Al parecer hay mas en común entre nosotros (Ced)

Una semana exacta había pasado desde que Ced y yo habíamos empezado a hablar. ¿Era mi amigo? No lo sabia con certeza, sin embargo me agradaba de sobremanera. Me levante de la cama y mire al lado para posar mis ojos sobre la cama de Ced. La cama estaba hecha. Como si no hubiera dormido ahí, pero sabía que lo había hecho, lo había visto la noche anterior. “Quizás tenia cosas que hacer” pensé sin darle demasiada importancia.

Me levante de la cama tomando caminando al closet del cual saque un short y una polera que me puse para después calzarme mis zapatillas deportivas Camine hasta las duchas y me metí a bañar. EL agua recorría mi cuerpo. Estaba fría, casi congelada pero era una sensación agradable. Limpie cada centímetro de mi cuerpo y Salí de la ducha secándome para ponerme el short y la polera nuevamente.

Al estar de vuelta en la habitación me quite la ropa que llevaba y me puse la ropa con la que andaría durante el día. Una polera blanca sin mangas. Unos jeans ajustados color azul oscuro mis deportivas negras con blanco y una de mis características chaquetas de cuero. Me senté en la cama y tome un espejo de bolsillo mientras me untaba gel en el cabello.

Estoy listo “¿listo para que?” pensé para mi mismo pues era fin de semana y no tenia clases. Algo tenía que hacer para matar el tiempo. De reojo mire mi cómoda y la abrí encontrando el grimorio de mama. Era increíble que ella aun pensara que yo no sabia de mis poderes y procedencia mágica. Sin embargo era mejor así. Quizás si lo supiera me obligaría a estar con ella y ser un buen hechicero .

Tome el Grimorio en mis manos y lo abrí en una pagina. “magia negra” justo era uno de esos conjuros de los que no había querido aprender nada por el mal estar que me provocaba el que ya sabia. Este transformaba el aura del hechicero en energía oscura mejorando capacidades físicas. Aumentaba la fuerza y agilidad del usuario.

Muy útil si se combina con mis conocimientos de Box pensé que quizás a futuro podían servirme esos conocimientos. Pero de que me servia leer si no practicaba.

En ese momento comencé a canalizar mi energía espiritual en mis manos intentando provocar una conversión en esta que provocara el pase de energía benigna a maligna

Había despertado temprano aquella mañana, era sábado pero no podía dormir más. Odiaba cuando eso sucedía, era cruel despertarse temprano en un día sin clases, no me parecía justo, pero aunque intenté volver a dormir no lo logré, así que saqué ropa limpia de mi armario y me duché, el agua estaba tan caliente como en las aguas termales… esa sensación me agradaba porque era relajante, sentir el calor ardiente contra mis músculos en una fría mañana de invierno…

Finalmente cuando me vestí y me pasé los dedos por el cabello húmedo (mi método favorito para peinarme) salí a buscar algo de comer; tenía tanta hambre que podría comer cualquier cosa que me pusieran… no la verdad no, siempre sería exigente con la comida aunque, aunque estuviera tan hambriento como lo estaba ahora. Aunque, el desayuno no estaba mal opté por un desayuno clásico y pedí una taza de café negro con mucha azúcar, amaba ese aroma en el aire, amargo, mezclándose con el olor de las tostadas.

Después de desayunar pensé que tal vez sería buena idea ir a dar un paseo por el edificio, de esta manera me permitía a mi mismo conocerlo cada vez mejor y familiarizarme con el lugar, era más sencillo en esos momentos que no había mucha gente por los corredores o los jardines… sin embargo, aquella mañana llovía a cántaros y no podía ir a los jardines, mala suerte… pensé que tal vez sería un buen día para practicar la nueva melodía para violín que había compuesto, estaba a punto de terminarla, sólo unos cuantos compases más y perfeccionar otros tantos. Entonces, volví apresuradamente a la habitación, convencido de que eso era lo que tenía que hacer, ya por mi cabeza pasaban los posibles arreglos que haría, tenía que hacerlo ya antes de que lo olvidara o esas ideas repentinas se borraran de mi mente.

Cuando abrí la puerta sentí energía mágica, me quedé estático sobre el marco de la puerta, aferrando el pomo con fuerza, pero cuando logré reaccionar cerré de un portazo como si quisiera tratar de que lo malo que había allí se quedara dentro y no pudiera salir… pensé en Natlian… tal vez él no estaba allí… esperaba que así fuera, lo cierto era que allí había un brujo. El bastón resbaló de mis manos, pero la verdad no importaba… avancé hacia él guiado por el aura que emanaba…

— ¿Q-quién está allí…? —pregunté tratando de que mi voz sonara firme.

No entendía por qué razones habría un brujo por allí, porque estaba en mi habitación o que quería, sólo sabía que lo quería lejos de mí.

Me encontraba levitando sobre mi cama en posición de meditacion con las manos alzadas creando una esfera de energia oscura que luego reventaria haciendo entrar en mi cuerpo para haci ganar fuerza y velocidad extremas.

No note cuando la puerta se habrio y ced hablo haciendo resonar su voz en mis oidos.habri los ojos perdiendo toda concentración y progresos de mi hechizo y cai a la cama de golpe rebotando de esta hacia el frio y duro piso . golpee duramente mi tracero y quejandome me levante del suelo.

--ouuch.—me queje mientras miraba a Cedric quien parecia haber visto todo.sin embargo sabia que era imposible. Ced no podia ver.asi que no habia nada que temer. Mi secreto estaba a salvo.

--Ced… solo estoy yo. Quien mas podria estar , las habitaciones son privadas. Nadie mas tiene acceso. – mensione relajadamente mientras me lanzaba sobre la cama mirando al tejado . de reojo miraba a Cedric y de verdad me parecia que algo andaba mal.

--¿Pasa algo?—le pregunte con un tono de voz que expresaba curiosidad.

Escuché gran alboroto en la habitación y me preparé para atacar si fuera necesario… no me gustaba usar la magia, pero si tenía que hacerlo, lo haría, sólo si no había otra opción; no obstante, lo único que escuché después fue la voz de Natlian… hablándome como si yo fuera un loco que alucinaba cosas; y así de fácil y rápido esa energía desagradable se había esfumado, evaporándose tal cual lo hubiera hecho una voluta de humo o el vapor que emana una sustancia ardiente.

Me dejé caer sobre el suelo, sentándome y respirando agitadamente, mi ritmo cardiaco era acelerado y sentía mis extremidades temblar ligeramente; me iba a volver loco, esa clase de alucinaciones eran erróneas, tal vez… simplemente no podía escapar de lo que de verdad era y por esa razón me perseguía a donde quiera que fuese, por bizarro que sonara. Por un momento habría jurado que aquellos vestigios de magia provenían de mi compañero de habitación, pero tampoco podía abrir la boca y preguntarle: Hey ¿eres un brujo? Porque me pareció que estabas haciendo magia.

No, era completamente absurdo, me tomaría por loco y todo por mis alucinaciones, porque a pesar de haberme alejado por voluntad propia seguía siendo parte de mí; esa… cosa, corría por mis venas, como había corrido por las de mis padres, y del mismo modo por las de mi abuelo. Tenía la certeza de que si mis padres habían dejado atrás ese oscuro destino yo también podría hacerlo, ellos no habrían querido eso para mí, por alguna razón me habían alejado de ello y sabía que no se debía a la excesiva sobreprotección de Genevieve… era algo más.

—No… no pasa nada… —contesté algo frustrado y molesto—sólo creí que había alguien más en la habitación es todo. Me… confundí. Perdón si te molesté.

Me llevé las manos al cabello y traté más aún de controlarme, no quería hacer magia de verdad de manera inconsciente... ese si sería un verdadero problema.

—Por cierto... ¿Qué estabas haciendo? —Pregunté tratando de desviar mis pensamientos en otra dirección, algo más cercano al mundo de los mundanos—Sonó como si te hubieses caído de la cama ¿No estás grandecito para eso?

Ced parecía algo nervioso. Asustado, quizás inquieto. No sabía bien que pasaba por su mente. Sin embargo no podía continuar con mi entrenamiento. No podía subestimarlo por su ceguera. Eso seria completamente entupido.

Después de un momento escuche sus respuestas y a la vez una pregunta. Me ofusque un poco pues sentí que me trataba como a alguien mucho menor que el y teníamos la misma edad, quizás hasta era mayor por meses. No lo sabia.

Ey no me trates como si fuera un bebe. Después de todo tu eres el culpable de que me cayera. Yo estaba levitando y me desconcentraste. Es normal que si lo haces con un hechicero ocurran cosas como esa

Que acababa de pasar. Había tenido un maldito impulso de esos que me venían una vez cada doscientos mil años. Tenia que hacer algo para que el olvidara lo que yo había dicho.

[color=red]ósea ….. Hechicero. Quise decir mago. En el taller de teatro are una obra… eso… amm ensayaba mis líneas …. Pero bueno eso da igual ¿no?—dije mintiendo, mi voz se había trabado en varias ocasiones. Siempre que mentía tartamudeaba.

Camine hacia ced y toque su hombro. Ey estas seguro de que no te pasa nada. Pareces algo asustado… me preocupas. dije con sinceridad. Parecía que mi compañero de cuarto había visto un fantasma.

¿Hechicero? ¿Levitar?... Entonces era verdad, no lo había alucinado, no me estaba volviendo loco, de verdad había habido magia allí y había sido él quien la había provocado, había sido Natlian quien había generado esa energía oscura que había sentido… mi compañero de habitación era como yo, un maldito bicho raro. Era un tanto triste… porque había pensado que podríamos ser amigos, me agradaba pero esa cuestión cambiaba drásticamente la situación; sonreí ligeramente y borré mi sonrisa en cuanto le escuché tratar de arreglarlo todo, de enmendar su error ¿Creía que porque era ciego no me iba a dar cuenta?

—No me mientas—dije en tono serio y me alejé hasta que mi espalda chocó contra algo que supuse era mi cama. —No soy idiota Natlian McGowan… sé darme cuenta cuando alguien miente.

Sentí su tacto en mi hombro y luego de aclararme la garganta, la aparté enviando una descarga de energía a través de mis dedos, energía cargada del coraje y la decepción, al mismo tiempo con odio y un poco de rencor… sentimientos que alimentaban la magia que mi abuelo me había enseñado.

—Sólo un bicho raro puede reconocer a otro bicho raro… —le espeté y me puse de pie.

Me dirigí a la puerta y salí de la habitación olvidando mi bastón, pero en esos momentos daba lo mismo, lo único que quería era alejarme de allí, alejarme de la magia y pensar que haría ahora… porque se suponía que por esa razón había venido a este colegio y resulta que la persona metida en mi habitación es otro monstruo o engendro de esos… Me guié deslizando mi mano a través de la pared, llegué hasta una puerta que guiaba al exterior, pude escuchar la lluvia caer con tanta fuerza que dudé que fuera seguro salir al exterior, sin embargo… la idea me tentaba demasiado, la lluvia siempre me había gustado, a veces era la única manera de aclarar las ideas. Y cuando crucé el umbral inmediatamente quedé empapado por el agua que caía a cántaros del cielo…

Cedric se haba dado cuenta de que mentía. De pronto sentí una descarga en mi cuerpo algo que me envió un par de centímetros mas a tras llegando a botarme .escuche lo que el decía sin levantarme del piso. Era un hechicero como yo… como era posible. Pero me estaba llamando bicho raro. Se llamaba bicho raro a si mismo. Que tenía en contra de la magia. Que le había echo la magia. Nadie la odiaba. No sin razones. Era algo que tenia que preguntar. Me dispuse a levantarme sin embargo lo vi. Salir apresuradamente por la puerta. “¿pero que diablos pasaba con ese muchacho”?, yo no le había echo absolutamente nada y parecía que de pronto me culpaba por todo lo que le había pasado en el pasado

Me levante tomando su bastón y Salí tras de el. En cuanto llegue al pasillo note que ya no estaba.como sin su bastón podía caminar tan de prisa, suspire cansinamente y concentrando mi energía cree una proyección astral almacenando la energía suficiente para mantener mi cuerpo real y el falso despiertos al mismo tiempo.

ve a la derecha y yo a la izquierda ordene a mi astral y ambos nos separamos. Tenia que encontrar a ced rápido. Estaba sin su bastón y podía ser peligroso para el. Aun que no tanto como para mí. Aun tenía el cuerpo adolorido por la descarga que me había dado. Había usado magia negra. Eso era algo que cualquier hechicero reconocería en seguida.

Seguí caminando hasta llegar a la salida. Fue ahí donde lo vi. Salí y me empape completamente. El viento se agitaba muy fuerte y golpeaba a mi rostro, con una mano me quite un par de gotas de agua de la cara. Me resultaba un clima molesto para tener una conversación.

¡¡Ced!!… grite para que se volteara a escucharme. tenemos que volver… necesitamos hablar claramente de esto. No se que tienes en contra de la magia… pero yo no tengo nada que ver en eso… tenemos que arreglar esto. Tienes que entrar. Te vas a enfermar.

Mi cara y cuerpo estaban completamente mojados. Tenia mucho frío el clima era realmente matador asi que esperaba que el volviera dentro lo mas pronto posible.

Sentía el filo congelado de las gotas de lluvia sobre mi rostro, la sensación era agradable, el frío calando sobre los huesos como cientos de alfileres atravesándolo, el dolor físico en ocasiones era una sensación formidable que liberaba la mente de pensamientos que deseaban ser olvidados, de las situaciones lamentables que golpeaban nuestra vida, tal vez, el dolor físico se volvía un escudo ante dichos eventos. Cerré los ojos pues no me agradaba el escozor del agua cuando penetraba en mis pupilas…

Entonces escuché a lo lejos que alguien me llamaba y reconocí su voz, que aunque estaba amortiguada por la lluvia, sonó clara; puse los ojos en blanco y aceleré mi paso ignorándole ¿No podía dejarme en paz? No dije nada, le ignoré a pesar de sus advertencias y seguí andando, como si no existiera, tal vez era lo mejor, fingir que no existía a partir de ahora, que era solamente un ente que inevitablemente estaba ahí, pero cuya presencia no me importaba y de la cual podía pasar para seguir con mi vida.

Apenas había avanzado algunos pasos cuando resbalé con el barro blando que se había formado en el jardín y caí al suelo de rodillas e interpuse mis brazos para que mi cara no chocara contra el lodo. Maldije entre dientes cuando me di cuenta que no podría seguir adelante, que no tenía idea de donde estaba, que era un punto en medio de la oscuridad. Sin otra opción me senté en el suelo cruzando las piernas y los brazos, esperando que algo bueno se me ocurriera pero él seguía allí y no tardaría en llegar a mí.

— ¡Lárgate de aquí, McGowan!—le ordené—Yo no tengo nada que hablar contigo... a menos que quieras otra demostración de magia...

Aquello último lo dije en voz baja, por supuesto, yo era el último en utilizar magia para arreglar asuntos personales... pero él era igual que yo, aquellas cuestiones solo se solucionaban de una manera.

Desactive mi hechizo de proyección astral y vi. Como Cedric se caía al piso. Negué con la cabeza, estaba bastante molesto con su actitud de crío inmadurote acerque solo un poco y lo escuche gritar que me largara. También me amenazo con una demostración de magia. Empuñe mi mano tensando mis músculos es que creía que acaso me daba algún miedo. Yo no era hechicero desde hace dos días. Llevaba años practicando .

Si quieres hacerlo puedes hacerlo. Pero que conste que no me quedare quieto a esperar que me mates usando tus poderes. Tu energía al atacarme la vez anterior era oscura. Como si todo lo que conocieras fuera la magia negra. Algo que no me gusta nada. Sin embargo no te juzgo. Cada quien aprende a ser hechicero de maneras muy diferentes. mencioné molesto no tengo ni la mas minima idea de que es lo que te ocurre. Yo no te hice nada. Jamás pensé siquiera en hacerte daño y tu me aturdes con un ataque mágico

Me aleje un poco de el. Y mirándolo le dije. ¿crees que para mi es muy fácil contenerme y no hacer que un relámpago te caiga en sima?, pues no. no lo es, sin embargo me contengo , por que a pesar del poco tiempo te considero una de las pocas personas que vale la pena. Sin embargo no te rogare. No Hare nada mas de lo que ya hice , si quieres volver estaré en la habitación esperándote

Me voltee y antes de empezar a caminar con mi magia hice que del pasto junto a el saliera una hermosa flor de color rojo intenso la magia que mas domino es la de los elementos naturales y la misma naturaleza. Junto a ti hay un Geranio rojo. Se dice que esa flor representa la amistad. Es tuyo, puedes tomarlo si quieres.

Sin voltearme seguí caminando molesto , mis músculos estaban tensos , la lluvia caía sobre mi cuerpo provocándome un frío intenso sin embargo eso ya no me importaba. Me detuve antes de entrar y note que aun tenia el bastón de ced en mis manos . Haciéndolo levitar telekineticamente junto a ced dije .

quizás lo necesites después de eso entre perdiéndome en el pasillo camino a mi habitación.

De algo estaba seguro, no mataría a ninguna persona utilizando magia, no estaba siquiera seguro de ser capaz de matar a alguien… al menos no conscientemente, mucho menos usando magia, porque era incorrecto servirse de tales medios tan viles para quitar a alguien de tu camino; yo no quería ser como mi abuelo, y no lo sería, por eso estaba en Saint Lucia, antes de que su esencia me consumiera, de que no pudiera ser capaz de dejar fuera de mí eso que carcomía mi alma por dentro, porque, tenía que admitirlo, me gustaba, muy en el fondo disfrutaba del poder que corría por mis venas, me gustaba sentirme poderoso, superior... diferente y no en la forma en que los demás mundanos me veían.

Con mis dedos tanteé sobre el lodo hasta que encontré el tallo de la dichosa flor… odiaba las flores, sobre todo si eran rojas y más aún si eran hermosas, la belleza era superficial y pasajera, capaz de ser absorbida por la mirada y esta cualidad física podía mover el mundo de muchas maneras, yo sabía los efectos de tal cosa, sin embargo… ahora no era más que un concepto abstracto, algo que estaba de más en cualquier situación. Cerré mi mano en un puño alrededor del tallo y la arranqué desde la raíz, lo cual no había sido difícil por la superficie blanda en que se hallaba; luego la balanceé a través de mis dedos como un bolígrafo… la belleza era frágil igual que la vida misma… Empecé a consumir su vida sintiendo como la planta moría entre mis dedos hasta marchitarse por completo y cuando no le quedaba más… cerré mi mano con firmeza sobre los pétalos y las hojas rompiéndola en mil pedazos y dejando que el agua de lluvia se llevara los restos de mis manos.

Me quede sentado allí bajo la fría lluvia durante un largo tiempo, fueron horas, no se cuántas en realidad, incluso la lluvia cesó volviéndose una ligera llovizna helada, y por último simplemente había dejado de caer agua del cielo y la tierra se helaba, la temperatura descendía considerablemente y mis ropas empapadas se pegaban a mi cuerpo sin generar calor alguno… Pensé que era hora de volver al dormitorio cuando mi cuerpo empezó a temblar verdaderamente de frío, así que sin otra mejor opción me puse de pie y a regañadientes recogí el bastón del suelo para ir a la habitación.

Llegar allí me tomó más de lo que pensé, seguramente por culpa de mis pasos lentos y mis infinitas ganas de llegar. Entré y fui directo a mi cama donde me tiré sin importarme que el cubre camas se ensuciara del barro adherido a mis ropas, o que se mojara… me sentía infinitamente agotado a pesar de que no había hecho absolutamente nada, era una sensación extraña… Cerré los ojos y abracé mi almohada deseando quedarme dormido, aunque esa posibilidad parecía lejana, no sería capaz de conciliar el sueño.

Suspiré profundamente… era increíble como todo estaba bien hacía tan sólo poco más de dos años… nunca lo diría en voz alta pero extrañaba a mis padres, extrañaba a Louis. Y no, no me importaba lo que pensaran de mí ahora, tal vez mañana sí… pero por ahora Cedric Di Giovanni estaba cansado de ser Cedric Di Giovanni.

Llegue a la habitación y me senté en la cama pensando en lo sucedido. Lo menos que quería eran problemas. Había salido de mi casa en New York por una razón. Y esa era el no querer hacer daño a nadie con mis poderes. Pero ahora estaba entre la espada y la pared pues mi compañero de habitación era como yo y me atacaba. Me hacia enojar y el control de mis poderes estaba ligado a mis emociones. Me daba miedo perder el control y terminar en una lucha al estilo Charmed con el.

De pronto sentí como si algo presionara mi pecho e impidiera que el aire llegara a mis pulmones bloqueando mi capacidad de respirar. Después de unos minutos la negativa sensación desapareció por completo. Mi magia. Mi flor había sido destruida y aso era lo que había sentido. al haberla echo con tanta energía había puesto un poco de mi en ella. De ahí la razón por la que había sentido su muerte.

Debí imaginar que lo aria…. mencioné mirando al piso. creo que ya es tiempo de salir de aquí. No me quedare donde alguien me impulsa a usar mi magia con fines destructivos, no permitiré que pase de nuevo

3 años atrás.

Me encontraba en mi habitación. Tomaba clases particulares durante una temporada pues me estaban costando un par de materias en el inicio de enseñanza media . Mama le había dicho al profesor que hiciera todo para que yo aprendiera sin importar los métodos que tuviera que emplear en el proceso de mi aprendizaje. Le había prometido grandes sumas de dinero por ende el no permitiría que yo no aprendiera Fórmulas de área y volumen de cuerpos geométricos.

pero es que no entiendo mencioné a mi profesor mintiéndole mientras apoyaba mis codos sobre la madera de mi escritorio . Había entendido hace mucho sin embargo no me apetecía resolver ni un ejercicio mas

Llevas así una semana, eres un tonto, un incompetente. Jamás lograras las expectativas de tu madre. Pero con mi sueldo no te metas. No lograras que no me lleve esa enorme suma de dinero así que aprenderás ya sea por las buenas o por las malas

El hombre sonó serio, intimidante. Pero sus palabras no fueron nada en comparación con lo que vino después. De entre su bolsillo saco una especie de látigo y me dio un azote sin piedad alguna.”Pero que clase de maestro es este” pensé sin poder hablar en ese momento y sentí un segundo azote.

¿Vas a aprender? pregunto y seguido de eso me dio un tercer azote creando una primera herida en mi espalda. La sangre comenzó a fluir lentamente tiñendo de rojo mi blanca polera.

¡¡Ponte a escribir holgazán!! dijo para darme un cuarto golpe de látigo. La sangre fluía cada vez más fácilmente. Yo solo tenia 14 años y sentía como mi vista se nublaba a causa del incomparable dolor que sentía solté mi lápiz a pesar de que intente escribir pues me fue imposible. La energía que me quedaba no era la suficiente ni para tomar un lápiz.

Después de sentir un quinto azote sentí como mi sangre se calentaba y la ira inundaba por completo mi ser era como si mis sentidos y energía hubieran aumentado. Estaba enojado. Estaba furioso. Sentí el aire moverse violentamente cuando el maestro hizo un nuevo movimiento para un sexto azote sin embargo me voltee velozmente y con mi mano derecha tome el látigo mirando al maestro furioso.

tu….tus ojos…s…son púrpura mencionó el hombre con un tono de voz que demostraba miedo, su semblante mostraba claramente que estaba aterrado. Mis ojos habían cambiado de color y mi magia había sido liberada por la ira.

mis ojos son el menor de tus problemas dije con una voz sombría e inconscientemente a través del látigo empecé a enviar descargas eléctricas constantes que tomaron por completo el cuerpo del profesor , lo mantuve así al menos un minuto con unos 40 segundos y sentí como la ira se desvanecía . al notar lo que estaba haciendo me detuve como acto de reflejo sin embargo el profesor salio volando a través de la habitación debido al golpe de corriente. Este choco con la pared y callo al suelo inconsciente.

¡no..no..no, lo mate , lo mate! dije con desesperación mientras me acercaba a el. Tenia mucho miedo . era un niño a penas y no sabia que hacer. Me acerqué y toque su muñeca notando que aun tenia pulso. Mis ojos se abrieron ampliamente . esta vivo…. dije levantándome y tomando el teléfono para llamar a una ambulancia.. en cuanto la llame dijeron que pronto se pondrían en marcha y yo no paraba de rezar para que el hombre no muriera.

Mientras esperaba me cambie la camisa no sin antes lavar mi espalda y telefonee a mama contándole lo que había pasado. O mas bien contándole que el notebook del profesor había tenido una sobrecarga de energía mientras el lo tenia en sus piernas por lo que había quedado gravemente herido.

Después de eso el hombre fue llevado al hospital donde paso 2 meses y medio inconsciente. Durante esos dos meses y medio estudie mucho acerca de mi madre logrando crear un hechizo para que se olvidara de lo sucedido y que en su mente se implantaran recuerdos falsos exactos a los de la falsa historia que le había contado a mi madre.

Presente

Sentí como Cedric entraba en la habitación todo mojado y tiritando por el frío que debía sentir. Era un testarudo y a pesar de todo me preocupaba. No quería que algo malo le pasara, ni que se enfermara, pero tampoco le rogaría.

No te preocupes. Este lunes me marcho de aquí. Mañana hablare con mi madre. Ahora no puedo. La lluvia arruino las líneas telefónicas. Pero tranquilo solo un día mas y te libraras de mi por completo. Perdona el hecho de que sea un hechicero, pero no hay nada que pueda hacer para remediarlo. Así soy yo

Me levante de la cama y comencé a pensar una excusa para que mi madre no se opusiera a que dejara la escuela.

Solté una carcajada irónica, estaba siendo ridículo, aunque no negaba que me encantaba la idea de que se fuera, sólo para evitar tenerlo cerca, sin embargo, había algo extraño que sentía cuando pensaba en esa idea, en la idea de quedarme solo otra vez, porque de alguna manera en ese tiempo me había acostumbrado a Natlian, a su presencia… era cómodo hablar con él, incluso en ciertos momentos era divertido, no había tenido alguien de mi edad con quien hacer bromas o hablar de cualquier cosa desde que Louis había muerto, y no trataba de sustituirle, eso era imposible, pero yo no era la clase de persona que se limita a hundirse en los recuerdos de un amigo muerto, solamente no había tenido la oportunidad de conocer otras personas; y, fuera del asunto de los bichos raros, Nat me agradaba.

—No tienes porque irte—le dije en tono serio sin moverme y sin abrir los ojos—tu llegaste primero, si alguien tiene que irse soy yo. Estoy acostumbrado a ir de un colegio a otro, así que no me importa. Además tu tienes una madre a la cual complacer, a nadie le importa si dejo de estudiar, si voy aquí o allá.

Me quedé en silencio nuevamente, pensando en todo lo que había sucedido, pensando correctamente, lo que no había hecho debido a la conmoción, debido a que el hecho de descubrir que mi compañero de habitación era como yo había cegado mi mente al razonamiento correcto; Natlian no era mala persona, su aura no tenía la presencia desagradable que la de mi abuelo, o la de otros brujos que había conocido ya, a pesar de esa energía oscura que había emanado… seguía siendo distinto.

Suspiré profundamente volteándome boca arriba y colocando mis brazos detrás de la nuca.

—Escucha… sé que estuvo mal atacarte, es sólo que… detesto la magia, no me gusta… es mala. Suena absurdo, lo se… pero… ¿no puedes sentir esa… oscuridad consumiendo tu cuerpo cada vez que la utilizas? No comprendo como hay hechiceros que disfrutan usándola. La magia deja de ser divertida cuando te das cuenta que no hay Hogwarts y no puedes jugar Quidditch. —me desordené el cabello, apartándome los mechones húmedos que se pegaban a mi frente—Esto no se lo he dicho a nadie… pero creo que si no te lo digo seguirás pensando que soy ridículo o infantil, o que soy un tonto, no se… cualquier cosa que pase por tu cabeza, no busco comprensión ni nada, sólo que entiendas mis problemas con ese asunto. —Volví a cerrar los ojos hundiéndome en los recuerdos pero sin perderme de la realidad—Mis padres eran hechiceros, y ambos, de familias importantes, su matrimonio incluso fue arreglado procurando que dos grandes y antiguas familias mágicas se unieran conservando la magia en un estado “puro”, ridiculeces. Afortunadamente, ellos se amaban o aprendieron a amarse, y no me cabe duda de ello pues los vi siendo un par de ridículos amantes durante toda mi vida. Cuando nací al poco tiempo mi madre decidió renunciar a esa vida por mí, por alguna razón me quiso alejar de ese mundo mágico, de lo que conllevaba ser un brujo y sin otra opción mi padre la siguió. Nos mudamos a Nueva York donde la idea era iniciar una nueva vida y así fue. La primera vez que usé magia tenía cinco años…

Lo recordé con tal claridad a pesar que durante toda mi vida había pensado que se había tratado de un sueño, de que nunca había sido real.

Yo estaba en los jardines escalando mi árbol favorito para ver desde su altura todo el jardín trasero, era otoño en Nueva York y por ello una alfombra de hojas doradas cubría todo el césped, entonces cuando llegué a una rama y me senté sobre ella, miré con insistencia el suelo, de pronto una ráfaga de viento helado levantó las hojas y volaron por todos lados de alguna manera a mí me parecía divertido, extendí mis brazos y traté de atrapar una que se quedó levitando sobre mi mano, luego me di cuenta que las hojas se movían conforme yo lo quería, unas siguiendo a las otras como si fuera un carrusel, en espiral y luego rodeando el árbol… Era entretenido y bonito, hasta que la puerta del jardín trasero se abrió.

—Cedric ven adentro está haciendo frío… —dijo mi madre, de pronto calló y en su rostro apareció una expresión de horror que no comprendí.

Su mirada verde me buscó y me encontró.

— ¡Mére, mira lo que puedo hacer! —Hice que las hojas fueran hasta ella y bailaran a su alrededor, tal vez eso la haría feliz.

— ¡Luciano Di Giovanni, baja de allí ahora! —gritó furiosa.

No sabía porque estaba molesta yo no había hecho nada malo… a menos que hubiera descubierto los restos de su escultura ocultos debajo de la alfombra de mi habitación, ella estaba orgullosa de su última fea creación. Sin más, bajé del árbol y fui hasta ella, para entonces las hojas ya había vuelto a su lugar en el suelo.

—Puedo explicarlo… es que… me miraba feo… y…

—Escúchame bien… no quiero que vuelvas a hacer eso…

—No…

—La magia es mala, no debes utilizarla nunca ¿entendiste?

— ¿Magia? —inquirí extrañado, luego me di cuenta que se refería a lo que acababa de hacer con las hojas de los árboles. —Pero es bonito… me gusta.

— ¡He dicho que no!

Nunca había visto a mi madre tan furiosa, incluso daba miedo, no me gustaba que se enojara conmigo, menos por algo que yo no entendía, sólo sabía que al mismo tiempo estaba asustada, podía verlo en su rostro.

—Creo que mi madre me hizo olvidarlo o simplemente pensar que no había pasado—le dije a Natlian—no lo se, es como si hubiera estado borroso y confuso. Después, cuando cumplí trece años, mi abuelo vino por mi cumpleaños y me ofreció irme a vivir con él a Italia, me ofreció cosas que mis padres siempre me habían negado, la idea era muy atractiva y no lo dudé, en ese entonces yo era un chico caprichoso y superficial y comprarme era muy sencillo, mis padres procuraban no darme todo lo que quería, pero mi abuelo me lo daba sin miramientos, por eso quise irme con él… por supuesto mis padres no me dejaron, hubo una gran discusión, sobre todo entre mi madre y mi abuelo, ellos nunca simpatizaron, mi madre lo odiaba y ahora entiendo la razón. Y a pesar de que ellos se odiaban yo adoraba a mi abuelo… me gustaba ir a su casa aunque fuera sólo por vacaciones… Hace poco más de un año estaba en Italia cuando él me ofreció nuevamente esa propuesta de quedarme con él pero a diferencia de antes, me negué… no quería porque por primera vez mi relación con mis padres estaba bien, éramos una buena familia. No obstante, ese mismo verano ellos murieron en un incendio, y creo que fue mi abuelo el causante de ello, suena extraño, pero no puede ser una casualidad, menos cuando fui conociendo que clase de ser era él. Yo no llevo años como tu practicando la magia, pero mi entrenamiento ha sido duro desde entonces, casi sin descanso y sé lo suficiente para saber que no es buena, nunca fui una gran persona y sé que ese poder oscuro me consumirá de tal manera que no habrá marcha atrás… Por eso vine aquí, nadie me envió contra mi voluntad, no tengo unos padres que esperen que vaya a una prestigiosa universidad para que obtenga un título en cualquier cosa que se me antoje, como te he dicho, a nadie le importa a donde voy, soy yo quien ha decidido meterse aquí, con la excusa claro de que quiero “superarme” de que quiero demostrarle al mundo que mi discapacidad no es un obstáculo y todas esas tonterías. Vine aquí huyendo de cualquier cosa que mi abuelo pretenda conmigo; mis padres no querían esa vida para mí y yo tampoco la quiero, sólo quiero ser un mundano normal.

La maléfica risa de mi compañero de habitación resonó en mis oídos. Empuñe mi mano intentando no perder el control, su actitud realmente me tenia aburrido. Sentía que podía
Hacer explotar una pared de acero con solo mirarla. Mi ira comenzaba a consumirme. Sin embargo negué con la cabeza. Me opuse a ese sentimiento pues yo no era así. No era la clase de persona que hacia uso de sus poderes para herir a alguien más aun cuando este estaba en mis mismas condiciones.

Escuche atentamente lo que decía.”Claro que estuvo mal que me atacaras” pensé aun molesto sin embargo omití el reproche que se merecía. Después de todo en ese momento estaba algo choqueado . después de eso continuo con una pregunta. Negué con la cabeza ante esta.

No. No puedo sentir la oscuridad consumiéndome cada vez que la uso. La magia que utilizas es mala. La magia en general no lo es. Yo no uso magia negra solo magia blanca. Es dañina pero como debes saberlo no involucra el meterte con fuerzas prohibidas. El grimorio que tengo tiene muchas paginas en blanco. Lo cierto es que no están en blanco. Mi madre las hechizo con una especie de símbolos mágicos así las volvió invisibles. Sin embargo logre descifrar la “llave” y aprendí uno de esos conjuros. Fue algo que no había sentido jamás. Cuando lo utilice , me sentí malo. Casi como si no tuviera alma. Por suerte mi poder se agoto y se desactivo por si solo, de lo contrario no hubiera podido volver. La cuestión es que se a lo que te refieres .

Escuche el resto de su historia y fue entonces cuando comprendí el real por que del odio asía la magia de Cedric. Su vida no había sido fácil, a diferencia de la mía había estado llena de magia negra impulsada por su propio abuelo. El creía que su abuelo era el acecino de sus padres y eso ya era demasiado

Negué con la cabeza. No lo eres. Jamás lo serás. Suena duro pero es parte de ti. Tu abuelo la utiliza para mal. Es o fue tu mentor, de ahí tu habilidad con la magia oscura, pero de ti depende el como usar la magia y para que medios. No tienes que usar ese tipo de magia que te hace sentir tan mal contigo mismo si no quieres. Yo no lo hago y mi vida es medianamente normal. Aun que a diferencia de ti. Yo amo la magia. Es parte de lo que soy y no puedo cambiarlo. Seria, negarme a mi mismo

Todo lo que yo decía era cierto o así lo sentía yo. Con respecto a lo otro… no se trata de quien llego primero. Si te digo que me iré. No es por complacerte. Es un método de auto defensa. No quiero descontrolarme. No quiero que mi lado oscuro salga a flote. La familia de hechiceros de la que vengo es diferente a las demás. Nuestros ojos se vuelven completamente púrpuras cuando perdemos el control, nuestro poder aumenta y nuestro control desaparece por completo. Me ocurrió cuando mis poderes se desataron y casi mato a un hombre. Un hombre que me maltrato mucho físicamente pero aun así no lo merecía. Desde ese día evito enfurecerme. Evito practicar magia negra. Y evito el uso de hechizos muy poderosos. No quiero que vuelva a pasar. Menos con alguien a quien aprecio. La única manera de quedarme seria sabiendo que no pasara nada como lo de hace unos momentos otra vez. negue con la cabeza ¿pero eso es imposible verdad?

Lo escuché, no le ignoré pero tampoco me sentí conmovido por lo que estaba diciendo, y claro, tampoco estaba completamente de acuerdo con todo lo que decía… además era demasiado dramático. ¿A quién le importaba si sus ojos tenían efectos? ¿Si su familia no se que…? A mí no la verdad, un mago, brujo o hechicero era lo mismo de dónde viniera o lo que hiciera, todos éramos iguales.

— ¡Oulalalalá á cinémá! —exclamé un poco hastiado de tanto teatro. —Por favor… estás siendo ridículo, suenas como un tonto… ¿y qué si tus ojos cambian de color? Uy que miedo… ¡Je suis terrifié! Casi matas a un hombre… al menos debes agradecer que no te hayan entrenado para ser una máquina de matar y no sólo eso… que te haga sentir bien cada vez que le quitas la vida a alguien. —Me encogí de hombros—Tal vez magia negra como la llamas es lo único que sé hacer y no por eso me voy a aislar del mundo… ya pasé mucho tiempo escondiéndome, evitando salir al exterior. Soy un asesino, he matado personas sin mencionar que la gente que aprecio suele morir también aunque no sea directamente mi culpa y la verdad... eso no va a impedir que ande de un lado a otro mezclándome con el mundo. Tú entras en pánico y quieres aislarte por un error… Divertido, amigo.

Me quité las botas descuidadamente dejándolas caer al suelo y luego me quité la chaqueta y la camisa respectivamente, de esa manera el frío disminuía, me sentía mucho más relajado, de alguna manera la lluvia había aclarado mi mente, el frío me había obligado a pensar con claridad y en estos momento todo mi enojo se había esfumado, claro, que eso no me hacía volverme de pronto un fanático de la brujería.

—Tal vez no soy un mundano y nunca lo seré, pero yo puedo vivir como me da mi gana, si no quiero usar magia, si quiero seguir con la decisión que tomaron mis padres respecto a mí es algo que debes respetar, así como voy a respetar que te guste mucho jugar al brujito porque es parte de ti y patatipatatá. Mantenla alejada de mí… como cuando creías que era un vil mundano, soy feliz así: ciego en todos los sentidos

Puse mis ojos en blanco. Definitivamente con este niño no se podía hablar al menos no enserio. Rasque mi nuca y fruncí la boca mientras pensaba en que decir. Reí un poco al escuchar sus burlas acerca de mi historia. Pero no le di mayor importancia. Solo aclare para que lo entendiera bien.

Puede que haya sonado como que quería impresionarte con lo del cambio de color de mis ojos. Pero no era así. Eso solo represente físicamente lo que cambia dentro de mí. No me considero como los demás hechiceros. Pero lo decía para explicarte como funcionaba la magia en mi

Escuche lo siguiente que menciono y una carcajada salio de mi boca. Era en serio lo que me estaba diciendo. No se que clase de persona podía burlarse de algo así. Lo increíble era que ya ni siquiera me molestaba.

no me entrenaron para matar por que claramente no lo necesitaba. Esta en mi sangre. Mis instintos me empujan a serlo cuando me enojo. Otra razón por la que creo que mi madre tenia ocultos los hechizos de magia negra. Por que sabia que si los aprendía no podría parar. Sabia que la sed de poder en mi incrementaría día con día. Y hoy fui un entupido. Un irresponsable por intentar aprender más de lo prohibido. Gracias por pararme.

Dije con sinceridad.

por cierto puede ser todo lo drama que tu quieras. Pero quiero ser actota si que me siento alagado con que lo digas y tampoco me importa que seas un acecino. Hago drama simplemente por que no es algo que quiera para mi. No quiero matar a nadie. No me creo con el derecho de arrebatar vidas.

Camine hasta mi escritorio y tome el grimorio en mis manos. quizás si no fuera por este libro. En un año mas yo estaría en la cárcel. Por el hecho de que era menor de edad cuando casi mato a un hombre no hubieran podido detenerme, pero la condena me hubiera alcanzado al cumplir la mayoría de edad. La magia me libro de eso. Y entiendo el daño que a ti te hizo. Pero no puedo odiarla. Lo que no quiere decir que no respete tu decisión. De mantenerte alejado de todo lo mágico ni que no respete tu elección de intentar ser un humano normal. Yo respetare eso y cualquier cosa que decidas. No soy quien para oponerme. Y por ultimo los mundanos como los llamas no son viles. Mi padre es uno de ellos

De verdad lo ultimo me había llegado directamente. Yo adoraba a mi padre por que a pesar de ser abogado el siempre me había impulsado a seguir mis sueños, lastimosamente se veía limitado por mi madre.

Apreté los labios conteniendo la risa; Natlian era bastante… trágico y melodramático, también era extremadamente hipersensible, y aunque había sido mi culpa haber empezado con ese asunto, no entendía lo que era “dejarlo por las buenas” y que todo quedara como si nada hubiera pasado. Por mi parte, lo olvidaría, o fingiría que lo había hecho, no volvería a mencionar la palabra con M, ni usaría nuevamente “eso” dentro del lugar, ni fuera de él.

—Me alegro por ti y por tu libro. —le dije con sarcasmo, aunque había tratado de que sonara naturalmente, no pude evitar que voz se escuchara de tal manera…

Tampoco se trataba que me importaran un comino sus explicaciones, o lo que decía; normalmente se me daba bien escuchar a las demás personas pero no pensaba poner atención a historias que parecían haber sido sacadas de libros de fantasía y se tomaban como verdad, esas cosas deberían quedarse en los libros y ya; no iba a quebrarme la cabeza mortificándome por asuntos que venían acompañados de todas esas locuras; y si gracias a él no lograba el objetivo que me había propuesto cuando me inscribí en St. Edward's, simplemente me largaría sin decir nada.

—También que quede claro que no tengo nada en contra de los mun… humanos, yo soy uno de ellos, después de todo.

Me acomodé cómodamente abrazando la almohada y cerrando mis ojos esperando que pudiera quedarme dormido pronto… vaya manera de echar a perder el día; mañana tendría que practicar el doble además de encontrar la manera de hacer mis tareas para el lunes… por algo, odiaba los domingos.

Sentir el sarcasmo de mi compañero de cuarto me hacia enojar. Es que en verdad me parecía que pensaba que hablaba con un niño pequeño, o peor, con un tonto sin cerebro. La sangre se me calentaba rápidamente. Jamás había sido tolerante. Sin embargo en momentos como ese agradecía la capacidad que tenia de calmarme casi en seguida.

Sonreí Al oír lo que decía de los humanos. El de verdad quería ser uno. En mi interior sabia que no podría. Nadie podía escapar de su destino y el no seria la excepción. Sin embargo yo no era nadie para decirle “Ey para de soñar” el solo debería darse cuenta con el tiempo.

Bien, me agrada que pienses así de los humanos. De verdad espero que podamos llevarnos bien. La magia no tiene por que afectar en nuestra relación. Antes de que lo supieras no tenias problemas con migo. De verdad espero que podamos volver a eso. Necesito paz y una relación Tenza con mi compañero de habitación no es sano

Mencioné con sinceridad, pelearme con el me parecía una estupidez y no quería, de verdad no quería.

FIN