Una sorpresa en el pasillo [ Bey Misty Equiros]

Las cosas en el internado se estaban desarrollando de manera normal, hasta el momento solo había tenido un problema con un estudiante. En realidad nada de lo que pudiera preocuparse. El estudiante en cuestión no tenía nada que significara algún peligro para Derek. Solo un adolecente reprimido con muchos problemas psicológicos y emocionales. Aun se reía al recordarlo. En realidad el profesor de matematicas, estaba bastante relajado. Las clases eran pan comido. Lo que comenzaba a fastidiarle un poco era lo del brujo, pero vamos aun había tiempo…

Se encontraba caminando por el pasillo con algunos libros interesantes en su brazo derecho cuando se topo con un objeto extraño. Se trataba de un pequeño gorro escolar, color rosa un poco oscuro, sin llegar a ser morado. Era de una tela bastante fina y parecía ser de un infante. Se agacho para recogerlo e inspeccionarlo mejor. Encontró cabellos castaños dentro.

Sus sentidos se agudizaron, pudo sentir el claro sonido vibrante de una respiración rápida y un pequeño ruido producido por el viento chocando con el cuerpo de alguien.

-Se que estas allí, sal. Quien quiera que seas – Exclamó mirando hacia unas cajas – Creo que se te ha caído algo. – Levanto el gorro en el aire y espero.

Como era comun en ella estaba haciendo alguna que otra travesura, en realidad deberia hacer deberes pero vamos ¿a quien le gusta estudiar? en definitiva a ella no, se escondio apenas oyo los pasos y sin darse cuenta que su gorrito se cayo, se mantuvo oculta ahi a pesar de saber que aquel hombre la habia descubierto, no queria que la retasen pero su cara a pesar de no parecer enojado la hacia sentir intimidara, salio a gatas de su escondite y estiro sus brazos al tiempo que se levantara para quitarle su gorrita, ni siquiera le hablaba por que Bau le enseño que cuando un mayor la regañaba o le hablaba ella debia cerrar su pequeña y molesta boquita y asentir a todo lo que le decian, eso mientras le pegaba, por eso recordaba cada cosa que el le decia, se la hacia recitar hasta que la aprendiera y si le erraba a una palabra recibia un golpe nuevo, asi era como su pequeño cuerpito ya tenia mas lastimaduras y cicatrices que un boxeador, por suerte su ropa tapaba todas aquellas marcas, se sento en el piso y agacho su cabeza para que no la retaran por nada, en realidad si se ponia a pensar su bromita aun no habia funcionado, la pintura no mancho a nadie, nadie piso el hilo que activaria la broma, si tuvo ayuda, ella sola no podria pensar en algo tan grande como eso y mucho menos activarlo sola.
Comenzo a jugar con sus manos nerviosa, odiaba la espera, ella estaba lista para cualquier cosa, pero no queria que le pegaran nuevamente, aunque desde que estaba ahi que nadie lo hacia, nadie mas que Bau, miro apenitas aquel muchacho y le hizo puchero para ver si tenia compasion con ella, era la mas compradora que habia.

Efectivamente, era un infante.

A Derek, no le agradaban los niños. Eran pequeñas molestias enviadas “por el creador” para joderle la vida a los adultos, en realidad nunca creyó que los niños como tal fueran una bendición. Él siempre había pensado que eran bacterias que el hombre por descuidado implantaba en la mujer que también era otra descuidada y crecía. Al punto de nacer. Luego los adultos se encariñaban con esas bacterias y comenzaban a comprarle ropas y juguetes y después de un tiempo terminaban encariñándose con ellas.

Derek volvió a afirmar mentalmente que nunca tendría hijos.

La niña en cuestión, era bastante bajita y de cabellera lisa — Muy hermosa de rostro — Repugnante de olor. Ese olor dulce y cálido de los niños que tanto le repugnaba. La niña hizo pucheros para Derek quien cruzo los brazos y levanto su ceja derecha. La pequeña había colocado su gorro mal, Derek odiaba las cosas mal puestas por lo que se lo acomodo ligeramente.
Por un momento, le recordó a su pequeña hermana cuando tenía esa edad.

—Jovencita ¿Qué hace en este lugar? Sola y a estas horas — Exclamo con severidad sin salir de su tono neutral de voz — Dígame su nombre — Exigió saber sin dejar de mirarla.

Tenía el uniforme arrugado ¿Por qué los profesores del área infantil dejaban a los niños salir? Y más en un lugar que se suponía “embrujado” a veces las cosas en el st. Edward´s le ponían de mal humor. No había control, no había supervisión y los estudiantes terminaban haciendo lo que mejor les parecía.

Un lugar sin control absoluto no era perfecto, y lo perfecto no era agradable para los ojos de Derek y si no era agradable para los ojos de Derek, el lo haría agradable a como de lugar.

miro al profesor con miedo y tembrando abrio la boca para responder pero no le salian palabras.
-soy Bey - dice con voz tembrorosa y se alejaba de el por que le daba miedo la cara que puso y se puso a jugar con su gorrito, cuando se ponia nerviosa comemzaba a jugar con las cosas que tenia a mano y el gorro era lo unico que tenia - no me retes yo no es que habia un chico y lo segui - dice triste y se levanta acercandose a el y tomando su mano para llamarlo - no me retes yo no hice nada malo - dice triste, era re mentirosa pobre pero un castigo no estaba en sus planes, le molestaban los profesores que la trataban asi, ni los estudiantes eran buenos con ella, era la mas peque y ni amigos tenia, por las noches solo algo la calmaba y era buscar a ese chico que le hablo y poder buscar con el secretos ocultos, era su unico amigo y no le escapaba como todos, nadie parecia querer a bey.

le hacia caritas para que no la regañe mucho pero al parecer no le caia bien a ese profesor, bueno a nadie en realidad asi que se tendria que acostumbrar

—¿Bey? ¿Qué clase de nombre es Bey? — Preguntó llevando los dedos índice y pulgar a su entrecejo. Para luego volver a mirarla.

Ella estaba temblando y haciendo pucheros como una rata escondiéndose en alguna sucia alcantarilla pútrida de Londres, Derek pensó seriamente en esa aura endemoniada que poseía, tenía que hacerla más grande y más terrorífica . Sonrió, de esa manera que podría aterrar hasta al más valiente de los hombres.

—Eres una gran actriz — Exclamó mirándola de reojo — ¿Tomas clases de teatro? Por un momento hasta me diste lastima, pero luego noté que tu nariz se arrugaba y eso me hizo darme cuenta de que estas actuando — Un actor no engañaba a otro actor, y menos a uno tan hábil en el engaño como Derek. Tomó su mano y la acerco a la luz.
La noche comenzaba a caer en el St.Edward´s. Casi no podía vislumbrar su rostro en la oscuridad, cuando la acerco a la ventana, la luz de la luna se colaba por la misma iluminando su pequeño rostro.

Sorpresa

Tenía marcas allí, marcas de violencia domestica. Derek recordó amargamente su propia niñez y se puso a la altura de la niña flexionando una rodilla hasta llevarla al suelo.

—¿Quién te ha hecho eso en el rostro? — Preguntó con voz neutral — Bey, responde ahora mismo.

lo miro con miedo y nego con la cabeza - no puedo no puedo tiene que ser secreto, no quiero dormir con los gusanos - dice tembrando y se suelta de el, las palabras de su hermano eran claras si abria la boca iba a dormir con los gusanos como su perro cooper y como su madre, le creia y le temia por lo que siempre inventaba algo respecto a los golpes pero ese pero ese profesor como que se dio cuenta y arruino su mentira, ahora solo debia callar y el jamas debera saber quien la hacia sufrir cuando no habia nadie, quien era que la trataba como un saco de boxeo, se tapo su carita para no mirarlo y le dio la espalda.

- Nadie me lastima yo me lastimo sola por que me gusta el color de la sangre - miente, ni siquiera tenia sentido todo lo que decia, no podia invertar algo bueno por que estaba asustada.
comenzo a caminar con disimulo para alejarse del profesor a lo mejor asi el se olvidaba de las marcas y ya no le haria preguntas a bey, de igual forma intentaria no decir nada.

Bey temblaba al punto de que Derek comenzaba a sentir pena por la mocosa. Esta niña le recordaba demasiado a su hermana, alguien la estaba lastimando y si algo Derek no permitía en el mundo era el maltrato a los infantes. En realidad era todo por su profunda y triste infancia y los maltratos recibidos.

De alguna forma no negaba ni tampoco se quejaba de su pasado pues eso le hizo ser fuerte en la vida, ser quien era en este momento y por eso lo agradecía, pero como el mismo decía “Solo los fuertes sobreviven” y esta niña no era catalogada como fuerte.

Miró a los lados para que nadie viera lo que iba a hacer, ni el mismo sabia porque lo haría pero vamos, era solo una mocosa llorando y temblando. Se volvió a agachar y tomando a la niña por uno de sus bracitos la atrajo a su pecho abrazándola cálidamente.

—Todo va a estar bien — Le susurró al oído acariciando su cabello — No diré nada a nadie, solo debes decirme que paso en verdad. Sera nuestro secreto…

abrazo al profesor sin dejar de tembrar y se quedo pensando si decirle o no lo que le pasaba, tenia miedo de que su hermano se enterase y la lastimase por eso, ella ya no queria recibir golpes pero era que a lo mejor si jamas hablaba jamas podrian ayudarla, empezo a tartamudear hasta que las palabras salieron de su boca, hablaba con miedo y casi en un susurro para asegurarse que nadie la escuchara.
-mi... mi hermano - susurro sin soltarse de el - pero no le digas a nadie, papi lo castiga y el se desquita conmigo, yo no quiero por que me duele mucho - dice rapidamente, era raro por fin comtarle a alguien lo que le pasaba, pero sentia que asi a lo mejor el podria ayudarla, cerro sus ojos para no llorar al recordar los golpes, solo esperaba que bau no se enterase de ello, si ese profesor decia algo se iba a encargar de que todas las bromas fueran para el aunque eso la meteria en problemas, ella confio en el y esperaba que no le fallara - ¿no vas a decir nada.cierto? el me va a lastimar si decis algo, se supone que nadie debe saberlo - dice y se separa de el tapandole la boca - yo no quiero que el lo sepa - le susurra y mira a todos lados re paranoica, como si el se fuera aparecer de la nada aunque sabia que no era asi.

La cargue manteniéndola abrazada a mí con cuidado. Su hermano le estaba haciendo daño y para colmo le extorsionaba ¡Malditos aquellos que dañan a sus propios hermanos! Vi en la pequeña Bey a mi propia hermana y sentí la necesidad de protegerla — Bueno, no para tanto — O mejor dicho, de asesinar dolorosamente a su agresor ¿Cómo se le ocurría? Los hermanos son los únicos acompañantes, los únicos amigos que uno puede tener. Ya bastante daño hace la vida como para infligírnoslo entre nosotros mismos como familia.

Mi enojo fue tan grande que muchas cajas apiladas comenzaron a caerse violentamente a causa de mis poderes. Abrace con más fuerza a la niña sintiéndome casi rabioso por lo que me había dicho.

— Sera un secreto. No le diré a nadie — Musite seriamente, pensando desde ya en cómo encontrar a su hermano y decapitarlo lenta y dolorosamente — Ignora las cajas. La brisa está muy fuerte. Por ahora, es tiempo de que vayas a dormir — La deje en el suelo — Y no estés nerviosa, cuando necesites ayuda ven a mí. Yo no dejare que te hagan daño Bey — Le dije con sinceridad e ira en la mirada — Puedes confiar en mí.

se asusto cuando las cajas cayeron y abrazo al profesor por el cuello fuertemente.
-no quiero ir a dormir, tengo miedo, no me gusta dormir, el me va a encontrar- le dice cuando la baja y lo mira tierna desde el piso, si sentia miedo, demaciado, jamas le gustaba dormir sola.
-no me gusta dormir por eso me quedo aca por las noches, por que estoy segura entre los secretos y los misterios, ademas nadie me cuenta un cuento o me canta una cancion y papi siempre lo hacia cuando sentia miedo- dice triste y se pone a jugar entre las cajas, jamas irse a dormir - ¿vos me vas a cuidar si el me quiere hacer algo? por que el es fuerte y malo - dice asomandose por entre las cajas y le sonrie tiernamente, se pone a jugar con los papeles que habia por ahi y los leia, no entendia nada de lo que decia pero le interesaba leer, por lo menos asi se hacia la otra y no la mandarian a dormir, no queria ir, temia que debajo de su cama estuviera su hermano, era una loca idea que no pasaria pero bueno, ella asi lo creia, despacito se iba caminando lejos del profesor para que no la mandase a dormir, aunque hacia mas ruido que tres perros peleando.

¿En qué lio me había metido? Estaba allí con la mocosa jugando entre las cajas y negándose a ir a la cama. No podía gritarle luego de que le había dado un discurso estúpido sobre cuidarla. Respire profundamente y saque de mi bolsillo un pastelillo de chocolate. Mi pasión por los dulces me hacia un poco obsesionado hacia ellos por lo que siempre tenía encima de mi alguno que otro alimento con azúcar.

— Bey — Tomé su mano y le entregue el pastelillo — Debes ir a la cama y comenzar a ser valiente pues la vida es dura pequeña, y debemos crecer muy rápido para afrontar todos los problemas que vienen adelante, el miedo a dormir es tonto y por eso esta noche lo superaras. Vamos — Comenzamos a caminar de la mano — Yo te cuidare de tu hermano, pero si no me haces caso y te vas a dormir, voy a tener que llamar a tu padre y el no estará feliz — Exclame y luego continúe explicando —En cambio, si ahora te vas a la cama. Yo le daré solo buenas noticias y te aseguro que podrá cantarte para dormir

¿Cantar para dormir? Ni en mis sueños más locos cuando tenía su edad se me había ocurrido algo así, en realidad era estúpido el hecho de que nos metieran terror psicológico desde tan temprana edad hacia la oscuridad. No soporto el hecho de que los padres sean tan infantiles. Solo debilita la mente de los más niños y los hace crecer con inseguridades que en el futuro limitaran su intelecto.

Agarra el pastelito y comienza a comerlo mientras caminaba de la mano con el, no queria dormir, era mala idea dormir.
-Pero no tengo sueño, ademas no quiero superarlo - dice a la vez que termina su pastelito manchandose toda la cara y le sonrie - Te quedas a mi lado hasta que me duerma? asi te aseguras de que nada me vaya a comer - dice tierna, le tenia miedo al monstruo que upuestamente habitaba bajo su cama, ella decia que con sus garras y sus afilados colmillos acabarian con su vida en un abrir y cerrar de ojos, aun no sabe de donde saco semejante loca idea, pero para ella era asi.
Se limpio la boca con su ropa y luego miro al profesor - profe profe, no le vas a contar a nadie que me viste aca no? por que ya me habian dicho que no tenia que estar sola de noche por estos lugares, pero no me gusta hacer caso, aunque tampoco me gusta que me castiguen por explorar, es solo un juego - dice tierna y se pone a tararear una cancion mientras movia su cabeza para los costados, era ialucinante como de estar asustada y sola pasaba a estar feliz y tranquila, jamas se asustaba del todo, bueno si si tenia que estar en su casa con su hermano solos, eso la asustaba, pero si no, ella era feliz a su manera