Entre plantas [Elise]

Estaba concentrada en todo lo que eran sus clases, estaba en una particularmente aburrida porque se trataba de un tema pasado que ella ya dominaba y Elise solía aburrirse cuando tenia que repetir una y otra vez las cosas conforme las clases avanzaban porque ella ya lo sabia no necesitaba mucho esfuerzo para aprender solo tiempo para dominarlo, en este caso un simple tema de química lo estaba complicando demasiado su profesor para hacerlos sufrir tal vez, o sus compañeros en verdad no entendían en lo absoluto aquello de lo que les estaba pidiendo, se quedo mirando por la ventana nomás esperando a que el timbre de salida sonara y ella pudiera salir a hacer cualquier otra cosa que estar ahí escuchando el alboroto potencial de todos en el aula, todo era mejor que eso que le provocaba migraña. Una vez la campana timbro se levanto tomando su bolso y salio del aula, fue la primera y llego rápidamente a su dormitorio ya que no quiso hablar con nadie en el pasillo, estaba muy nefasta de la clase pasada, pero tenia que aprender a que no todos tenían las mismas ideas como ella.

Dejo su mochila en el suelo y se tiro en la cama viendo hacia el techo, miro las cosas que tenía colgadas en su parte de la habitación, unas tiras de plumas, campanas de viento y algunos amuletos colgados igual, suspiro y pensó que seria bueno revisar las plantas que tenia en el invernadero, eran plantas no muy sofisticadas, no muy elegantes, eran plantas que se usaban para hacer pomadas medicinales y unas rosas que había plantado y quería verificar si es que la nieve o el frió les había afectado a sus rosas, sus amadas rosas, las otras plantas podían recisitir pero no sus rosas. Se levanto de la cama y se cambio sus zapatos por unas botas para caminar por la nieve, un abrigo mas grueso y un gorro sobre su cabeza para poder salir, sus llaves y comenzó su caminata hacia el invernadero.

A las afueras del colegio estaba todo rodeado de nieve, un típico paisaje de Inglaterra, a ella le encantaba la nieve pero le gustaba mucho más la lluvia, puso sus manos dentro de los bolsillos del abrigo y comenzó su caminata con cuidado por si llegara a encontrarse una zona donde hubiera mas nieve que en otro y podría caer quedando en la nieve seria divertido pero no en este momento porque quería ir a ver sus pequeñas plantas y flores antes de que anocheciera cosa que podría pasar en cualquier momento, no había salido sin algún arma por si se encontraba con algún brujo por los terrenos de la escuela pero debía de ser precavida con sus acciones. Cuando llego al invernadero noto la música que provenía dentro de este, le pareció extraño que alguien estuviera por ahí con el frió, tal vez uno que otro cuidador pero no alguien que quisiera tocar ocasionalmente un poco de música, tal vez seria un cuidador que ella no conocía y quería tratar las plantas como si fueran realmente personas con eso de que debes de hablarles como si fueran personas y la música igual.

Abrió la puerta del invernadero y busco por donde venia el sonido del violín, era una tonada maravillosa, sin errores, sin miedos, podía reproducir con magia esa melodía, hasta que noto al chico pelirrojo tocar el instrumento, estaba muy concentrado en la música que ni se dio cuenta del crujir de la puerta que hacia cuando se abría o cerraba, solo estaba enfocado en la música que estaba tocando, ladeo la cabeza y lo miro por largo rato tocar hasta que la melodía acabo y ella interfirió tratando de no asustarlo –Es una melodía muy interesante para esta temporada de invierno –con una voz calmada hablo la rubia y además mantuvo la distancia del chico –No era mi intención espiarte, pero vine a ver mis plantas y estabas tocando majestuosamente el violín, tenia que comentarte lo hermoso que tocas y lo que me ha gustado escucharte –Elise no era hipócrita por lo que no diría una mentira, a cerca de eso, pero tampoco iba a ser mal educada ya una vez por haber escuchado casi a escondidas la bella melodía –Elise –se presento solo con su nombre y sonrió al chico puede que lo siguiera viendo seguido si es que siguiera tocando por esos lados y ella siguiera con sus plantas en ese lugar.

Elise noto que a él no le pareció mucho que le estuviera escuchando, si quiere parecía estar del todo feliz cuando hablo, quizá era penoso, quizá solo buscaba un lugar donde no hubiera nadie para practicar y justamente ella llegó, para mala suerte de él eso era lo malo. Puso sus manos en su espalda y se giró viendo las luces del invernadero, no le dio la espalda solo giro en tres cuartos y se quedó así durante un buen rato hasta que agradeció su comentario, ella suspiro sintiendo que el ambiente se puso tenso pero no se le podía culpar de eso ya que ese lugar era público, cualquiera podría entrar ahí, era solitario en tiempo de invierno como ese pero no era como si tuviera exclusividad. Lo miro de reojo para contestar su pregunta –Sí, todos pueden entrar en el invernadero, pero no muchos lo hacen solo los que tenemos plantas en este lugar, con más frecuencia son a las personas que veo por aquí –afirmo y aclaro la situación de las personas que iban hacia el recinto donde se encontraban las plantas.

Mantuvo su distancia y miro ahora otras plantas que estaban frente de ella, no eran de ella pero conocía a quien había plantado a esos hermosos tulipanes que ahora veía, toco uno de ellos y luego giro su rostro cuando se presentó, arqueo una ceja un tanto confundida y luego hizo un ademan con su cabeza en forma de cortesía ante la presentación del chico –Es un placer Cedric –dejo pasar ese guiño y ella comenzó a caminar hacia sus plantas, las cuales estaban del otro lado donde se encontraba el pelirrojo, ella camino dejando que Cedric guardara su violín, sin molestarlo o interrumpirlo y reviso sus plantas, tenían bastante agua, no parecían estar heladas o con alguna formación de escarcha o hielo a su alrededor –Tengo una pregunta para ti ¿Cómo sabes cuales son mis plantas, si es la primera vez que nos vemos? –dijo dándole la espalda, era curioso que comentara sobre sus plantas sencillamente porque no tenía ninguna manera de averiguar eso. Las macetas no tenían nombre a menos de que le hubiera visto a ella antes entrar y desde las ventanas de afuera le haya visto cuidar de sus plantas cosa que dudaba, pero estaba siendo objetiva y realista ante eso.

– ¿O es que acaso tú también tienes plantas en el invernadero? –tenía posibilidades, todas eran probables y descartadas, camino hasta sus rosas que estaban en una esquina del invernadero y estas eran las que más le preocupaban, no tomarían muy bien el frio y tenía cubierto con papel periódico esa parte para que no lastimara a los pequeños retoños que habían crecido hacia unas dos semanas y murieran. Miro al chico esperando una respuesta, había causado curiosidad en ella y algo de interés, cosa que muy pocas personas hacen en ella. De vista le calculaba entre 17 y 19 años tal vez, estaría en el mismo curso que ella, pero con clases diferentes, era músico pero nunca le había visto tampoco en la sala de música, St. Edwards era un lugar enorme y a veces era mejor no encontrarse con ciertas personas, ella por ejemplo trataba de ver cuáles eran los de la orden, claro la mejor compañía para ella eran los cazadores no quería relacionarse con algún brujo, ya que corrían rumores de que había ahora más que antes en la escuela, mientras se mantuviera a distancia de ellos y no le atacaran ella estaría bien; por lógicas razones dudaba que Cedric fuera un cazador, lo conocería.

Casi rompe una de las macetas al escuchar que era un brujo, un brujo… retumbo eso en sus oídos, en su cabeza, realmente se estaba poniendo frente a frente con un brujo, no sabía si estaba siendo realmente ridículo o estaba siendo realmente serio, dejo la maceta donde estaban las demás rosas y se quedó ahí un rato, procesando la información, se giró para ver a Cedric y dudar de sus palabras, lo último le causo aún más impresión ¿Acosarla? –Eres brujo y me acosas… ¿es esta una broma? Porque me parece algo de mal gusto –luego por la manera en que se comportó parecía que no era una broma, ninguna de las dos y no supo cómo reaccionar ante eso, que realmente debía de hacer ella, claro que si le acosaba debía saber que ella era una cazadora, pero si lo sabía porque seguía hablándole aun así.

–Me has tomado por sorpresa debo admitir que me ha impresionado –era verdad – ¿Por qué según tú me acosas? No entiendo –sabiendo bien que era el enemigo sabía bien como debía de reaccionar, dejo que se pusiera de pie y viéndolo ya de frente era más alto que ella, pasando las manos por las plantas, la manera de hacerlo era como si él fuera ciego.

Se cruzó de brazos y con una mirada fija en él se quedó pensativa acerca del asunto, nunca espero tener un acosador, sobre todo sin darse cuenta que era observada, estaba en una encrucijada que no podía entenderlo –Creo que no me molestaba… porque no me había dado cuenta pero ahora no se cómo tomarlo realmente–

Vio como era que sonreía y parecía que hablaba muy en serio, su estrategia seria interrogarlo y saber que era lo que pensaba, quien era, porque lo hacía, antes de tomar la decisión de hacer algo en su contra o tomar medidas preventivas hacia él – Si es que me vas a acosar lo mínimo que podría hacer es conocerte ¿no crees? Digo… esto es totalmente nuevo para mí –

¿Qué tanto sabría de ella? Sería muy interesante saber que era lo que le podría decir, se quedó al borde de la mesa donde estaban sus rosas y lo miro directamente a los ojos, nunca espero encontrarse con él en el invernadero, menos esperando que fuera un brujo, lo dijo sin siquiera saber que ella podría atacarlo, si ella también era una bruja, si era una humana, los humanos no tenían conocimiento de este mundo solo lo veían como un cuento de hadas. Se mordió el labio desesperada por saber la verdad, le carcomían las ansias.

Quería creer que era una broma, realmente quería que fuera una broma ya que se estaba escapando el asunto de sus manos, no es que no supiera de bromas pero realmente estaba siendo muy realista, Elise pasó sus manos por atrás de su espalda, esto se ponía cada vez más intenso y si era verdad que él quería matarla debía actuar rápido, su cuchillo se encontraba escondido dentro de su bota, ya tenia planeado que hacer en su cabeza por si las cosas se complicaban, por lo que mejor no se movio por donde estaba era mejor que todo sucediera en el invernadero. Seria tomar una medida muy drástica pero era su vida o la de él, por la que opto tomar la vida de Cedric en vez de la de ella.

—Para ser un brujo sádico que disfruta cortar chicas como yo, pareces muy normal tengo que admitir— hacia platica para que él siguiera hablando, más y más, así podría descubrir en verdad si era una broma o no, pero ya no se lo estaba creyendo porque los brujos no comentan sus planes, no importa que tan bien le cayera el humano a quien atacaba, no daban una oportunidad de que este escapara, nunca lo hacían.

Se acercó a ella poniéndose delante suyo, mirándola directamente a los ojos, aun había una teoría que había notado pero que no creyó posible porque dijo que era brujo, suponía que si era brujo era lógico que pudiera ver pero, debía intentarlo, se sentó sobre la mesa que tenia a sus espaldas y se quedó así a distancia más corta de su bota por si realmente le necesitaba, pero a estas alturas creo que si creía que era una broma—Si charlas conmigo debe ser porque te caigo bien, digo… después de todo te gustan mis ojos, son de un hermoso color verde, iguales a los de mi madre —mintió a cerca del color de sus ojos, y tomo una de las macetas que estaban ahí, una de sus rosas tendría que morir pero seria para bien, solo para ver si en verdad lo que había pensado anteriormente era cierto.

Seria algo cruel, pero tendría que intentarlo si le preguntaba directamente tal vez se ofendería porque no era ciego, y si era brujo se mofaría de ella, solo con sus acciones seria suficiente para ver si realmente era lo que ella pensaba, y rogaba que fuera una broma, de una ironica muy drástica, solo esperaba eso. Con sus pies tomo la maceta y la bajo hasta llegar al suelo procurando no hacer ruido, por fortuna no lo hizo ahora espero a que él avanzara, que hiciera algo, para ver sus acciones, ni siquiera se tenia que romper la maceta con su rosa dentro de esta, le miro directamente a los ojos y volvió a hablar una vez que termino de mover una que otra planta a su alrededor para disimular —¿Por qué matarme? Si sabes que soy buena, si es que me haz acosado sabes que no le hago daño a nadie —argumentando siguiendo el rol de la victima.

Quería matarlo de verdad, quiera hacerlo con tantas ganas, todo había sido una broma, ¡una broma! Cerro los ojos fuertemente y frustrada soltó un bufido, relajándose en verdad que necesitaba más tiempo para procesar lo que le había dicho el pelirrojo —Eres un tonto ¡cómo se te ocurre! ¡Realmente creí que eras un brujo, que mataba chicas lindas como yo! De esos que hacen rituales con “pentagramas” y que realmente me acosabas parecías muy serio al decirlo — cuando dijo pentagramas ella misma utilizo sus manos haciendo comillas aéreas, era una total locura lo que había pasado, algo como eso no se vivía todos los días, pero era algo tan esperado para ella siendo cazadora.

Miro al chico sonreír, y realmente le había parecido gracioso lo que había pasado, había sido una bobada, una locura, casi pudo matarlo, estuvo a nada de hacerlo, más sin embargo ella se controló, fue curioso pero eso le hizo tomar más interés en él, bajándose de la mesa donde estaban las plantas tomo la maceta que había dejado en el piso y la puso de nuevo en su lugar para que no se rompiera, iba a sacrificar a una pobre planta por comprobar un punto, todo por una broma.

Volvió a suspirar pesadamente y miro ahora acercándose a Cedric—Lamento si te escuche tocar, pero me haz asustado y demasiado eres muy buen actor o yo muy poco observadora — lo último no era verdad, era ella había notado algo muy elemental en el chico, algo muy interesante—No estoy enojada, más bien algo frustrada porque caí en la broma además creo que debo de admitir que he sido grosera contigo igual, asi que digamos estamos a mano —

Si realmente estaba feliz de que todo hubiera sido un mal entendido, tomo las tijeras que él buscaba y las puso sobre la mesa había otra cosa que debía de hablar con él sin buscar ofenderlo, solo por curiosidad—Creo que eres un muy buen actor… puedo preguntar acaso si tu… bueno… creo que sabes bien que te voy a preguntar ¿Eres Ciego acaso? — si era así era demasiado bueno, podía moverse sin problema, sin bastón, sin ayuda, solo el tacto a su alrededor y escucho perfectamente cuando se caen las cosas, tiene un buen oído, ladeo nuevamente su cabeza esperando su respuesta con las manos en la espalda.

Había caído redonda ante la broma que le había hecho Cedric, era algo cruel e insensible que hubiera hecho una broma como esas, pero él obviamente no sabía la condición de la rubia, sería mucho peor si se hubiera reído de ella, tirado al suelo y empezar a carcajearse de sus reacciones y de haber creído su broma, eso le hubiera costado demasiado su moral, pero en parte no tenía culpa de haber creído en un principio, era algo que si me hubiera creído, no había notado que era ciego, y todo porque lo había escuchado tocar, era una locura, era cruel.

—Eres muy malo solo porque te escuche tocar me diste un susto como ese —estaba sorprendida moviendo sus manos y luego al darse cuenta que en verdad era una broma sonrió y rio levemente, era una locura total, había encloquecido, podía ver exactamente la situación en su cabeza si eso hubiera pasado de verdad, se veía rompiendo vidrios, luces y macetas para escapar del brujo, refugiarse en la nieve por solo tener un arma, no queriendo morir, y este argumentando que estaba enamorado de ella—De acuerdo fue ridículo, estúpido, puedes reírte por mi comportamiento pero debes de entender que enloquecí no por la “magia” si no por el hecho de que ibas a matarme. Claro que la magia no existe pero muchos creen que si — estaba impactada y tenía que defender su punto a que no creyera que ella era una bruja, o algo parecido que horror que le confundieran con una bruja, pero podría salir de eso.

Solo sonreía ahora por lo pasado, ya no pasaba nada, habría sobre actuado y ahora debía de tener que concentrarse en olvidar eso de los brujos para poder hablar en paz con el chico, pero aún quedaba la duda de que si hablaba de verdad sobre ser brujo, estaría bajo sospecha mientras Elise tomaba una decisión sobre él y su comportamiento—Me creía más le hecho de que ibas a matarme, que creas que eres brujo y sobre la magia y esas cosas seria problema tuyo, me preocupaba más mi vida —aclaro rápidamente—Pudiste haber sido un asesino serial — se quedó tranquila y dejo eso de un lado, si volvía a encontrarse con él era seguro que se reiría de ella y le atacaría un palito de madera seco de algún árbol argumentando que es su barita mágica y me mataría o algo parecido. Si era que se le notaba que le gustaba la comedia.

—No me di cuenta en el instante porque te mueves muy bien para ser ciego —tampoco no quería herir los sentimientos del chico—No deberías ocultarte tocas muy bien, mejor de lo que había escuchado a alguien sin tratar de ser hipócrita ni elogiarte de más para que no intentes matarme — intento bromear de regreso pero no quería pasarse ya que no sabía realmente como hacer bromas—Digamos que no se segur bromas no soy muy buena bromeando pero eso no significa que no me guste reír — ya no quería tocar el tema sobre su ceguera, si él podía llevar eso perfectamente no tenía por qué tratarlo como si tampoco pudiera, caminar, oír, hablar, moverse, era solo un compañero no era nadie diferente.

Parecía que todo ya se había olvidado y que ya no había problema alguno a lo que había pasado hacia un momento, era mejor así eso hablaba muy bien de él de que no importaba sabia donde seguir su broma y cuando no debía de hacerlo, eso era madurez, y era bueno, muy bien visto a los ojos de Elise. Y en otra perspectiva creía bien si es que le volvía a bromear podría ver que parte de sus palabras podrían ser broma, ahora lo tomaría todo más sencillo de lo que debía ser y de lo que tendría que interpretar con cuidado y sin alterarse. Le sonrió cuando dijo que había estado lo suficiente en el invernadero como para conocer el lugar, y era obvio que no hubiera ningún cambio en este lugar, pero está bien en parte que conociera esos lugares, le sonrió aunque no pudiera verlo era mejor porque tal vez tomaría mal aquello, ya que se sonreía por el hecho de que él se sintiera con más miedo escénico a salir a un mundo que no conocía, muchos no podrían hacer eso para ella eso era valentía, le empezaba a gustar ese chico.

Dejo de sonreír y se quedó enfrente de él, para luego pasar hasta su lado no se sentó donde estaba la mesa solo se recargo en ella cruzando sus brazos—Es bueno tener privacidad para uno mismo, es bueno. Por ejemplo mi compañera de habitación siempre está usando su celular o su música y no me deja a veces concentrarme en mis propias cosas —no era el mejor ejemplo pero era una manera de medio saber porque podría venir al invernadero a ponerse practicar su música, si no quería que nadie le escuchara, si le daba miedo entendía esa razón—Aunque debemos de generalizar a veces, por precaución, que tal si sí eras en verdad eras un asesino… pero me alegra que no lo seas eres una persona con quien se nota se puede hablar agradablemente —elogio la rubia mirándolo a ver mientras que jugaba con la maceta que tenía en las piernas.

—¿Puedes decirme en que curso estas? Porque no creo haberte visto antes pero te calculo entre 17 y 18 años — le pregunto Elise aun con sus manos cruzadas y vio cómo su cabello quedo despeinado, entonces fue cuando noto que era un chico realmente atractivo, su cabello como lo traía era realmente encantador, junto con ese perfil y mirada tierna que tenia en sus ojos, era un chico agradable también a la vista—Minimo saber si es que acaso estas en la clase de música, aunque con ese talento no creo que ni siquiera necesites presentarte a clases a demás de tu miedo a la audiencia —

Él pequeño e irremediable mal de Elise era el hecho de que no podía quedarse callada un momento como ese, después de que el chico había demostrado lo valioso que era, lo inquieto, lo divertido que era lo que lo que le gustaba y no podía pedir más que eso, no quería más que hablar con Cedric y conocerlo un poco mejor, le picaba ese gusanito de la curiosidad, en verdad que era algo un poco extraño para ella, no porque encontrara raro ser alguien divertido, sino porque había pocos en la escuela que realmente quisieran tener una conversación divertida sin buscar un poco más que algo malicioso, pensó que él no lo era, no con la intención de lastimarle. Ahora tenía que saldar cuentas de porque había dicho de que su color de ojos era verde y no azules.

—La verdad mis ojos no son verdes… son azules, mentí porque quería ver si estabas bromeando o no era una de mis pistas para ver si en verdad eras ciego—dijo Elise muy avergonzada por el hecho, sus mejillas se sonrojaron y rio nerviosa—Mis ojos son azules, mi cabello es rubio lacio, mido más o menos 1.66 metros soy más baja que tu… mi piel es blanca y suelo ser un poco rara en muchas ocasiones —explico cómo era ella físicamente como era de verdad, no creía que él le importara como era que fueran pero para que tuviera una idea de cómo era en si, pero esa idea se borro de su mente cuando pensó que tal vez sería ciego de nacimiento y no entendería de colores, claro tampoco de números.

Tal vez luego si es que no le tomaba como una fría, rara, insensible le explicaría mejor sobre su ceguera, si estaba planeando tener una amistad con Cedric, sería interesante por las razones que ya dijo, parecía un chico diferente en todo caso, muy único. Escucho las clases en las que estaba, era de ultimo año como ella y eso le pareció curioso ya que ella no le había visto antes, tal vez un grupo diferente, un horario diferente eran varias personas las que estaban ahí. Movió las macetas para sentarse ella a su lado con cuidado de no ir a tirar nada y no asustarlo, aunque dudaba que le fuera a asustar.

—Yo estoy también en el último año, tengo 17 años y he estado aquí desde inicio de año estudiaba en otra preparatoria en Londres, menos… menos como en este lugar más sencillo por así decirlo pero gane una beca y no perdí la oportunidad de estudiar aquí, mis padre estudio aquí, mi madre también, mi tío… mi primo está aquí— hizo una leve pausa, aclarándose la garganta y sonrió.

—Yo tengo todas esas clases, deberías entrar a deportes conmigo, si puedes aprenderte donde están las cosas de aquí del invernadero yo te puedo enseñar el gimnasio, donde están las cosas y si el profesor no te quiere que tomes la clase yo te enseño lo que él nos enseña —le dijo emocionada, creía que él era muy capaz de hacer deportes sin ningún problema—Yo tocho el Celo tal vez algún día te deje escucharme tocar pero advierto no soy tan buena como tú, tal vez rompa algunas ventanas tal vez — sonrió leve intentando reír pero solo se relamió los labios.

Sus pequeñas bromas continuaron conforme la plática avanzo eso era bueno y positivo, no importaba entonces que todo hubiera iniciado de una manera extraña, sencillamente todo había quedado como la normalidad, entre comillas normalidad porque ella no podía llamarse normal, era una plática entre dos chicos de la misma edad que estudiaban en la misma preparatoria, eso era lo común entre ambos; río mostrando una sonrisa en sus labios cuando dijo que su cabello era negro, claro no fue la risa sonora burlona, fue una de “fue un comentario divertido” una sencilla, y volteo a verlo ladeando la cabeza aun con la sonrisa en sus labios, prestando atención a que él también tenía la misma sonrisa.

—Te soy sincera, tu color de cabello es único, diferente y simpático, no deberías sentirte mal o incomodo por el pelirrojo, creo que te da un toque de inocencia y es perfecto para tus bromas —ahora sus sonrisa se encontraba de medio lado y viendo hacia el suelo, irónico pero era curioso como prefería tener el cabello negro a uno pelirrojo sin saber siquiera como era que se veía él con ese cabello, para Elise era el tono que más le favorecía.

Alguien le debió de dar alguna idea equivocada, o tal vez sencillamente que le dijeran que se parecía a su padre, o a su abuelo por el color de cabello le molestaba constantemente, siempre pensando en alternativas a las cosas, analizándolas, algún día sencillamente ya no buscaría las respuestas a algo tan simple pero así era ella no podían detener algo que era, no podía detenerse ella en sí. Volviendo la vista a Cedric escucho como es que llego ahí, mientras ella analizo cada posibilidad, cada escuela, cada colegio, él solo puso un nombre al azar y llego ahí—Eso para mi más que azar parece suerte —sonrió la rubia relamiéndose los labios.

—O más bien destino, aunque esa una escuela loca, rara con ideas e historias sobre el mismo lugar, creo que es una buena escuela y fue el lugar donde iniciaste desde 0, creo en el destino y el karma por lo que creo que era algo que debías hacer, llegar aquí —levanto los hombros por acto impulso y comenzó a mover los pies de un lado al otro—Piénsalo bien, llegaste a uno de los mejores colegios de Londres, justo donde están las “historias” y los alumnos más alocados de todos, donde puedes ser tu mismo — esa era la idea de Elise, para ella además de la lógica había algo más fuerte que el instinto o la naturaleza, había una razón para que cada uno tomaran el camino en el que estaban ahora.

Creía que ella y Cedric debían conocerse, si lo creía ciertamente, todo dependía de ellos como era que tomaran ese encuentro, claro era la chica que se creía todas las bromas y él el bromista perfecto para hacer todas esas bromas—Me encantaría ir contigo a comer un helado, pero en esta temperatura me gustaría más un café, como dato curioso el capuchino vainilla es mi favorito y si es helado prefiero chocolate — pico el hombro de Cedric con una sonrisa en sus labios—Lo más seguro es que no me notaras en el salón de clases, soy la rarita que se sienta al frente del salón junto al a ventana e ignoro a todos porque no me gusta que se quejen de la clase, no tienen la idea de lo afortunados de poder asistir una escuela como esta—

Siguió con la broma, porque ahora le entendía según ella a esas bromas ahora que conocía su intención pero dudaba realmente que su broma fuera tan buena además de que hablo con parte de la verdad de cómo se sentía con sus compañeros de clase—Tocare contigo pero sé que me vas a opacar es obvio que lo vas a hacer, pero veamos que tal sale ese dueto —

Era extraño como cambio tan drásticamente el asunto de un momento a otro Cedric se puso serio y se puso a reflexionar las palabras que él decía sobre el destino, cada quien sabia como interpretaba eso del destino si no creía no iba a hacerlo cambiar sus creencias pero notaba sus palabras como más claras y fuertes, no sabía si era por molestia de las palabras que ella le había dedicado o por algo más, se quedó seria y trato de no hablar algo que le siguiera molestando, como siempre decía cosas de tal manera que hacía que los demás quedaran lastimados, aun así no podría disculparse por algo que no sabía que había hecho o que no había hecho, por lo que lo dejaría, como siempre.

—Cada quien tiene su propia opinión… de lo que considera destino y karma, así que todo es válido — levanto los hombros medio sonriendo y volteo su vista hacia otro lado aun sabiendo que Cedric no le veía, se sentía un poco extraño el ambiente porque sintió como era que el lenguaje de su cuerpo había cambiado.

Hizo una ligera mueca pensando que podría hacer, tal vez lo mejor era irse y dejarlo solo nuevamente, luego podrían hablar después si es que se volvían a ver, cosa que él dijo que quería mínimo tal vez por los pasillos del colegio, si había dicho o hecho para molestarle sería complicado de decir si es que él quisiera hablarle. Y más cuando dijo que sería mejor que no notaran uno al otro, suspiro resoplando moviendo el cabello que estaba sobre su frente y asintió, no negaría sus deseos y no diría algo contrario. Elise no solía interferir con las decisiones de los demás si no sabía los motivos y más si no le pedían ayuda—De acuerdo… —no dijo más dejando que él chico se levantara y se marchara.

Se sintió extraña como siempre, cuando intentaba proteger sus sentimientos no podía dejar que le afectara que otra persona no quisiera estar a su alrededor, era sociable sí, pero eso no significaba que mantuviera muchos amigos en su entorno, que pudiera relacionarse fácil era otra cosa, pero así era como debía de ser su vida y no tenia de otra, más que ver si es que él realmente quería pasar tiempo con ella, otra de las razones que no tenía tantos amigos era el hecho de que podrían utilizarlos en su contra los brujos y esas cosas, solo eran precauciones que tal vez luego les necesitara.

Levanto sus piernas y las puso cruzadas entre si sentándose bien en la mesa que sostenía todas las macetas, mirando que el pelirrojo partía hasta que la maceta que él anteriormente tenía entre sus piernas cayo por accidente, Elise se bajó de la mesa para ayudarle a levantar la tierra esparcida por todo el piso—Déjame ayudarte— le dijo solo con el motivo de ser servicial, solo por eso sin ninguna otra intención y vio cuando justamente Cedric se cortó el dedo de la mano, pero no sabía con exactitud si solo había sido un dedo, el filo de la cerámica precio ser más fuerte para que haya logrado tal efecto, , sin decir nada se acercó lentamente hasta donde se encontraba la mano que sangraba y puso su derecha sobre esta para que se detuviera en hacer lo que hacía—Estas sangrando, déjame curar esa herida—

No importaba el hecho de que estuviera concentrado o se fuera a enojar, debía de parar el sangrado y que no tuviera contacto con la tierra que se infectaría la piel y se haría una fea herida junto con la cicatrización, quería ayudarlo.