sonrie tierna mirandolo y asiente - oh yo quiero ver un fantasma, me gustaria ver uno, a ver si son lindos o malos - dice tierna y se para colgandose o mejor dicho intentando colgarse para chusmear por la ventana - hay muchos lugares por aca que podrian estar lleno de fantasmas y personas malas, pero no tengo la suerte de encontrarme con ninguna, aunque el profesor si es una mala persona - dice pensativa, siempre tenia problemas con sus profesores por que ella siempre hablaba, no hacia la tarea y siempre que podia revoleaba cosas, era una chica problemas y a su corta edad amaba ser asi, siempre la regañaban por que decia que su futuro se basaba en el estudio pero, bey era una niña aun y no entendia nada sobre eso, para ella hasta el caminar era un juego divertido, como el caminar sin pisar las rayas de la baldosa, ella todo lo relacionaba a un juego, era claro que el estudio lo era, por eso sus profesores para ella eran personas malas - vamos a cazar fantasmas para preguntarles que les paso y por que aun siguen aca con nosotros - dice pensativa