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Path to nirvana / / Art class
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St. Edward's College :: :: Tercer piso :: Aulas
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Path to nirvana / / Art class
El sol había salido, los pajaritos cantaban afuera y Aidan se encontraba practicando su yoga anti estrés en el tapete con motivos hindúes que se había comprado para la especial ocasión, demás está decir que el hombre estaba muy entusiasmado por su clase, tenía un montón de cosas pensadas para los estudiantes, los ayudaría a pintar y a elevarse en el mundo del nirvana. Desde que no podía ni drogarse ni emborracharse diariamente había tenido que buscar “métodos” poco ortodoxos para calmar su necesidad de narcóticos y la antigua Asia le había dado las herramientas para encontrarse consigo mismo y que su alma pudiera crecer.
Se vistió con algo bastante cómodo, un pantalón de lino blanco al igual que la camisa con mangas tres cuartos y se dejo la barba y el cabello un poco más largo para darle ese toque “hombre interesante” según la doctrina de Aidan, la vida da muchas vueltas y jamás se sabe cuando el amor toca a la puerta o toca el atril.
Se calzo unas babuchas coloridas que compro en la india, tomo sus pinceles “mágicos” y una zapatera de madera y se puso en marcha al salón.
Llego allí antes que los alumnos para esperarlos en la entrada, el no iba a permitir que las malas energías pasaran dentro del salón y eso pudiera provocarle una recaída. Coloco la zapatera cerca de la puerta y encendió inciensos por todas partes. Los coloco en sitios clave del salón.
Encendió luces, movió cortinas y acomodo todos los puestos en donde los estudiantes se sentarían, puso pinturas y pinceles. Todo había quedado muy bonito. Se quito las babuchas colocándolas en la zapatera, doblo el ruedo de su pantalón y tomo en cada mano un incienso.
Los estudiantes empezaron a llegar.
— Jóvenes y queridos alumnos, pasen pasen pero no sin antes quitarse los zapatos y dejar todas esas energías en la zapatera — Exclamo pasando los inciensos sobre las cabezas de todos los estudiantes. Cuando hubo un considerable número de estudiantes dentro del salón, sin zapatos y con sus energías limpias por el incienso de mandarina se coloco en el medio del salón y abriendo los brazos y sonriendo comenzó a hablar
— Soy Aidan Saxe y seré su profesor y guía en el camino del arte y también un tutor que los llevara de la mano por el sendero a encontrarse con ustedes mismos — Respiro suavemente — La única regla de este santuario es dejar los problemas y frustraciones afuera, aquí vamos a calmarnos y tener dos horas de paz ¿Está bien? Aquí tengo unas cartulinas de colores. Van a tomar una y escribirán su nombre, lo colocaran con este ganchito en su camisa — El mismo tomo una cartulina amarilla y coloco su nombre para ponerlo en su ropa — Vamos andando niños, para comenzar nuestras actividades —Hablaba muy calmadamente, inhalando y exhalando sin dejar de sonreír con sinceridad. Estaba muy feliz.
Se vistió con algo bastante cómodo, un pantalón de lino blanco al igual que la camisa con mangas tres cuartos y se dejo la barba y el cabello un poco más largo para darle ese toque “hombre interesante” según la doctrina de Aidan, la vida da muchas vueltas y jamás se sabe cuando el amor toca a la puerta o toca el atril.
Se calzo unas babuchas coloridas que compro en la india, tomo sus pinceles “mágicos” y una zapatera de madera y se puso en marcha al salón.
Llego allí antes que los alumnos para esperarlos en la entrada, el no iba a permitir que las malas energías pasaran dentro del salón y eso pudiera provocarle una recaída. Coloco la zapatera cerca de la puerta y encendió inciensos por todas partes. Los coloco en sitios clave del salón.
Encendió luces, movió cortinas y acomodo todos los puestos en donde los estudiantes se sentarían, puso pinturas y pinceles. Todo había quedado muy bonito. Se quito las babuchas colocándolas en la zapatera, doblo el ruedo de su pantalón y tomo en cada mano un incienso.
Los estudiantes empezaron a llegar.
— Jóvenes y queridos alumnos, pasen pasen pero no sin antes quitarse los zapatos y dejar todas esas energías en la zapatera — Exclamo pasando los inciensos sobre las cabezas de todos los estudiantes. Cuando hubo un considerable número de estudiantes dentro del salón, sin zapatos y con sus energías limpias por el incienso de mandarina se coloco en el medio del salón y abriendo los brazos y sonriendo comenzó a hablar
— Soy Aidan Saxe y seré su profesor y guía en el camino del arte y también un tutor que los llevara de la mano por el sendero a encontrarse con ustedes mismos — Respiro suavemente — La única regla de este santuario es dejar los problemas y frustraciones afuera, aquí vamos a calmarnos y tener dos horas de paz ¿Está bien? Aquí tengo unas cartulinas de colores. Van a tomar una y escribirán su nombre, lo colocaran con este ganchito en su camisa — El mismo tomo una cartulina amarilla y coloco su nombre para ponerlo en su ropa — Vamos andando niños, para comenzar nuestras actividades —Hablaba muy calmadamente, inhalando y exhalando sin dejar de sonreír con sinceridad. Estaba muy feliz.
Aidan Saxe-
Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Re: Path to nirvana / / Art class
Mientras se dirigía a la clase de arte, Cedric se preguntaba qué iba a hacer él en ese lugar, era como enviar a alguien a la guerra, armado pero sin municiones; así se sentía él porque tenía nociones sobre el arte, era culto en ese aspecto gracias a su madre pues ella había sido no sólo buena músico, sino que también una artista que se había preocupado por enseñarle a su hijo lo que sabía. En su momento él había tomado como pasatiempo de distracción el dibujo y la pintura, sin embargo ahora acercarse de nuevo a ello era como tocar un punto sensible en él, extrañaba los colores, las explosivas sensaciones que provocaban uniéndose entre ellos, las perspectivas, las sombras y la iluminación, cada detalle que formaban una pintura ya fuera realista o abstracta.
Con una mano tomaba su bastón que le ayudaba a guiarse y a no chocar con cosas indeseadas, poco a poco se acostumbraba a los sonidos y al eco; con la otra mano jugaba distraídamente con un delgado pincel del número cero que había encontrado entre sus pertenencias… era clase de arte, después de todo…
Tenía la esperanza de que se le permitiera saltarse esa clase, aunque a esas alturas pensaba que eso era poco probable que sucediera, en clase de deportes no había tenido suerte, pero arte era diferente, el arte era algo que debía apreciarse, era algo que indispensablemente requería el sentido de la vista. Y que nadie le viniera con la estupidez de que Beethoven era sordo, porque se pondría verdaderamente de mal humor, era el peor ejemplo que la gente podía darle, pero era el ejemplo que siempre usaban, montón de ignorantes.
Pero ya estaba allí, en el aula y podía escuchar los cuchicheos de algunos sus compañeros hablando discretamente de él con morbo y curiosidad, decidió ignorarlos porque tampoco había mucho que pudiera hacer con eso, era pan de cada día y no le quedaba otra que acostumbrarse. Escuchaba al profesor (otro Saxe, para variar), hablando como un hippie, por alguna razón le agradó y tuvo que contener la risa ocultándola con una ligera sonrisa, pensaba que el profesor se había fumado algo que lo tenía en un viaje lejos de St. Edward’s, Ced sabía lo que era eso. También le recordó a la profesora de adivinación de Hogwarts, incluso esperó a que los pusiera a adivinar las formas en el fondo de sus tazas de té, pero no sucedió.
Luego de las instrucciones dadas por Saxe, Ced se quitó los zapatos y los dejó por allí, era raro pero tampoco estaba mal, siempre le había gustado andar descalzo. Y mientras contenía la respiración un poco fastidiado del penetrante aroma del incienso de mandarina que penetraba en sus fosas nasales se sentó contra una pared, lo más cerca que pudo de la puerta. Recibió una cartulina donde se suponía debía escribir su nombre y hasta entonces el profesor seguía inmerso en su mundo de flores, belleza, amor y paz que no le había dejado decirle que él no debería estar allí en su clase.
—Veamos como le hace para escribir—escuchó que decía la voz de una chica no lejos de él, luego a ella se unieron un coro de risitas femeninas.
Cedric sabía escribir (aunque no muy bien el inglés), por supuesto no podía seguir una línea recta y sus garabatos parecían los de un preescolar, pero sabía escribir y lo hacía cuando la ocasión lo demandaba; esa ocasión lo demandaba pero en lugar de sacar un plumón de su mochila tomó con firmeza el pincel que aún estaba en su mano y lo giró dejando la punta despeinada hacia arriba y apoyando el reverso sobre la hoja. Aplicó la fuerza suficiente y agujeró el papel dejando un hueco redondo de medio centímetro, deslizó el pincel a un lado y repitió el proceso. Luego dejó un espacio e hizo otro hoyo y lo mismo en contra esquila del recién hecho… así repitió el proceso de hacer hoyitos usando sus dedos para guiarse y tomar distancias, y el pincel para perforar hasta que había un patrón de huevos en la hoja. Para los demás podría representar un acto de rebeldía donde el muchacho había decidido jugar a romper la hoja arruinando el plan del profesor Saxe, para él significaba “Cedric Di Giovanni”.
Era clase de arte… había que ser creativos ¿no?
Con una mano tomaba su bastón que le ayudaba a guiarse y a no chocar con cosas indeseadas, poco a poco se acostumbraba a los sonidos y al eco; con la otra mano jugaba distraídamente con un delgado pincel del número cero que había encontrado entre sus pertenencias… era clase de arte, después de todo…
Tenía la esperanza de que se le permitiera saltarse esa clase, aunque a esas alturas pensaba que eso era poco probable que sucediera, en clase de deportes no había tenido suerte, pero arte era diferente, el arte era algo que debía apreciarse, era algo que indispensablemente requería el sentido de la vista. Y que nadie le viniera con la estupidez de que Beethoven era sordo, porque se pondría verdaderamente de mal humor, era el peor ejemplo que la gente podía darle, pero era el ejemplo que siempre usaban, montón de ignorantes.
Pero ya estaba allí, en el aula y podía escuchar los cuchicheos de algunos sus compañeros hablando discretamente de él con morbo y curiosidad, decidió ignorarlos porque tampoco había mucho que pudiera hacer con eso, era pan de cada día y no le quedaba otra que acostumbrarse. Escuchaba al profesor (otro Saxe, para variar), hablando como un hippie, por alguna razón le agradó y tuvo que contener la risa ocultándola con una ligera sonrisa, pensaba que el profesor se había fumado algo que lo tenía en un viaje lejos de St. Edward’s, Ced sabía lo que era eso. También le recordó a la profesora de adivinación de Hogwarts, incluso esperó a que los pusiera a adivinar las formas en el fondo de sus tazas de té, pero no sucedió.
Luego de las instrucciones dadas por Saxe, Ced se quitó los zapatos y los dejó por allí, era raro pero tampoco estaba mal, siempre le había gustado andar descalzo. Y mientras contenía la respiración un poco fastidiado del penetrante aroma del incienso de mandarina que penetraba en sus fosas nasales se sentó contra una pared, lo más cerca que pudo de la puerta. Recibió una cartulina donde se suponía debía escribir su nombre y hasta entonces el profesor seguía inmerso en su mundo de flores, belleza, amor y paz que no le había dejado decirle que él no debería estar allí en su clase.
—Veamos como le hace para escribir—escuchó que decía la voz de una chica no lejos de él, luego a ella se unieron un coro de risitas femeninas.
Cedric sabía escribir (aunque no muy bien el inglés), por supuesto no podía seguir una línea recta y sus garabatos parecían los de un preescolar, pero sabía escribir y lo hacía cuando la ocasión lo demandaba; esa ocasión lo demandaba pero en lugar de sacar un plumón de su mochila tomó con firmeza el pincel que aún estaba en su mano y lo giró dejando la punta despeinada hacia arriba y apoyando el reverso sobre la hoja. Aplicó la fuerza suficiente y agujeró el papel dejando un hueco redondo de medio centímetro, deslizó el pincel a un lado y repitió el proceso. Luego dejó un espacio e hizo otro hoyo y lo mismo en contra esquila del recién hecho… así repitió el proceso de hacer hoyitos usando sus dedos para guiarse y tomar distancias, y el pincel para perforar hasta que había un patrón de huevos en la hoja. Para los demás podría representar un acto de rebeldía donde el muchacho había decidido jugar a romper la hoja arruinando el plan del profesor Saxe, para él significaba “Cedric Di Giovanni”.
Era clase de arte… había que ser creativos ¿no?
Cedric Di Giovanni-
Mensajes : 136
Fecha de inscripción : 08/01/2013
Re: Path to nirvana / / Art class
Despertó temprano por la mañana para poder tener la oportunidad de leer unas hojas del libro que estaba leyendo. Jane Austen la había sumergido en una de las historias románticas más hermosas que había leído en su vida, estaba padeciendo la enfermedad literaria, ya no dormía por estar pendiente de lo que pasaría y a menos de diez hojas para el dramático final feliz se había hecho la hora de ir a clases.
La clase de Aidan le emocionaba mucho, no solo por el hecho de que le encantaba dibujar, sino porque Ast le había dicho en su cita que él iba a estar modelando para pintarlo, en realidad no era algo que la emocionara pues iba a tener que soportar la hormonalidad de Vallery, esa chica no le caía nada bien y se la pasaba molestando a todos en el salón, especialmente a Cedric, y para completar estaba enamorada de Astaroth y quería violarlo. Ali paso un buen rato haciéndose una trenza desde lo alto de su cabeza y que caía hasta su espalda, habría pintura en la clase y además a veces los cabellos que se le asomaban al rostro le impedían concentrarse pues tenía que estarlos llevando detrás de sus orejas, con esto evitaba cabellos en la frente y podría concentrarse en la pintura.
El primo Aidan era para ella más que un primo, era la persona con el corazón más grande que hubiera visto en su vida, un niño con cuerpo de hombre, talentoso en la música, y sobre todo en la fotografía. Su problema era que había caído en el alcohol y en las drogas — Al igual que Astaroth — A una edad temprana y Aidan no sabía controlarse pues era un dependiente desmesurado.
Tomando su block de dibujo y su bolso comenzó a caminar en dirección al salón de artes. Allí se encontró con Cedric, no pudo saludarlo adecuadamente pues un humarada de incienso de mandarina le recorrió la cabeza. Ella se sorprendió un poco al ver el “cambio” para “bien” de Aidan…No, en realidad estaba muy perturbada por todo lo que estaba pasando. Se quito los zapatos y las medias acomodándolas en la zapatera y luego se dispuso a entrar en el salón. Allí escucho la charla de Aidan sonriendo ampliamente, estaba muy orgullosa de su primo. Como todos los estudiantes corrió a la mesa donde estaban las cartulinas y escribió su nombre allí con un marcador de color verde.
—Veamos cómo le hace para escribir—
Se volteo solo para escuchar a Vallery fastidiando a Ced, luego de eso ella y sus amiguitas se rieron. Hubo más risas cuando Ced comenzó a hacerle agujeros a la cartulina con un pincel para luego colocarlo en su camisa. Eran todos unos ignorantes. Me acerque a él.
—Que creativo — Murmure tomando mi puesto en un atril, yo no entendía el braile pero no había que ser un súper dotado para darse cuenta de lo que Ced había hecho.
Considerando las risitas detrás del salón, si habían unos cuantos ignorantes. Me limite a negar con la cabeza y esperar que Aidan diera nuevas instrucciones.
La clase de Aidan le emocionaba mucho, no solo por el hecho de que le encantaba dibujar, sino porque Ast le había dicho en su cita que él iba a estar modelando para pintarlo, en realidad no era algo que la emocionara pues iba a tener que soportar la hormonalidad de Vallery, esa chica no le caía nada bien y se la pasaba molestando a todos en el salón, especialmente a Cedric, y para completar estaba enamorada de Astaroth y quería violarlo. Ali paso un buen rato haciéndose una trenza desde lo alto de su cabeza y que caía hasta su espalda, habría pintura en la clase y además a veces los cabellos que se le asomaban al rostro le impedían concentrarse pues tenía que estarlos llevando detrás de sus orejas, con esto evitaba cabellos en la frente y podría concentrarse en la pintura.
El primo Aidan era para ella más que un primo, era la persona con el corazón más grande que hubiera visto en su vida, un niño con cuerpo de hombre, talentoso en la música, y sobre todo en la fotografía. Su problema era que había caído en el alcohol y en las drogas — Al igual que Astaroth — A una edad temprana y Aidan no sabía controlarse pues era un dependiente desmesurado.
Tomando su block de dibujo y su bolso comenzó a caminar en dirección al salón de artes. Allí se encontró con Cedric, no pudo saludarlo adecuadamente pues un humarada de incienso de mandarina le recorrió la cabeza. Ella se sorprendió un poco al ver el “cambio” para “bien” de Aidan…No, en realidad estaba muy perturbada por todo lo que estaba pasando. Se quito los zapatos y las medias acomodándolas en la zapatera y luego se dispuso a entrar en el salón. Allí escucho la charla de Aidan sonriendo ampliamente, estaba muy orgullosa de su primo. Como todos los estudiantes corrió a la mesa donde estaban las cartulinas y escribió su nombre allí con un marcador de color verde.
—Veamos cómo le hace para escribir—
Se volteo solo para escuchar a Vallery fastidiando a Ced, luego de eso ella y sus amiguitas se rieron. Hubo más risas cuando Ced comenzó a hacerle agujeros a la cartulina con un pincel para luego colocarlo en su camisa. Eran todos unos ignorantes. Me acerque a él.
—Que creativo — Murmure tomando mi puesto en un atril, yo no entendía el braile pero no había que ser un súper dotado para darse cuenta de lo que Ced había hecho.
Considerando las risitas detrás del salón, si habían unos cuantos ignorantes. Me limite a negar con la cabeza y esperar que Aidan diera nuevas instrucciones.
Alelì Saxe-
Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Re: Path to nirvana / / Art class
Esa mañana me había despertado sintiéndome algo diferente, bueno todos los días me sentía de muchas formas, pero siempre había cierta continuidad, pero esta ves me sentía de una forma que tenia tiempo no me sentía : Melancólica. Disfrutaba cada una de mis emociones, cada una tenia algo que me agradaba, todos los sentimientos eran muy bien recibidos por mi,pero la melancolía era algo especial pues aveces podía venir acompañada por la tristeza, depende como se le viera así que había decidido irme a pasear por ahí.
Mientras caminaba por los pasillos tonteando con una esquina de mi falda menandola de un lado para otro, pensaba en canturrear alguna canción para distraer ala melancolía, pero en la primera canción que pensé fue en una melancólica "claro, por eso me siento así" la noche anterior había estado escuchando canciones en varios idiomas de tipo melancólico y seguramente me había quedado dormida escuchándolas.
Dibuje rápidamente una sonrisa en mi rostro, deje de menar mi falda y lleve mis manos hacia mi cabello que traía suelto y comenze a trensarlo lentamente mientras seguia caminando, no estaba caminando hacia ni un lugar en especial hasta que al tomar algo para sujetar mi trenza, note un pincel en mi bolso..."La clase de aidan", lo habia olvidado por completo, para esa clase iba cuando sali d emi habitacion, claro, ya se me habia olvidado por completo, segui caminando a paso normal y relajadamente , no era bueno entrar a una clase de arte estresada, ademas eso de "estres" no iba muy bien conmigo.
Cuando llegue al aula todos estaban entrando aun, y aidan estaba ahi dando instrucciones, eso de quitarse los zapatos era una maravillosa idea, quite con cuidado mis zapatos y entre rapidamente en contacto con el suelo, esa sensacion era tan liberadora.
Al entrar le diriji una mirada acompañada con una sonrisa a aidan, aunque le tendre que decir profesor, mire a aleli y a ced,solte una risilla algo reprimida por lo que hizo con su tarjeta, pero mi risa no era de burla, era de "complicidad" o algo asi, era ovbio que el braile era su idioma ahora y los demas no lo entenderian tan facil ya que tenia esa pinta de chico rebelde que a mi me parecía adorable.
-Ahora respira el papel-le dije a ced , guiñandole un ojo
Saque mis cosas de mi bolso y con lo que nos dio aidan comencé a dibujar mi nombre en el. Escribi "vera" con una bonita caligrafia pegada, pero debajo de mi nombre dibuje una media luna acostada, que para mi significaba mi apellido.
Mientras caminaba por los pasillos tonteando con una esquina de mi falda menandola de un lado para otro, pensaba en canturrear alguna canción para distraer ala melancolía, pero en la primera canción que pensé fue en una melancólica "claro, por eso me siento así" la noche anterior había estado escuchando canciones en varios idiomas de tipo melancólico y seguramente me había quedado dormida escuchándolas.
Dibuje rápidamente una sonrisa en mi rostro, deje de menar mi falda y lleve mis manos hacia mi cabello que traía suelto y comenze a trensarlo lentamente mientras seguia caminando, no estaba caminando hacia ni un lugar en especial hasta que al tomar algo para sujetar mi trenza, note un pincel en mi bolso..."La clase de aidan", lo habia olvidado por completo, para esa clase iba cuando sali d emi habitacion, claro, ya se me habia olvidado por completo, segui caminando a paso normal y relajadamente , no era bueno entrar a una clase de arte estresada, ademas eso de "estres" no iba muy bien conmigo.
Cuando llegue al aula todos estaban entrando aun, y aidan estaba ahi dando instrucciones, eso de quitarse los zapatos era una maravillosa idea, quite con cuidado mis zapatos y entre rapidamente en contacto con el suelo, esa sensacion era tan liberadora.
Al entrar le diriji una mirada acompañada con una sonrisa a aidan, aunque le tendre que decir profesor, mire a aleli y a ced,solte una risilla algo reprimida por lo que hizo con su tarjeta, pero mi risa no era de burla, era de "complicidad" o algo asi, era ovbio que el braile era su idioma ahora y los demas no lo entenderian tan facil ya que tenia esa pinta de chico rebelde que a mi me parecía adorable.
-Ahora respira el papel-le dije a ced , guiñandole un ojo
Saque mis cosas de mi bolso y con lo que nos dio aidan comencé a dibujar mi nombre en el. Escribi "vera" con una bonita caligrafia pegada, pero debajo de mi nombre dibuje una media luna acostada, que para mi significaba mi apellido.
Vera Moon-
Mensajes : 59
Fecha de inscripción : 09/01/2013
Re: Path to nirvana / / Art class
Y entonces la paz conseguida con la limpieza espiritual a los estudiantes se fue cuando comenzaron las burlitas por parte de un grupo de estudiantes hacia un estudiante en particular. Me di vuelta para encontrarme con todo el mar de malas vibras contenidas por la chica rubia. Alelí la miraba con ojos de fuego. La empuje suavemente tomando a los dos pelirrojos para ubicarlos lejos de todas esas energías. Uno al lado del otro lejos de las chicas conflictivas.
— Ustedes aquí niños — Les hice entrega de una cesta de color blanco cerrada —Aun no pueden abrirla ¿entendido? —
Me sorprendió mucho el hecho de que estaba leyendo las cartulinas de los veinte estudiantes que estaban en el aula y entendí todos menos al chico pelirrojo que hacia grupo de tres con Alelí y Vera — Ya había ubicado a todos en grupos de tres— su cartulina estaba agujereada. Luego pude percibir que las chicas lo ayudaban a ubicarse.
Sus ojos mortales están cerrados
Pensé para mi mismo asombrado, esta era la oportunidad perfecta para poner en práctica ese método de cumbre divina en el que se podía percibir los colores mediante la vibración en las yemas de los dedos. Lamentablemente solo lo podían hacer los ciegos pues obviamente al no tener uno de sus sentidos entonces los demás extrasensoriales estaban a flor de piel así que me acerque a él.
—Joven estudiante — Puse mi mano en su hombro intentando transmitirle mi buena vibra —Te prometo que desde hoy concentrare mi energía en aprender el braile y la próxima vez no tendré que preguntarte pero ¿Cuál es el nombre con el que se te ha bautizado? Oh, ser de luz— Claro que era un ser de luz pues tenía el don que pocos pueden tener. El de sentir y mirar con las manos. Mi meta era ahora aprender a escribir y leer como él. Solo así estaría a su altura de iluminación.
Antes de que me respondiera, tome unos botes de pintura y los abrí colocándolos en su mesa y dejando el atril de lado. Este joven iba a concentrarse en definir los colores mediante las sensaciones.
— Tu tarea hoy, será meter tus dedos en la pintura y al final de la clase me dirás que colores son. Tú puedes hacerlo pues tienes una habilidad más allá que todos en este salón. Tu ser superior. Las chicas harán lo demás, esas cosas sencillas que las hagan ellas. Tu concéntrate en esta técnica milenaria — Lo ultimo obviamente lo dije muy callado, solo él lo escucho.
— A los demás, abran sus cestas. En ellas encontraran dos objetos totalmente diferentes de los cuales tienen que hacer una composición artística que los unifique a ambos y obviamente que tenga buenas vibras. No se asusten con los colores. Úsenlos vivos ¡suerte muchachos! Cualquier cosa aquí estaré yo cerca de ustedes para guiarlos en este camino sagrado. ¡Abran las cestas!
Todos comenzaron a abrir sus cestas y luego a discutirlo con sus compañeros. Yo me sentí muy aliviado. Encendí mas inciensos. Y comencé a buscar en mi teléfono celular un método para aprender braile pronto.
— Ustedes aquí niños — Les hice entrega de una cesta de color blanco cerrada —Aun no pueden abrirla ¿entendido? —
Me sorprendió mucho el hecho de que estaba leyendo las cartulinas de los veinte estudiantes que estaban en el aula y entendí todos menos al chico pelirrojo que hacia grupo de tres con Alelí y Vera — Ya había ubicado a todos en grupos de tres— su cartulina estaba agujereada. Luego pude percibir que las chicas lo ayudaban a ubicarse.
Sus ojos mortales están cerrados
Pensé para mi mismo asombrado, esta era la oportunidad perfecta para poner en práctica ese método de cumbre divina en el que se podía percibir los colores mediante la vibración en las yemas de los dedos. Lamentablemente solo lo podían hacer los ciegos pues obviamente al no tener uno de sus sentidos entonces los demás extrasensoriales estaban a flor de piel así que me acerque a él.
—Joven estudiante — Puse mi mano en su hombro intentando transmitirle mi buena vibra —Te prometo que desde hoy concentrare mi energía en aprender el braile y la próxima vez no tendré que preguntarte pero ¿Cuál es el nombre con el que se te ha bautizado? Oh, ser de luz— Claro que era un ser de luz pues tenía el don que pocos pueden tener. El de sentir y mirar con las manos. Mi meta era ahora aprender a escribir y leer como él. Solo así estaría a su altura de iluminación.
Antes de que me respondiera, tome unos botes de pintura y los abrí colocándolos en su mesa y dejando el atril de lado. Este joven iba a concentrarse en definir los colores mediante las sensaciones.
— Tu tarea hoy, será meter tus dedos en la pintura y al final de la clase me dirás que colores son. Tú puedes hacerlo pues tienes una habilidad más allá que todos en este salón. Tu ser superior. Las chicas harán lo demás, esas cosas sencillas que las hagan ellas. Tu concéntrate en esta técnica milenaria — Lo ultimo obviamente lo dije muy callado, solo él lo escucho.
— A los demás, abran sus cestas. En ellas encontraran dos objetos totalmente diferentes de los cuales tienen que hacer una composición artística que los unifique a ambos y obviamente que tenga buenas vibras. No se asusten con los colores. Úsenlos vivos ¡suerte muchachos! Cualquier cosa aquí estaré yo cerca de ustedes para guiarlos en este camino sagrado. ¡Abran las cestas!
Todos comenzaron a abrir sus cestas y luego a discutirlo con sus compañeros. Yo me sentí muy aliviado. Encendí mas inciensos. Y comencé a buscar en mi teléfono celular un método para aprender braile pronto.
- cesta de Vera y Alí:
- Si se unen más personas entonces pondre las imagenes de sus cestas sorpresas
Aidan Saxe-
Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 07/01/2013
Re: Path to nirvana / / Art class
Aquella clase era la mas desagradable a la que había asistido… no me gustaba estar allí y me desagradaba la forma en que todos me trataban, aunque tampoco podía quejarme porque no podía haber otra manera de tratar a un ciego; por supuesto no mostré mi molestia ya que ninguno de ellos tenía la culpa y me limité a sonreírles de la mejor manera que pude.
—… Cedric Di Giovanni…—vacilé mi nombre al profesor.
La forma en la que hablaba, las cosas que decía, no podía pensar que él no fuera extraño, o se metiera algo feliz para generar creatividad, tampoco es que fuera tan malo, muchos grandes artistas del pasado lo hacían y generaban obras que pasaban a la historia, muchos de ellos estaban locos, otros tantos no terminaban bien. O tal vez simplemente el profesor Saxe ya tenía muchas neuronas muertas por inhalar pintura… el óleo podía llegar a ser adictivo.
De pronto no sabía si reír o sentirme consternado. El olor de la pintura llegó hasta mi nariz no era desagradable, pero lo que él quería que yo hiciese era absurdo ¿se estaba burlando de mi? Pero no, en su voz no había malicia, no era como los demás profesores, él de verdad estaba hablando en serio y quería que yo… adivinara colores tocando pintura.
—Pero… eso es imposible—dije arqueando una ceja—Nadie puede hacer eso… al menos yo no ¿De verdad tengo que permanecer en esta clase?
Escuché nuevamente risas por algún lado de la sala y me sentí observado aunque no podía saber si los demás me miraban, pero me sentía de verdad observado. Tomé el bote de pintura y de verdad me planteé la posibilidad de lanzarlo en la dirección donde provenían las risas, pero la posibilidad de que le diera a alguien era nula… una cosa es hacerlo con cuchillos y otra diferente son los botes de pintura. Tenía un cuchillo en bota pero dudo que eso sea buen visto por los demás…
—… Cedric Di Giovanni…—vacilé mi nombre al profesor.
La forma en la que hablaba, las cosas que decía, no podía pensar que él no fuera extraño, o se metiera algo feliz para generar creatividad, tampoco es que fuera tan malo, muchos grandes artistas del pasado lo hacían y generaban obras que pasaban a la historia, muchos de ellos estaban locos, otros tantos no terminaban bien. O tal vez simplemente el profesor Saxe ya tenía muchas neuronas muertas por inhalar pintura… el óleo podía llegar a ser adictivo.
De pronto no sabía si reír o sentirme consternado. El olor de la pintura llegó hasta mi nariz no era desagradable, pero lo que él quería que yo hiciese era absurdo ¿se estaba burlando de mi? Pero no, en su voz no había malicia, no era como los demás profesores, él de verdad estaba hablando en serio y quería que yo… adivinara colores tocando pintura.
—Pero… eso es imposible—dije arqueando una ceja—Nadie puede hacer eso… al menos yo no ¿De verdad tengo que permanecer en esta clase?
Escuché nuevamente risas por algún lado de la sala y me sentí observado aunque no podía saber si los demás me miraban, pero me sentía de verdad observado. Tomé el bote de pintura y de verdad me planteé la posibilidad de lanzarlo en la dirección donde provenían las risas, pero la posibilidad de que le diera a alguien era nula… una cosa es hacerlo con cuchillos y otra diferente son los botes de pintura. Tenía un cuchillo en bota pero dudo que eso sea buen visto por los demás…
Cedric Di Giovanni-
Mensajes : 136
Fecha de inscripción : 08/01/2013
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